Londres- Parte 2
Como Londres tiene muchísimo de lo que hablar, y puesto que ayer lo dejé justo en el límite de los puntos permitidos a diario; es preciso que siga en el día presente para terminar de contar detalles sobre mis distintas visitas a la capital inglesa (lo dejé justo enumerando las cosas que ver o visitar):
6.- Torre de Londres: es una enorme fortificación que podremos situar fácilmente en el mapa a algo más de 300 metros del ayuntamiento y a algo menos de la misma distancia del Puente de Londres. Ha sido residencia Real, fortaleza e incluso por bastantes año, prisión, con una serie de leyendas terroríficas que a día de hoy siguen haciendo bastante mella sobre todo en los más jóvenes cuando la nombran (no es para menos, porque durante más de nueve siglos ha sido usada para torturar a todos aquellos que se atrevían a ir en contra del monarca de turno).
A día de hoy, es poco más que un museo, si bien perfectamente conservado (debida a varias reestructuraciones), dedicado en varias partes a distintas facetas de la historia de Inglaterra. Así, en la Torre de Londres podremos llegar a encontrar:
- Las joyas de la Corona: que en inglés encontraremos por "Crown Jewels", que nos mostrarían numerosas coronas, cetros, espadas y otros utensilios de la realiza británica. Es una de las partes donde más gente veremos a su alrededor, con un valor inmenso en cuanto a historia y también religión.
- Los cuervos (ravens): cuenta la leyenda (y también la guía del museo como es lógico), que los cuervos llevan habitando la Torre desde su construcción, y el día en el que ellos falten, se caerá sin compasión el famoso edificio. Es por ello, que es muy conocido el espectáculo por el que el maestro de los cuervos, le corta los extremos de las alas a algunos cuervos para que no se escapen.
- La Torre Blanca: más conocida de manera internacional por "White Tower", se denomina así el edificio central que preside todo y por el que entraremos para ir visitando las demás partes.
- Palacio medieval: recomiendo entrar en este Palacio que reconstruye justo todo como se encontraba hace siglos, con un toque entre misterioso, productor de intriga y de miedo, y por otro lado, de belleza por la simpleza pero elegante de su organización.
- Capilla Real de San Pedro: con casi 200 personas que siguen a día de hoy viviendo en la Torre, es el lugar idóneo para realizar las oraciones diarias, y además, fue la parte donde quedaron los prisioneros más conocidos históricamente, por lo que lo mejor será pasarse a echar un ojo a la misma.
Mencionar que para entrar en la Torre de Londres habrá que pagar algo más de 20 libras (unos 22-23 euros), y que los menores de cierta edad tendrán un importante descuento. Diría que hay otros muchos monumentos interesantes y de menor precio a los que podría sacarle más partido que la Torre de Londres, por lo que si no está en su cabeza el visitarla, tampoco se pierde gran cosa.
7.- Tower Bridge (Puente de la Torre): a menos de 300 metros del Ayuntamiento de Londres y de la Torre de Londres, el Puente de Londres o más conocido como Tower Bridge, podremos verlo a kilómetros de distancia con su gran tamaño y todo lo que impone y nos atrae.
Sin duda aconsejo visitarlo por la noche, que, con las luces encendidas, queda todo de una calidad que impresiona pese a las muchas veces que hayas pasado por aquellos lares, que, con lo que se ve también de la ciudad, sin duda es algo que habrá que visitar de manera obligada en nuestra estancia en Londres.
Se trata de un puente elevadizo con la idea de unir las dos orillas del río Támesis, construido a finales del Siglo XIX, que muchos utilizan para dejar su candados con la consigna de que les proporcionará suerte en el amor (yo, no me lo he notado pese a los distintos candados que he ido dejando con mis respectivas visitas), y que, además, ofrece la posibilidad d ver el interior de sus torres laterales donde se podrá observar el mecanismo de funcionamiento del Tower Bridge desde otro punto de vista. Además, con el espacio que tienen las distintas torres, se hace también notar la importancia del puente mediante una exposición muy variada. Esta entrada a la exposición costará menos de 10 libras, que será algo excesivo también para lo pequeño que se nos quedará el panorama cuando vayamos pasando. De nuevo recomiendo dejar la entrada como opción trasera y secundaria comparada con otras tantas.
