La pesadilla de viajar con Viva Air Perú
Sábado 14 de octubre del 2017, al fin había llegado el gran día de poder hacer uno de los viajes que más estaba esperando ya que por primera vez iba a viajar con mi hermano mejor y con mi mamá juntos. Pero por cosas de la vida se convirtió en una de mis más grandes pesadillas. No suelo escribir cosas negativas de mis experiencias de viaje, pero creo que este le puede ayudar a ustedes para que sepan a qué servicios atenuarse cuando vayan a tomar un servicio de la compañía Viva air Perú
Feliz de precios low cost en Perú
Este año por primera vez se anunciaron con bombo y con platillo la llegada de una empresa low cost llamada viva Air, la misma que ya opera en Colombia como “Viva Colombia”. Lo interesante de esta fiesta de precios bajos era que también iba a incursionar en Perú por primera vez, y una de las estrellas de este nuevo tipo de oferta era viva air. Empezaron con una buena publicidad, los medios de comunicación no hacían más que hablar de este servicio de bajo costo para los cielos comerciales peruanos, uniendo de esta manera a diferentes destinos para que por primera vez en la historia volar sea hasta mucho más económico que tomar un bus provincial.
Viva air fue esperada con una gran acogida en los cielos peruanos, los medios de comunicación tanto en radio, televisión y periódicos las anunciaban por sus promociones de infarto que iban a lanzar. Fue por ello que hablando con una de mis amigas se me ocurrió en el mes de abril hacer la compra para poder ir a la selva junto con mi madre y mi hermano menor, quién nunca antes se había subido a un avión. Quería que viva conmigo aquella experiencia y de paso poder pasar unos días junto con ellos.
No maletas de carga
El servicio de Viva Air Perú vino para poder revolucionar el cielo peruano. Una de las cosas de viajar en compañías de lowcost es que no te permiten llevar de manera gratuita algún equipaje de carga, por lo que si uno querria tomarlo debería de pagar un servicio adicional para poder hacer valido dicho servicio. Una de las cosas entonces que muestra como desventaja el viajar con una aerolínea low cost es que no podrás llevar una maleta de carga gratuita. Lo que sí puedes llevar es un equipaje de cabina, el cual no debe de pesar más de seis kilos por cada persona.
Comprando el pasaje
Una de las cosas que debí de hacer entonces cuando decidí comprar mi pasaje fue la de buscar una tarjeta de crédito para poder pagar desde donde me encontraba, para así comprar el pasaje desde Lima a Iquitos. Para mi mala suerte no había hecho la compra aún, ya que no contaba con una tarjeta de crédito. La reserva de pasaje la había hecho por unos 110 dolares para dos adultos y un niño de 9 años, por lo que el pasaje me estaba saliendo bastante económico teniendo en cuenta que eran tres pasajes ida y vuelta, sin opción a cambio y con un viaje para el mes de octubre.
En ese momento no sabía qué hacer, así que una de las cosas que se me ocurrió fue la de contactar a una de mis mejores amigas que vivía en Lima para que me prestará su tarjeta de crédito y así poder hacer la compra para este viaje esperado. Mi amiga me pudo contestar el teléfono y fue entonces cómo pude luego de ello enviarle el dinero por western unión para que así ella lo pueda cobrar y entonces pueda ayudarme con el proceso de la compra del pasaje de la selva. Mi familia no conocía Iquitos y quería que de alguna manera se lleven una muy buena impresión de su primer viaje a la selva y con mayor razón si este iba a ser sorpresa para ellos dos. Finalmente mi amiga me ayudó con la compra y el viaje estaba programado desde el sábado 14 de octubre hasta el 17 de octubre del 2017.
Cambios y más cambios
Cuando compré el pasaje lo compré con la intención de que el viaje sea durante la mañana del sábado y regrese la mañana del martes, y ese supuestamente iba a ser mi itinerario, pero por desgracia la empresa Viva Air Perú había empezado a hacer cambios, moviéndolo para el mediodía y después para las 18:40 de la noche? Para el retorno a Lima también venía con un cambio de por medio ya que incluía hacer un cambio para las 21:40 hrs de la noche.
