Lisboa en 2 días + guía. Parte I.

¡Hola a todxs! ¿Qué tal os va todo?

Yo hoy empiezo esta sección de blog en Erasmusu. Voy a usarlo sobre todo para contar experiencias de mis viajes y hacer una pequeña guía por si vais a ir al mismo lugar que tengáis unos consejos útiles. También me podéis preguntar cualquier cosa.

Para empezar, os voy a contar mi viaje a Lisboa con mis amigas y a daros una pequeña guía para aquellxs que vais a visitar la ciudad en un futuro no muy lejano.

A todos nos encanta viajar y más todavía si no tenemos que dejarnos un riñón para ello. Yo soy de Madrid y en enero hice una escapada a Lisboa con cinco amigas de fin de semana. Transporte y alojamiento nos costó a cada una 16€. Siempre hay alguna oferta que merece bastante la pena, aunque no es lo normal que sea tan barato viajar a Lisboa, si bien es verdad que por su cercanía, es bastante económica.

Transporte desde Madrid

La opción más rápida, como siempre, es el avión. Desde Madrid se tarda una hora y veinte minutos y en Skycanner es muy fácil encontrar vuelos desde poco más de 40€ ida y vuelta. Con Ryanair, por lo que tendréis que añadir las maletas (unos 8 euros por trayecto). Hay metro en el mismo aeropuerto, el billete sencillo es 1,40 pero tendréis que pagar una tarjeta que os servirá para toda vuestra estancia. Una tarjeta para todo el día sale por poco menos de 7 euros, 9 si quieres que te incluye ferri (si es esta la opción que eliges para ir al Cristo Rei).

Si lo que buscáis es algo un poco más barato, y no os importa pasar unas pocas horas más de viaje, la mejor opción es el autobús. Flixbus es una compañía que opera en toda Europa y tiene dos tipos de tarifas (desde Madrid), viajando de día el precio por viaje es 9,99€ y viajando de noche son 19,99€. De esta manera, podréis estar en Lisboa por menos de veinte euros.

Alojamiento

Booking, Airbnb son opciones que todos conocemos y donde hay verdaderos chollazos. Otra opción, si viajáis en grupo, es Hostelworld. Esta página es la que utilizan en Interrail y contiene hostales juveniles. Las habitaciones suelen ser de 4, 6, 8 o 10 personas, los baños son a veces compartidos, pero la experiencia y el precio lo compensan.

En mi caso, y lo recomiendo, fuimos a Alface Hostel, en Bairro Alto. La habitación de 6 personas salió la noche a 14€. Es un hostal pequeñito en una zona muy joven y con mucho ambiente de la ciudad. No tiene muchas habitaciones y la mayoría son para grupos, aunque puedes coger una sola cama. Hay habitaciones privadas dobles y mixtas de 4, 6 o 10 camas.

Si llegas antes, tienen un pequeño armario en el que puedes dejar el equipaje hasta que la habitación esté preparada.

El resto son salas comunes, tanto los baños como la cocina/comedor. Los baños están muy bien cuidados. Hay uno para hombres y otro para mujeres. Con lavabos, aseos y duchas. Además hay algunos productos de aseo colocados en una cesta de mimbre en un banco que hay para dejar las cosas mientras te duchas.

En cuanto a la cocina, el desayuno está incluido en el precio. Es una cocina/comedor con una gran mesa en la que pueden entrar diez personas. Para el desayuno hay tostadas, leche, zumo, cereales, café, … Tú te sirves lo que quieras, te puedes hacer tostadas, el café, calentar la leche, … lo que quieras. Eso sí, siempre y cuando luego dejes todo tal y como estaba (tienes que fregar todo lo que uses y recoger todo lo posible). También tiene una nevera en la que puedes dejar lo que quieras (por ejemplo, si compras algo para la cena o para tu propio desayuno).

Cuando fuimos había varias recepcionistas, todas muy amables que son entendieron perfectamente en español. También hablan inglés y portugués.

Si preferís un hotel, personalmente recomiendo alojarse cerca de Rossio, es un zona muy céntrica y bien comunicada, además de contar con una plaza muy muy bonita.

Día 1

Lo primero que os recomiendo, y que mis amigas y yo hicimos, es dejar el equipaje en el alojamiento.Si es pronto, no podréis hacer aún el check in pero os guardarán todo hasta que volváis. Lisboa es una ciudad para 'patearla' por lo que cuanto menos tengáis que cargar, mejor.
Nosotras llegamos muy pronto por lo que primero andamos viendo la ciudad, por plazas como la de Rossio y la Plaza del Comercio, desde la que se puede ver el amanecer si llegáis pronto.