8- Palacio de Buckingham: llega el momento de describir una de esas visitas que te dejan con buen sabor de boca. Si bien, no me extenderé demasiado con ello porque dejaré una mayor descripción en un artículo distinto. De todas maneras, decir que el Palacio es a día de hoy la residencia oficial de la Familia Real Británica, desde medidados del Siglo XIX. Es uno de los emblemas de la ciudad y de la resistencia contra los invasores, ya que, pese a que en la Primera Guerra Mundial se libró por completo de cualquier tipo de ataque, fue en la Segunda donde destrozaron una de sus Capillas que más tarde tendría nqeu reconstruir. Pese a ello, quedó en un estado inmejorable pese a lo ocurrido.
Y para no meterme mucho en ello, tan solo diré que en sus puertas se produce la conocidísima actuación del Cambio de Guardia, un acto que por sí solo atrae a miles de personas cada año, relevándose las distintas personas que aguardan el Palacio acompañados con una banda musical que lo hacen todo muy gráfico para el recuerdo (también me meteré más a fondo en el artículo correspondiente).
9- Catedral de San Pablo: es otro de los monumentos a los que le cogí un cariño especial y por ello también ampliaré en su momento. Lo primero que te llama la atención es su enorme tamaño. Si decía que la de Jaén era muy alta con más de 54 metros de altura, esta de Londres es la segunda en todo el mundo con una dimensión de 110 metros de altura, que hará que la veas desde muchas partes de la ciudad y con bastante lejanía.
Se encuentra a menos de 500 metros del Museo de Londres, y lo forma un sitio en el que ya de por sí históricamente siempre hubo edificios religiosos, y es que, no es para menos porque la Catedral es la más antigua de todo el Imperio Británico, dando lugar para numerosos acontecimientos importantes como el fallecimiento de Winston Churchill o la boda del Príncipe Carlos.
Podéis imaginar que esos 110 metros de altura cuando entráis, os parecen una inmesidad jamás visto antes en un edificio de estas características, con una decoración que parece absolutamente de videojuego.
Su precio barato con respecto a la especialidad mundial y sus grandes guías, hacen de la Catedral una visita que debemos hacer pese a no ser religiosos (yo misma no lo soy, pero tenía que verla).
10.- Museo de Londres: a una distancia de menos de 500 metros de la Catedral de San Pablo, el Museo de Londres nos cuenta la historia de la ciudad desde la Prehistoria hasta nuestros días, haciéndonos pasar por ese recorrido de una manera muy entretenida, interactiva y que seguro te hará recordarla durante mucho tiempo.
Con más de 7.000 piezas distintas de exposición de todas las épocas, esta es otra de esas visitas que recomiendo hacer si visitamos la capital inglesa. En primer lugar porque su entrada es gratuita,lo que también se nota en la afluencia de público que cada dia se acerca a sus inmediaciones; y, por otra parte, porque la variedad de piezas, de estilos, de salas y de recorrido, hace que no puedas aburrirte de ninguna de las maneras posibles. Siempre encontrarás algo que te llamé la atención (a mi por ejemplo las ropas que se usaban en la Edad Media me atrajo bastante), por lo que podrás también pasar por alto todo aquello que no te mueva nada por dentro.
11.- Museo de la Ciencia: y para los que prefieran la ciencia a la historia, decir que este museo es menos completo que el anterior nombrado, si bien a aquellos que les guste el cómo ha evolucionado todo desde la visión de la tecnología, no se lo puede perder.
Situado en South Kensington, a donde podemos llegar de manera sencilla en unos minutos cogiendo el metro desde Picadilly Circus, alberga más de 300.000 objetos distintos que sorprenderán a todos los curiosos sobre el tema. Yo misma pensé por algún comentario de una amiga que no iba a ser para mucho, así que entramos como el que da un paseo por el parque, debido sobre todo a que la entrada igualmente como el de Londres, es gratuita, y al final salimos todas gratamente sorprendidas. Tiene zonas en las que se meten muy en el papel de hace siglos y otras que es pura tecnología sacada de una película de ficción. Lo que te cuente es poco y siendo gratis, echarle un vistazo no te hará mal.