En esos momentos de los cambios yo me encontraba en Italia y recibía mensajes a mi correo electrónico, el cual me indicaba que iban a ser una modificación y que debido a ello si quería podían hacer un cambio del vuelo como también un reembolso en caso lo quisiera. Como mi viaje aún estaba lejos, para que se realice entonces había quedado con mi hermana que me ayudará a hacer el cambio. Sin embargo, como es la cosa que a veces la vida te trae sorpresas y con ello la necesidad de supuestamente aprovechar las oportunidades que se te presentan, esto lo menciono debido a que entonces se me ocurrió la genial idea de preguntar a mi hermano menor si efectivamente quería viajar o no, su respuesta sin duda alguna iba a ser positiva, por lo que nos teníamos que mentalizar que de todas maneras para el sábado 14 de octubre nos íbamos a ir de viaje en medio de una temporada en la que me encontraba un poco delicada de salud por el cambio de clima, ya que había llegado a Lima recién (el 01 de octubre) e iban a pasar unas dos semanas previamente para después empezar a tomar los servicios de Viva Air Perú con destino a la encantadora ciudad de Iquitos, de la cual estaba leyendo cada vez mucho más para poder hacerla de guía con mi familia en esta escapada de fin de semana.
Enfermedad a la vista
Como les conté había llegado a Lima desde el 01 de octubre por lo que se me hacía cada vez un poco más difícil poder adaptarme a lo que para mí era antes el día a día y la cotidianidad, y aunque parezca gracioso, una de las cosas que me afecto (a pesar de que aquí nos encontramos en primavera) era el clima. Tenía mucho frío en mi casa de Perú y necesitaba poder usar la calefacción, por lo que no veía la manera de que llegara el momento oportuno para poder entonces recuperarme, puesto que los dolores de estómagos, los vomitos junto con la fiebre eran pan de mi vida en el día a día.
Por otro lado mi mamá, que estaba trabajando haciendo sus queques para ese día sábado, tenía que entregar un pedido de cupcakes, y se le iba a ser un poco complicado poder terminar a tiempo con todo este proceso, por lo que no había manera más que seguir empujando el coche de este barco para que así pueda tener tiempo y chance de viajar. Yo quería que de alguna manera se pueda relajar de esta labor pudiendo hacer entonces una pausa en su agitado día a día, para que así se pueda dar el lujo de tener las vacaciones que ella merecía.
El día llegó, momento de partir
El momento estaba llegando entonces para poder empezar este viaje que prometía poder ser uno de los más inolvidables. Mi mamá por un lado se encontraba con un gripe que no la dejaba en paz, mientras que yo también empezaba a tener un poco de ello; el único que no tenía nada era mi hermano menor, por lo que teníamos que ir así: nos encontráramos enfermos para poder ir a este viaje que tanto esfuerzo nos estaba ya costando.
Casi todo lo realizamos en el último momento, debido a que me tuve que ir a una tienda para imprimir nuestras respectivas tarjetas de embarque además de alistar la mochila viajera. Todo esto lo hice faltando apenas una hora poder salir rumbo al aeropuerto. Afortunadamente nuestra casa se encuentra cerca del aeropuerto, por lo que esto no nos iba a tardar más de 15 minutos en taxi para poder llegar al aeropuerto desde nuestra querida casa.
Mi mamá entonces se había acercado a dejar la torta a su cliente que ya se encontraba listo para ser enviado y con las mismas. Cuando regresó a casa en menos de 20 minutos tuvo que alistarse para poder partir junto con nosotros. Mi hermano el pequeño ya se encontraba listo y emocionado para poder ir de una vez al aeropuerto internacional Jorge Chavez. Una vez que mi madre ya se encontraba lista decidimos salir a la velocidad de la luz para poder tomar un taxi que nos iría a cobrar más o menos unos 10 soles haciendo una previa negociación para pagarle en efectivo y que nos deje en la puerta externa, ya que no podía ingresar al parque por no tener el permiso de ingreso. Pero a pesar de ello eso era lo que menos nos interesaba, ya que lo queríamos era llegar al aeropuerto para poder hacer nuestro viaje y empezar a volar rumbo a nuestro destino de la selva que con tanta ansia estábamos esperando (sobre todo mi hermano menor, ya que como les conté era la primera vez que se iba a subir a un avión, y de alguna manera la emoción lo estuvo embargando desde que salimos de casa).