Nuestra primera parada importante fue la Calle Rosa. Es bastante fotografiada en la ciudad, nosotras mismas supimos de la existencia de este lugar gracias a las redes sociales y las fotos de las personas, pues es verdad que no es un lugar turístico ni tiene nada que visitar. Es un pequeño tramo de una calle muy colorido, con el suelo rosa. Si os apasiona la fotografía, las imágenes quedan muy chulas, pero es verdad que no tiene más que eso. Es una zona de fiesta nocturna, por lo que por la mañana suele estar todo el suelo mojado del camión de la limpieza.

Después de hacernos la correspondiente foto, nos dieron las 9 de la mañana, el momento en el que abría el Mirador de Santa Justa, por lo que nos acercamos en ese momento.

Son muchos los miradores que hay la ciudad (también las cuestas, tanto subidas como bajadas). Este es uno de los más conocidos, y por lo tanto, de los más transitados.
Lo mejor para evitar colas es llegar a primera hora o si no, hacer el recorrido contrario, coger el ascensor arriba y bajar en él, al contrario de lo que hace la mayoría de los turistas.
También es muy bonito ver el atardecer desde allí arriba, se ve toda la ciudad.
La subida está incluida con la tarjeta de transporte y el mirador sale por solo 1,50€.

Por tema de horarios y días de apertura, lo que hicimos después fue dejar Lisboa, en tranvía (también incluido en la tarjeta de transporte) para ir a Belem. Belem es visita obligada si se va a Lisboa. Allí está la Torre de Belem, el Monumento de los Descubrimientos y el Monasterio de los Jerónimos.

Las colas son bastante largas en los tres sitios y no dejan de aparecer turistas en cada tranvía que para. Por eso, yo os recomiendo que elijáis subir a la Torre de Belem o al Monumento de los Descubrimientos, pero no a ambas o se os irá bastante tiempo. Hay una distancia de unos diez minutos entre uno y otro, pero ambos son dos miradores con unas vistas muy similares.

Nosotras subimos a la Torre de Belem, la entrada cuesta 6€, pero con el Carné Joven sale a mitad de precio. Es una pequeña torre, metida prácticamente en el agua, con varias plantas. Por dentro está totalmente vacío, pero tiene una cosa curiosa. Son varias plantas con unas escaleras de caracol muy estrechas que conectan unas con otras entonces, ya que son muchos los turistas que quieren subir y bajar, han colocado un ascensor para que durante un cierto tiempo solo se pueda subir o bajar y no se crucen las personas a medio camino.

En cuanto al Monasterio de los Jerónimos, suele haber mucha cola a primera hora, por lo que es mejor acercarse un poco más tarde o a la hora de la comida. Si no lleváis mucho tiempo, como era nuestro caso, nosotras decidimos solamente entrar a ver la iglesia, que merece la pena y es totalmente gratis.
También es obligado probar allí los pastelitos de Belem, unos pasteles de nata que están buenísimos. Que no os asusten las largas colas de las panaderías, son muy muy rápidas y los pasteles salen recién hechos. Además, son muy baratos, y te dan un sobre de azúcar glass y otro de canela.

Después de esto (y de comer) nosotras volvimos a Lisboa, de nuevo en tranvía con la tarjeta de transportes.

Decidimos subir al Castillo de San Jorge. Este castillo está a una altura considerable, y en la zona contraria al mirador de Santa Justa, por lo que la vista de la ciudad es distinta. Se trata de las ruinas de un antiguo castillo. Es curioso que hay una zona de jardines llena de patos y pavos reales que dan un verdadero espectáculo.

El castillo abre a las nueve de la mañana y, según la época del año, cambia la hora de cierre. De noviembre a febrero cierra a las seis de la tarde mientras que de marzo a octubre está abierto hasta las nueve.

En ese momento empezaba a atardecer. Una vez que sales del castillo y empiezas a bajar para volver al centro de Lisboa hay varios lugares que merece la pena visitar.

El primero de ellos es, como no, un mirador, el Mirador Santa Luzia. Es muy bonito, muy portugués, con unos azulejos azules y unos jardines. La vista desde aquí cambia un poco, se ve sobre todo el río. Hay un poco más abajo una pequeña terraza donde puedes tomar algo.

Después de pasar las últimas horas de sol en este mirador, seguimos bajando un poco hacia la Catedral de Lisboa, una catedral muy bonita y acogedora. Allí se puede coger el tranvía 28 que te vuelve a dejar en el centro de la ciudad y que recorre los principales monumentos. Además, es el más conocido y turístico por ser el más parecido a los primeros tranvías que hubo.

Nosotras tras esto cogimos algo para cenar y dimos por concluido nuestro primer día en Lisboa, que había empezado a las seis de la mañana.

La próxima semana en una nueva entrada os contaré cómo fue nuestro segundo día en la capital portuguesa.

¡Gracias por llegar hasta aquí!

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