12.- Imperial War Museum: sin lugar a dudas mi favorito, aficionada desde muy pequeña al juego del Risk, este museo gratuito a un kilómetro de distancia del London Eye, hace que termines viendo la guerra desde el punto de vista atractivo de la tecnología, la estrategia y te pongas en la piel de los que allí batallaron. Todo tipo de aviones, tanques, y en definitiva armas para que te asombres con cada mirada que echemos a las salas, con objetos que jamás habríamos dicho que existían.
La planta baja tiene sobre todo tanques y cohetes, mientras que la primera está sobre todo para la guerra secreta. Ver la ropa que llevaban los espías o algunos guerrilleros merece también la pena, porque a veces dista mucho de lo que solemos ver en las películas. Y ya la segunda y tercera planta narra sobre todo los horrores que se vivieron en la Segunda Guerra Mundial con Hitler y el Holocausto que causó más de seis millones de judíos muertos. Muchos de los que visitan esta parte, escuchando las historias de los guías comienzan a llorar o a entristecerse, metiéndose totalmente el orador a la gente en la historia.
13- London Eye: que traduciríamos como el "Ojo de Londres", que sería simplemente una enorme noria de más de 100 metros de altura, por la que podremos ver desde lo más alto lo más importante de la ciudad (porque por mucho que digan que se ve entera, no es cierto ni mucho menos), encontrando el Big Ben a menos de 500 metros de distancia y a menos de 800 la Trafalgar Square.
Lo cierto es que el precio es bastante caro, en mi época eran más de 20 libras por una atracción que ya hemos visto cientos de veces en otras ciudades o en nuestras mismas ferias, si bien, salvando las distancias en la altura y en las vistas, por supuesto. Pero de todas maneras, no creo que merezca la pena pagar tal cantidad de dinero solo por tener unas vistas que podemos tener en decenas de sitios distintos a lo largo de la ciudad. Eso sí, alguna foto desde fuera siempre caerá y eso, no nos lo va a quitar nadie.
Lo curioso del asunto es que cada cabina tiene una capacidad inmensa de hasta 25 personas, con lo que podremos meternos con nuestro grupo por muy grande que sea, y ver la ciudad desde otro punto de vista.
14- Covent Garden: no puedo pasar por alto uno de los distritos que tienen un mayor brillo dentro de la ciudad, con multitud de artistas callejeros por todas partes, que mejoran el panorama de inifindad de tiendas y comercios para los más caprichosos o aquellos que tan solo tengan curiosidad por qué pueda llegar a encontrar.
Así, Convent Garden a menos de 600 metros de Trafalgar Square (por lo que podremos llegar andando en unos pocos minutos entre la gente), será perfecta tanto para ver a distintos artistas, como para ver la decoración (sobre todo en Navidad que la dejan preciosa) del mercado, o bien probar alguno de sus dulces y productos que caracterizan la zona; no olvidando a sus innumerables tiendas de moda con unos precios que pueden llegar a asustarnos dependiendo de dónde entremos.
15- Chinatown: "la Ciudad de China", que recrea lo que sería un barrio medio en el país asiático, hace que notemos las grandes diferencias entre culturas con tan solo acercarse un poco. Lo cierto, es que las personas de origen chino allí en Londres son numerosas cuando vayamos a ver el barrio, y no nos debe de sorprender por tanto, que se nos ofrezca multitud de tiendas y sobre todo restaurantes de la comida tradicional china que seguro nos sabrá distinta a la que probamos en nuestros países respectivos.
Así, estando a unos 300 metros de Picadilly Circus y con unos precios menores a las 10 libras para el menú completo chino con bebida y postre, no cabe duda de que tenemos que darle una oportunidad al barrio, del que seguro además de fotos, te llevarás un buen recuerdo.
16.- La City de Londres: si bien se cree que debido al Brexit y la futura desmarcación de Inglaterra con respecto la Unión Europea; la City tendrá un peso mucho menor por no decir casi nulo; lo cierto es que cuando fui a visitar Londres tuve que darme un paseo por allí porque siempre me habían hablado muchas cosas que quería verificar.
En primer lugar, si era cierto eso de que casi todo el mundo va en traje de chaqueta y a una velocidad de película. Y sí, era cierto, y es que parece que todos por allí trabajan en la City y por tanto, tienen que ir perfectamente uniformados y dispuestos a echar un duro día de especulación o lo que quiera que hagan allí.