El check in en el aeropuerto de Lima
Teníamos que haber llegado a la parte del embarque alrededor de las 18:40. Habíamos llegado exactamente al aeropuerto cerca de las 17:45 hrs: teníamos el tiempo en contra de nosotros para poder tomar el avión. Pero no importa, como no teníamos equipaje de carga no era necesario hacer el check in en el aeropuerto (ya que esto lo había hecho previamente en mi casa para poder ir con más calma al aeropuerto), por lo que una vez que estuvimos por aquí no teníamos manera de poder ver aún en la pantalla la salida del vuelo que nos llevaría a Iquitos.
Lo que más bien sí hicimos en este momento fue pasar por migraciones para el control de seguridad. Allí sucedía lo típico de retirarnos los correos y retirarnos cualquier objeto de metal para que pase por su maquina que escanea; así que una vez que llegamos a hacer ello, ya podíamos entonces respirar, tranquilos de que no íbamos a perder nuestro vuelo a Iquitos. Estábamos ya entonces en la zona de embarque y lo que teníamos que ver era en qué puerta iba a ser el traslado del avión. Mi hermano que no conocía esta zona del aeropuerto se quedó mirando las tiendas de suvenires que se hallaban aquí, mientras que por otro lado, yo me quedé buscando en la pantalla nuestro tan ansiado vuelo con viva air Perú.
La reserva de hospedaje
Todo esto lo hice faltando una noche antes para que sea la fecha del vuelo. Empecé a buscar por internet algún hospedaje económico, y fue así que pude entonces ponerme en contacto con uno de ellos que para mi buena suerte nos estaban haciendo la reserva sin una tarjeta de crédito, por lo que de alguna manera esto me convenía a mí, debido a que no contaba con una y no quería molestar a mis familiares con una de ellas. Lo único que sí me pidieron era saber si quería tomar un taxi para que me recogiera llegando a Iquitos el costo del servicio iba a ser de 20 soles para pagar directamente al conductor. Fue entonces cuando le dije que para mí no había ningún problema entonces para poder hacer esta reserva de traslado y así poder asegurar que alguien no iba a esperar en la noche para ir directamente al hospedaje. El hospedaje nos iba a costar menos de 300 soles por la cantidad de 3 noches aunque de todas maneras tenía que gestionar también lo de ver para el late check out o noche adicional ya que el avión iba a salir a las 21:00 hrs de la noche con retorno a Lima.
Empezó la pesadilla
Una de las primeras cosas que entonces empezaron a suceder después de que estábamos en la zona de embarque era ver con nuestros propios ojos que el vuelo se encontraba demorado, bueno fuera que solo se encontraba con demora sino que no había nadie en el momento que nos dijeran a qué hora iba a salir el vuelo y cuáles eran las razones de la demora.
La pesadilla entonces empezaba en aquel momento. Mi madre que no había ni siquiera almorzado para poder llegar a tiempo tuvo que venir con el estómago le vacío, y después de rogarle para que me deje comprarle algo le pude comprar entonces una empanada en el aeropuerto (que dicho sea de paso todo lo que esta en el aeropuerto de Lima se encuentra bastante caro: el precio era de 10 soles una empanada junto con un vaso de chicha que se encontraba disponible para ello).
Fue entonces que mi mamá se quedó sentada en una de las filas de la sala de espera junto con mi hermano hasta poder ver en la pantalla alguna información que nos permitiera saber a qué puerta debíamos de ir. Mi mamá estaba más cansada que nunca, pero a pesar de ello no perdía la actitud positiva. Desde ese momento ya empezaba entonces nuestra pesadilla en el aeropuerto y todo por culpa de la compañía Viva Air Perú.
Luego de estar esperando más o menos una hora en la zona de embarque, finalmente había salido la puerta por dónde iba a salir el vuelo desde Lima a Iquitos. El número decía el 36 por lo que debíamos de bajar las escaleras para ir a ese embarque, fui entonces a pasarle la voz a mi mamá con mi hermano para que se alistaran y empezarán a caminar conmigo rumbo a este nuevo destino de espera. Cuando llegamos la chica del counter estaba prácticamente terminando de hablar, lo único que llegué a saber en ese momento era que el vuelo iba a partir más o menos en una hora.
