Comiendo y bebiendo por Londres

Crecí a tan solo 35 minutos en tren del centro de Londres y durante años me he sentido como pez en el agua navegando por sus calles. Londres es una ciudad en la cual puedo descubrir nuevos sabores, ir a sitios que conozco de toda la vida, reencontrarme con viejos amigos o conocer a nueva gente. Es como mi segundo hogar, donde a cada esquina resuenan recuerdos de mi pasado.

Comiendo y bebiendo por Londres SE1

Si Londres es mi casa, South Bank es el epicentro. Hasta mis veinte años, mi tía llevaba un pub justo al lado del South Bank. De hecho, el pub jugó un papel muy importante en mi camino hacia la madurez. Mi madre y yo teníamos la costumbre de ir de excursión al centro, después visitábamos a la tía en el Rose and Crown, bebíamos algo mientras la saludábamos y finalizábamos el día yendo a un restaurante para una cena entre chicas. También es el lugar donde he hecho amigos para toda la vida, donde conocí a mi primer novio y lloré mi primera ruptura, donde bailé al ritmo de la samba y el jazz y aprendí a servir una caña. El South Bank está a tan solo unos minutos de aquí, al borde del río Támesis. Además de ser el escenario de muchos recuerdos, también cobija restaurantes y pubs muy recomendables. El primero que os quiero presentar es el Founder's Arms, justo al borde del South Bank y con una buena terraza mirando al río. En cuanto a lo que bebidas se refiere, es un lugar bastante tradicional: vino, cervezas, sidra y licores. A pesar de no ser el lugar indicado para cócteles de vanguardia, el lugar me encanta para un día de primavera tardía u otoño temprano con su sidra fresquita o una buena caña bajo el sol.

En Gabriel's Wharf, justo al lado de la torre Oxo, encontrarás un gran número de pequeñas tiendas independientes, restaurantes y bares. Mi favorito entre todos ellos es Studio 54. De hecho, he llevado a muchos amigos conmigo a este lugar, me encanta sentarme en un banco de fuera y empaparme del ambiente relajado de este acogedor rincón bohemio de la capital inglesa.

Si seguimos un poco el transcurso del río llegamos a Dogett's: otro pub tradicional que además fue el lugar de la primera cita de mis padres, así que para mí está lleno de nostalgia familiar. ¡Pero no creas que es la única razón por la que me gusta! Situado justo al lado del puente Backfriars, es el lugar ideal para admirar a los londinenses en toda su diversidad, desde hombres de negocio a curiosos de peregrinaje turístico.

Si sigues bajando por el río llegarás a la galería de arte moderno Tate y, desde allí, en menos de diez minutos estarás junto al barco Golden Hind. Justo al lado del barco se encuentra el The Old Thameside Inn (La antigua posada del Támesis en español). No hay nada mejor como pasarse por aquí un mes de noviembre en un día de típica lluvia y frío británicos y pedir un vino caliente. O cualquier día mientras sea de noche. Al anochecer el bar comienza a cobrar vida, no tienes más que escoger tu veneno favorito y sentarte de espectador a admirar los reflejos de la ciudad sobre las olas ondulantes del Támesis.

Dejando atrás el río, vamos rumbo hacia la calle Cut (próxima a la Estación de Waterloo), aquí se encuentra una de mis coctelerías favoritas de la ciudad. El The Young Vic es un bar-café-teatro y, por consiguiente, la base de mucha gente con fibra artística. También es una coctelería que ofrece una lista de cócteles con nombres de lugares emblemáticos de la ciudad. Mi favorito es Angel: fresa licuada, mango, vodka y cava. Contiene la justa dosis de dulce y de seco con suficientes burbujas como para evitar que te lo bebas de un solo trago. Disfruta bebiendo este o cualquier otro cóctel temático del bar, sea dentro del espacioso edificio de dos plantas o fuera en la terraza del primer piso. Como ya sabréis los que habéis leído mis artículos anteriores, me encanta la terraza y la oportunidad que brinda para ver la calle y la diversa marea de gente fluyendo por la calle.

Por último quiero cerrar esta sección con "Cubana". Se trata de un restaurante cubano (sorpresa) de tamaño modesto y a menudo abarrotado al final de la calle Cut. El ambiente es íntimo y relajado a pesar del ajetreo del personal. Los cócteles están muy buenos: os recomiendo la caipiriña o cualquiera que lleve fruta de la pasión. El cóctel Cubana Passion es de los mejores de los cócteles que llevan fruta de la pasión. Las porciones son copiosas y, si no me equivoco, es el lugar donde comí por primera vez chifles de plátano. Para los que no hayáis tenido la oportunidad de probar esta delicia, los chifles son como unas chips de plátano frito totalmente adictivas. De hecho podría resumir todo el párrafo con la siguiente frase: prueba los chifles y nunca querrás volver atrás.

Soho

Soho es un barrio lleno de bares, pubs y cafés de todo tipo. También es un área amiga del colectivo LGTB+. Después de haberme hecho un tatuaje en este mismo barrio, fui a Comptons en la calle Old Compton con mi madre y mi tía y casi simultáneamente empecé una conversación con un tío que llevaba una doble vida de bailarín de pole dance disfrazado de unicornio en un cabaret de al lado. No hace falta que lo diga, está claro que, vayas a donde vayas en Soho, siempre encontrarás compañía interesante. El pub en sí mismo también es muy confortable. Se trata de un pub al estilo tradicional, pero con una clientela moderna y diversa que hace del pub un lugar acogedor y sin complejos.