En segundo lugar, me contaron que la población flotante trabajadora era de unos 300.000 trabajadores, por lo que pese a que el barrio pueda tener en orden de unos 10.000 habitantes, el hecho de irte justo al centro del distrito, haría que en determinadas horas, mires por donde mires verás poco hueco de la ingente cantidad de personas que habría. Decir que también era cierto, porque cuando llegó la media tarde, no paraban de salir y salir personas de las oficinas, que la verdad me dejaron perpleja. No podía imaginar que se moviera tanto en un espacio tan reducido.
17.- Estadios de fútbol: yo no soy muy futbolera y de hecho no saqué ninguna foto de sus estadios, pero para el que lo sea, seguro sabe que hay varios de los mejores equipos del país justo en la ciudad de Londres. Así, encontraremos al Chelsea, al Arsenal y al Tottenham como equipos principales, si bien la afición del West Ham siempre ha sido muy notable y visible a lo largo de la ciudad y también hay que tenerla en cuenta.
En mi opinión, el mejor estadio de todos es el del Chelsea junto con el del Arsenal y serían los dos que recomendaría visitar si es que te gustan este tipo de cosas que ver. Por otro lado, los precios de las entradas de fútbol allí en Inglaterra son mucho más baratos que en España, por lo que puedes ver un partido de Premier League por unas 20-30 libras, muy alejados a los más de cien euros que se llega a pagar por casi cualquier partido del Real Madrid.
Lo que podemos hacer en Londres:
A parte de lo que podamos ver o visitar, también hay innumerables cosas que podamos hacer para pasarlo bien y echar un buen rato acompañado o en solitario. Así, principalmente enumeraría las siguientes actividades que yo misma realicé:
1.- Irte de fiesta: cómo puede ser posible que vayamos a Londres y no terminemos yéndonos de fiesta. Sin duda, una de las mejores ciudades del mundo con respecto a este tema, y no siendo para menos, la dicoteca Fabric ha sido elegida la mejor del mundo durante bastantes años consecutivos, por lo que no podemos perder la oportunidad de ir a verla.
En concreto, la discoteca Fabric, (mi favorita de Londres), no muy lejos del Museo de Londres, dispone de unas dimensiones enormes, mucho color, un sonido estupendo y la mejor música actual electrónica que puedas llegar a escuchar en cualquier otra parte del mundo. En mi época, tocaban los mejores Djs del mundo, pero al parecer el año pasado le retiraron la licencia por la muerte de dos personas por consumo de drogas en su interior. No sé qué habrá sido de ella, pero por si acaso está cerrada aún, diré otras opciones para salir de fiesta.
En la zona del Soho, cerca de Chinatown y Trafalgar Square, encontraremos decenas de locales de música en directo con todo tipo de variedad (desde jazz, blues, rock, swing, hasta soul o RnB), que siempre hará vibrar al público. Lo cierto es que una de las noches que salí con mis amigas, nos dimos un rodeo por esa zona, y estuvimos en multitud de buenos locales con música en directo. Las copas aunque pueda parecer lo contrario, no eran del todo caras (como en el precio medio de España), y el ambiente era siempre fabuloso con muchas personas dispuestas a pasárselo bien y de multitud de procedencias distintas.
Por último, otra de las zonas interesantes que descubrir es Candem, que de nuevo proporciona multitud de locales de muy distinta consideración, y con una mezcla entre música actual y la mejor de épocas antiguas, que hace que tampoco falles si quieres encontrar buen ambiente. Sus locales de hip-hop son reconocidos con un porcentaje bastante alto de personas de otras razas con unos bailes desenfrenados con mucho estilo a los que no estamos tampoco acostumbrados en España.
2.- Visitar algún parque: con decenas de parques de tamaño muy a tener en cuenta, sin duda los mejores en cuanto a tamaño, ambiente y cuidado de los mismos son Hyde Park (del cual hablaré en otro artículo mas detenidamente), y San James Park. Además el Green Park o el Kesington Garden, son también muy conocidos y podrás encontrarlos a lo largo de la ciudad por todos lados.