Esperando en la puerta 36
Sentamos los tres, con un internet inalámbrico que no funciona en el aeropuerto de Lima, estábamos sentados mi mamá, mi hermano y yo. Mi hermano estaba a pesar de todo con una sonrisa en el rostro y con unas ganas de querer subir al avión. Mientras eso sucedía tuvimos también la llegada del equipo del Sporting Cristal del Callao, (yo no soy tan hincha de los partidos locales así que solo me pude dar cuenta que eran algo famosos para que las personas de son del Callao). Ellos estuvieron sentados al costado de nosotros, pero tantas eran las personas de dicha delegación que mi mamá y yo para no incomodar nos fuimos a un costado de otra fila muy cerca de ella para poder estar también de paso mucho más tranquilos.
La gente seguía llegando más y más para tomarse fotos con el equipo del Sporting Cristal del Callao, mi mamá y yo solo hacíamos más que reírnos del fanatismo de algunas personas que estaban por allí. De paso que también los de dicha selección estaban afanando a unas turistas que estaban cerca de ellos, pero como creo ninguno hablaba inglés se rindieron, y no les quedó de otra más que solamente sonreír.
Ya había pasado más de una hora, y la verdad que la paciencia ya se me estaba agotando: mejor dicho, en ese tiempo para que la paciencia no se me consuma lo que hice fue prender mi computadora para ver junto a mi hermano alguna película que tenía instalada en la computadora para que de paso tampoco él se me aburra, esperando a que nos dieran alguna novedad. En ese momento me acerque entonces al counter de las chicas de Viva Air cerca a la puerta 36, y me dijeron que alrededor de las 20:30 iba a salir el avión, por lo que no me quedaba de otra más que seguir esperando junto con mi hermano menor y mi madre, que era lo que más, de alguna manera, fastidio me daba, ya que no quería que esperasen tanto. Se suponía que este viaje iba a ser para relajarnos y no para acabar así pero viva air Peru iba restando puntos cada vez más y más.
La primera llamada de embarque, la jugada de la mentira
Eran ya casi las 21:10 hrs cuando finalmente la chica del counter de Viva Air Peru nos dijo que ya todos podíamos empezar a hacer nuestras filas para poder hacer uso del servicio rumbo al bus que nos llevaría al avión, y así fue entonces que más o menos unas 70 personas subimos al bus rumbo a donde se encontraría el avión. Mi hermano emocionado se tomó un par de fotos de espera para que viéramos lo feliz que se encontraba de estar allí, pero esto más bien se iba a convertir muy pronto en una pesadilla para el pues saber que tenía que esperar tanto también ya lo estaba afectando.
Una vez que ya todos los pasajeros nos encontráramos en el bus, este mismo empezó su recorrido lentamente hasta la zona donde se encontraba el avión, y desde allí ya me estaba dando mala espina de que algo malo podía suceder, debido a que nos estaban diciendo (luego de estar 15 minutos sin poder salir del bus mirando justo en frente de nuestros ojos el avión) de que ahora nos iban a regresar a la zona de embarque nuevamente, para que pudiéramos esperar solo unos 15 minutos más, que en verdad se convirtió en una hora larga de espera.
No lo podía creer, nunca antes me había podido suceder un servicio de este tipo. Me daba tanta cólera de que mi hermano menor estuviera viendo esto y viviendo esto conmigo, claro también mi madre, que se saca el ancho día y noche para que nos estuvieran paseando en el bus. Lógicamente no éramos los únicos que nos encontrábamos así con este amargo sabor en los labios, puesto que los demás pasajeros también se encontraban indignados con este servicio de Viva Aire Perú
Cena gratis para calmar las aguas
Como les conté no solo yo me encontraba con el sin sabor en los labios, también todos los pasajeros que se encontraban en el bus y que estaban siendo devueltos a la puerta de embarque, yo sé que las chicas que nos atendieron de viva air Peru no tenían tanta responsabilidad de ello, así que tuvieron que pagar las consecuencias de escuchar la molestia de todas las personas que estábamos más de 4 horas poder tomar nuestro vuelo a Iquitos: esto era algo que definitivamente nadie se lo iba a imaginar.
En ese momento de la desesperación, llegó uno de los chicos de carga para decirnos que había habido un problema con la puerta del avión y que por seguridad debían de darle un mantenimiento, pero que esto se iba a resolver en unos 15 minutos de espera aproximadamente. No sabía si reír o llorar con la información que estaba escuchando en aquel momento. Otra de las cosas que una de las pasajeras mencionó en aquel momento era que efectivamente estábamos viajando con niños menores, quienes ni siquiera habían cenado y que todo esto era responsabilidad de Viva Air Perú.