El O Bar a menudo tiene hora feliz lo que lo hace idóneo para beber "Porn Star Martinis" uno tras otro. Estos cócteles le van que ni pintados a este lugar debido a la historia del barrio relacionada con el sexo y todos sus derivados, además están muy bien preparados.

Comiendo y bebiendo por Londres (Uno de los puntos más representativos de Soho)

Mi restaurante favorito de este zona es "Ceviche" en la calle Frith y "Wahaca" de la calle Wardour. El primero se dedica a la comida peruana, aunque algo adaptada al lugar. En realidad, las raciones son algo más escasas para un acostumbrado a la verdadera cocina peruana y, por otro lado, tiene un toque de cocina moderna. Cada plato está confeccionado con mucho arte y, a pesar de sus raciones moderadas, son absolutamente exquisitos en sabor y textura. El pastel de choclo (un pastel de maíz) con salsa de huancaína es un postre cremoso y todo un placer para el paladar. El Don Ceviche (preparado con la clásica leche de tigre y lubina) y el Tiradito Rochoso (atún marinado en una leche de tigre preparada con crema de rocoto) son dos platos que nunca faltan en mi menú cuando vengo aquí. Tienen el toque justo de picante, sabor y frescura sin llegar a empachar y van muy bien con un Pisco Sour u otro cóctel a base de piña como Sofía del Mar.

Comiendo y bebiendo por Londres

(Cócteles de "Ceviche")

Wahaca es una buena cadena de restaurantes mexicanos que sirve comida más mexicana que los mariachis. Justo debajo de este restaurante hay una coctelería mexicana llamada Azulito alumbrada con una tenue luz azul. Pero los tacos se encuentran en la planta de arriba. Y vaya tacos. Los hay de todos los tipos: con carne, con pescado o con verduras y el resto de la guarnición va desde bacalao con certificación MSC, pollo tinga, cochinita pibil, cactus o plantago. El que lleva plantago es mi favorito aunque también tengo debilidad por el jugoso pollo tinga. El guacamole y la salsa se preparan a diario y esa frescura se hace valer en el resultado final. Date un capricho con estos dos tacos y un clásico margarita. La combinación de sal, lima y buen tequila blanco es insuperable. La única pega que le puedo poner a esta cadena de restaurantes es que con los años me parece que la dosis de los margaritas ha ido disminuyendo poco a poco a la vez que adquirían más popularidad. O quizás simplemente sea tacaña.

Comiendo y bebiendo por Londres (Un margarita después de haberme hecho el tatuaje y haber hablado con el unicornio bailarín de pole dance)

Camden

Este es el último barrio del que os voy a hablar en este artículo. Camden Town está situado en el norte de Londres y es accesible tanto en metro (que apenas uso) desde Trafalgar Square o con el bus número 24 (mi medio de transporte favorito). High Street, a no ser que estéis pasando por una fase adolescente gótica (yo he pasado por ahí), la podéis pasar de largo. Salvo por un buen bar llamado Blues Kitchen. Supongo que ya deduciréis por el nombre de que va el rollo en este bar: estética de los años 1920 y 1930 y estilo shabby chic con antiguos posters de iconos del mundo del blues. Por supuesto, el bar está animado a todo momento por buena música blues, pero sin estar a un volumen atosigante. Además, la comida parece venir directamente de los estados sureños de los Estados Unidos: sopa de quingombó, siluro, patatas rústicas y alitas de pollo con salsa picante. Me encanta, tanto como para comer como para sentarme en la barra y darme el gusto con un cóctel. Los cócteles son más bien pequeños por saben a gloria con una buena dosis (la justa) de alcohol. El Hemingway daiquiri, dirty mojito o el pisco sour, todos han pasado por la boca de una servidora y te puedo asegurar que son muy recomendables.

Después de comer aquí, la próxima cita es en Camden Lock donde las cosas empiezan a ponerse más interesantes. Aviso: estoy a punto de recomendar un Wetherspoons's. Pero deja que me explique: no lo recomiendo solo porque sea una cadena de pubs baratos en una ciudad donde el nombre pub y el adjetivo barato no se complementan a menudo. Lo recomiendo porque no hay nada más relajante y placentero en la ciudad que sentarse en el muelle, a los pies de un sauce llorón y sus melancólicas ramas mecidas al son del viento, con la compañía de un amigo y una botella de prosecco. Mientras, puedes admirar los barcos navegar y prestar tus oídos al alboroto que viene desde el mercado a través del río. Tómate tu tiempo bebiendo de este lado del río antes de pasarte al otro lado y visitar los puestos de comida.

Comiendo y bebiendo por Londres

Los puestos de comida sirven delicias de cada rincón del mundo y hay de que satisfacer a los amantes del dulce y lo salado: crepes franceses, arepas venezolanas, paella, comida coreana, curri, pasteles, churros, barbacoa... la lista nunca acaba. Tan solo tienes que encontrar la comida idónea que te haga salivar y rugir el estómago y llevártela a la orilla para comerla mientras balanceas tus pies por encima del agua. Para más efecto, asegúrate de que tienes un botellín de cerveza en la mano.

Comiendo y bebiendo por Londres

(Atardecer en Camden Lock)


Galería de fotos



Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!