Son muchas las personas que los visitan, ya sea para darse un paseo, ver a algún que otro artista en directo haciendo malabares, tocando o cantando, bien para relajarse o incluso para hacer deporte; ya que no son pocos los que se atreven pese a las bajas temperaturas o la humedad de sus alrededores, ponerse a correr o sacar a sus mascotas.
3.- Irte al teatro: obligatorio ir a ver una obra de teatro de la ciudad antes de irse de la capital inglesa. La pasión por las obras teatrales hace de Londres uno de los epicentros de este arte, y no es por tanto ilógico que si queremos ver una obra para el mismo día, quizás ya no encontremos plazas o bien los precios hayan crecido considerablemente. Lo mejor para evitar cualquier inconveniente será el quitarte de tener que comprar las entradas en las plazas para ello, y hacerlo por el contrario de manera online y con toda la antelación que podamos. Por supuesto, siempre tendrás la opción de irte a Leicester Square (que es donde se compran, una Plaza donde hay multitud de pequeños locales donde te venden muy distintas obras dependiendo de la oferta y la demanda de las mismas), y coger una entrada de un muy buen musical a un precio bastante rebajado, pero para ello tendrás que tener mucha suerte, que comience en poco tiempo y que no se hayan vendido todas las localidades (ahora con esto del menor turismo seguro pasa de manera más frecuente, por lo que siempre se puede probar y arriesgarse).
En la ciudad hay más de treinta teatros distintos, de muy diferentes tamaños, localidades y aspectos, que te harán sentir una sensación diferente cuando vas a ver la obra a considerar. El Royal House es muy querido debido a su aspecto espectacular desde fuera y también por dentro, si bien otras personas prefieren el London Pavillion, que antiguamente disponía de mucha más fama.
En cuanto a las obras, he visto alguna que otra y al final todas tienen su encanto, por lo que no vale de mucho que te aconseje una u otra, ya que seguro las vas a disfrutar de igual manera.
4.- Ver uno de sus teléfonos rojos conocidos: pasan los años, también mejora la tecnología pero cada vez que voy a Londres, vuelvo a ver decenas de veces a distintas personas haciendo fotos al teléfono público antiguo de la ciudad londinense. Será que los tengo muy vistos, pero tampoco es que los vea para tanto.
5.- Irse de compras: si ya había hablado de una de las zonas comerciales más conocidas de la ciudad como es Covent Garden, decir que hay otras muchas como por ejemplo Bond Street u Oxford Street, que se considera la calle comercial más importante de Londres, con una variedad inigualable con respecto a España y con tiendas de todo tipo, con tamaños que varían entre muy pequeñas con ropas muy especiales, hasta grandes almacenes con las marcas más conocidas internacionalmente.
Aquí yo misma siempre prefería la libertad de perderme por los barrios de tiendas y entrar en aquellas que verdaderamente me llamen la atención (que siempre son muchas). De nuevo mi consejo es que se exploren las distintas zonas y que al final cada uno elija la que en ese momento más le apetezca.
6.- Comer en Londres: siempre me habían dicho que comer en Londres era realmente caro, y no sé si será porque estuve en París, y como esa ciudad en cuanto a precio aún no encontré ninguna (de cara digo); o que al final de tanto ir una misma ya sabe buscar bien. Si lo que uno es precio con calidad, la clave es irte a comer a un asiático pero que no sea de Chinatown, pues siendo una zona muy turística, quieren sacarle un provecho económico alto a cada plato que al final tendrás que desembolsar de tu bolsillo.
En cambio, si nos vamos a zonas alejadas del centro como puedan ser la Zona 3 o Zona 4, podremos encontrar decenas de sitios de calidad, que te harán llenar tu estomago sin paliativos y que, encima, hará pagar una cantidad muy baja. Hablo de los vietnamitas, los indonesios, los filipinos o en general los chinos (los japoneses suelen ser caros te vayas a la zona que te vayas). No he probado jamás unos noodles tan buenos como en un lugar muy pequeñito retirado cerca de Tooting en la Zona 3, en la que los restaurantes indios también predominaban mucho y también los de Bangladesh y otras zonas asiáticas.
Si el dinero no es problema nuestro, en la zona de Convent Garden encontraremos multitud de restaurantes de más alta calidad y unos precios a veces desorbitados. Siempre los vi llenos, por lo que verdaderamente tiene que merecer visitarlos.
