Londres en un fin de semana

Si estás preparando una escapada de fin de semana a Londres, apunta todos estos lugares que no te puedes perder.

En primer lugar, un buen paseo podría comenzar al lado del Támesis, en la zona de las Houses of Parliament. Allí nos encontraremos con el Big Beng, que a diferencia de la creencia popular, no es el reloj ni la torre del reloj, sino el nombre de la campana que alberga en su interior, y que oiremos sonar a las en punto de cada hora.

En el Támesis se pueden coger unos pequeños barquitos que ofrecen un recorrido turístico al aire libre con un guía que nos irá explicando los principales monumentos y puentes que se encuentran a las orillas del río. Si vas con poco tiempo, es ideal para hacerse una idea general de Londres. Eso sí, si tu viaje es durante el otoño o el invierno, abrígate y pídete un chocolate caliente para llevar, porque la zona del Támesis es la más gélida debido a la humedad.

Si la opción del barco no es para ti, cruzando el puente al otro lado del río está el London Eye, una noria gigante -y un poco cara- desde la que se pueden contemplar las mejores vistas de la ciudad.

Cerca del Big Ben está Downing Street, la calle donde vive el Presjdente del Gobierno británico, y también St. James Park, un parque con muchos pájaros, un lago en medio con un puente y donde poder descansar para almorzar o merendar. Al otro lado del parque, hacia el Oeste, está el Buckingham Palace, residencia de la Reina se Inglaterra y donde a las 11 y media se puede ver el cambio de guardia. Cuando llueve no suelen hacerlo, y en mi opinión está bastante sobrevalorado porque hay mucha gente, ves muy poco y hay que esperar bastante rato si quieres tener un buen sitio para ver un desfile de minuto y medio. El palacio por dentro no se puede visitar.

Cruzando el parque hacia el norte, en cambio, nos encontramos con Trafalgar Square, una plaza cuadrada muy grande con una estatua de Nelson altísima en el centro y unos leones que la rodean. En la imponente plaza está la National Gallery, gratuito y muy recomendable que tiene obras como los Girasoles de Van Gogh, el Matrimonio Arnolfini y una amplísima colección impresionista como la de Monet, mi favorita.

Dos calles más hacia arriba está Picadilly Circus, una plaza con una fuente en medio y llena de luces de neon con anuncios publicitarios, que cobra una vida increíble desde que se pone el sol, con grupos callejeros tocando y bailando break-dance. Sin duda es el lugar de reunión de muchos londinenses.

Desde allí tienes a tiro de piedra la zona de tiendas, Regent's Street y Oxford Street. Esas calles son todas bonitas y muy elegantes, limítrofes con el Soho, y llenas de teatros con musicales como el Queen's Theatre, que tiene ahora el musical de Los Miserables, súper recomendable.

En una escapada a Londres no podría faltar una visita a Saint Paul's Cathedral, cruzando el Millenium Bridge. Si vas con poco tiempo puedes coger este día el metro, bajándote en la parada Brackfriars o London Bridge. Siguiendo el curso del río hacia la derecha se encuentra el Puente de Londres, conocido en el mundo entero y cruzándolo, la Torre de Londres, una fortificación rodeada de césped donde se encuentran las joyas de la corona y que está protegida por los famosos Beefeaters (y una gran manada de cuervos). Merece la pena visitarla por dentro.

Si tuvieras algo más de tiempo, podrías acercarte a Camdem Town, el barrio de Amy Winehouse y de los hippies y los punkies. Tiene un montón de mercadillos callejeros donde comprar todo tipo de cosas, pero la verdad es que a pesar de ser muy turístico a mi no me apasiona. En su lugar, mi recomendación sería que fueras a Notting Hill, famoso por la peli de Hugh Grant y Julia Roberts, con sus fachadas de colorines y su precioso mercadillo de Portobello Road. ¡No te lo pierdas!