Decir que los helados de la ciudad no tienen nada del otro mundo, y que sus cervezas no me terminaron de convencer, prefiriendo en mucha mayor medida las cervezas de Bélgica (que ya más adelante os contaré); por lo que si alguien quiere probar algo en cuanto a bebida muy especial de Londres, lo cierto es que yo misma no llegué a probarlo.
Precios de Londres:
Si bien he ido comentando los precios de las distintas actividades y productos que he ido comentando al o largo del artículo, lo cierto es que para aquel estudiante Erasmus que se replantee irse a la capital inglesa a pasar un año, tiene que saber que los precios son más caros que los que puede encontrar en España. Si en España, con 500-600 euros en una ciudad no muy cara, puedes alquilar piso, comer con garantías y salir de fiesta más o menos las veces que queramos; en Londres eso no va a poder pasar. Con las becas que suelen dar de 300-400 euros al mes, solo nos dará para el alquiler y para ello tendremos que irnos a una zona muy alejada del centro, y a veces incluso peligrosa; rondando los alquileres de una habitación media en el centro en torno a los 600-700 euros (y eso gracias a la bajada de la libra con respecto al euro).
Si ahora añadimos que la comida es más cara en los supermercados, si bien, no demasiado sabiendo dónde comprar, podemos irnos a más de 1.000 euros todos los meses con alguna que otra salida de fiesta. Por ser Erasmus en una ciudad tan grande y cosmopolita como Londres no vamos a tener unas ventajas amplias con respecto a poder entrar en discotecas gratis y colarnos cuando queramos; por lo que habrá que preparar la cartera tanto hombres como mujeres, sabiendo que una copa dentro de cualquier discoteca media puede salir por unas 10 libras, y ni imaginar por cuánto en las más exclusivas de la ciudad.
Las obras de teatro más baratas pueden rondar las 20-30 libras encontrándolas con suficiente antelación o bien rebajadas, y hablo siempre desde asientos alejados de las mejores vistas. Si queremos irnos al mejor o mejores de los teatros con unas vistas impresionantes, no podemos bajar de las 200 libras, cosa que hará que nos echemos para atrás la gran mayoría de las veces.
Lo mejor es que los museos son gratuitos por norma general (alguno hay en que paguemos), por lo que podremos visitarlos todas las veces que queramos al año, si bien otras exposiciones y monumentos son realmente caros superando las 20 libras en la mayoría de las ocasiones (lo cual, se aleja mucho con respecto a los precios medios de España).
Eso sí, los vuelos desde Londres son muy baratos a gran parte de Europa con las compañías low-cost como Ryanair, cosa que aventajaremos a otros compañeros de otros países distintos o ciudades.
Hablando del metro, un trayecto entre las zonas 1 a 4 cuesta más de 5 libras, por lo que recomiendo mirar bien dónde quedarse, los viajes que vamos a realizar, y comprar un bono de viajes múltiples que aminoren el grandisimo gasto que nos va a corresponder cada mes en cuanto a transporte.
Conclusiones:
Londres es una ciudad que gusta, que apasiona, que muestra mucho y poco a la vez porque siempre habrá algo que descubrir para posteriores viajes. Por más que yo misma he estado en varias ocasiones, siempre cuando me vuelvo me quedo pensando en aquel o aquellos sitios que no visité y en los que sí había pensado antes de comenzar el viaje.
Sus parques son enormes, sus edificios en gran parte de la ciudad también, y no podían ser menos sus plazas principales y sus monumentos más emblemáticos. Los museos no se quedan atrás y la variedad de personas en Londres te hace sentir en una ciudad que no corresponda a ningún país del mundo.
La cortesía con las personas extranjeras siempre fue amplia, si bien ahora con el Brexit, no se muy bien cómo estará aquello. Si vuelvo próximamente, añadiré detalles a las descripciones o bien realizaré nuevos artículos con partes más concretas de la ciudad.
Sin duda, con sus más de ocho millones de habitantes, y su enorme espacio, Londres es una ciudad que recordar y tener en cuenta para un viaje y por supuesto para una temporada Erasmus siendo estudiante. Pocas ciudades podrán ofrecer mucho más que ella.
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