En medio del tumulto y de la agitación, la chica representante de Viva Air Perú nos dijo que nos iba a dar un voucher de alimentación gratuita en un local dentro del aeropuerto llamado 365. Allí entonces estuvimos esperando para que nos atendieran. Al menos les puedo confesar que eso, de alguna manera, calmó a algunos que estaban aquí con nosotros, pero no a todos, puesto que también habían personas que estaban totalmente disgustadas. Yo era las que me encontraba serena en aquel momento, ya que estaba con mi hermano menor y con mi mamá, así que fuimos a comer entonces tres triples junto con una personal de gaseosa para poder recargar nuestras energía y seguir entonces nuestro calvario que se llamaba Viva Air Perú.
Momento de subir al avión
Me encontraba entonces con mi mamá y mi hermano terminando de comer el triple para cuando el mismo chico que nos dijo que el avión iba a salir en quince minutos ya que iba a encontrar listo para partir, esos quince minutos en verdad se convirtieron en casi una hora de espera puesto que eran las 22:30 hrs cuando empezamos a subir al bus para poder ser llevados al avión y que para nuestra buena suerte esta vez sí nos llevó hacia nuestro avión para que así todo el grupo que se encontraba en aquel momento empezará a subir al avión. Mi hermano estaba tan emocionado en aquel momento que me daba una cólera increíble saber de lo tanto que habíamos estado esperando para que esto sucediera: desde las 17:30 hrs habíamos esperado cinco largas horas y el momento al fin había llegado.
Felizmente nuestra reserva nos tocó en filas juntas por lo que mi mamá, mi hermano menor y yo estábamos uno al lado del otro. Mi hermano empezó a sentarse para el lado de la ventana para poder ver así cómo se veía en el avión este vuelo. Sin embargo, a pesar de todo ello mi hermano iba a pasar por una mala experiencia (bueno, no solo él sino también todos los que estábamos dentro de este vuelo que nos traía más que un dolor de cabeza).
Nunca antes había tomado los servicios de Viva Air Perú y la verdad que hasta el mismo despegue parecía tan lento, por otro lado las chicas del avión que daban las indicaciones empezaban a tutear a las personas, la verdad es que no sé si esto es parte del servicio fresco que quieran dar los de Viva Air Perú pero a mí particularmente no me gustaba en lo absoluto, puesto que no solo estaba yo allí sino también gente de la tercera edad por lo que yo les recomendaría que cambien su “Speech”
Estábamos entonces escuchando las indicaciones de la chica de Viva Air Perú cuando finalmente empezó a despegar el avión. Mi hermano fue el más emocionado de los que se encontraba allí, así que le tome un par de fotografías para retratar el momento. Bueno, me dije a mi misma, a pesar de todo al menos estamos ya volando, íbamos a llegar bastante tarde a Iquitos pero al menos ya nos encontrábamos rumbo a nuestro destino, por lo que no me podía quejar tanto. Creo que de alguna manera lo que buscaba era darle apoyo a las ilusiones de mi hermano para hacer que sus vacaciones sean bonitas y que queden en su memoria.
A pesar de todo esto, yo la verdad les voy a ser sincera que ya me encontraba cansada de poder haber estado todo el día en el aeropuerto, y lo único que quería en aquel momento era poder descansar, así que caí rendida a los brazos de Morfeo, con mi cinturón de seguridad ya nada me podía pasar y mi hermano menor se encontraba hablando con mamá diciéndole de lo emocionado que se encontraba de estar en este vuelo y de ver todas las cosas que se podían observar desde lo alto, felizmente momento después él también quedo rendido en el sueño y se empezó a dormir a un lado, mientras más bien yo era la que me estaba despertando cuando finalmente nos dijeron por los parlantes faltando menos de 20 minutos para que el vuelo aterrizará de que por los problemas climáticos que estaban sucediendo en Iquitos; el avión tenía que regresar nuevamente a Lima. No lo podía creer. En aquel momento no sabía si ponerme a reir o llorar de la noticia, ¿cómo era posible que nos este sucediendo esto y tantas cosas negativas en una sola tarde, y todo por responsabilidad de Viva Air Perú? Mi hermano que estaba durmiendo no escuchó este cambio de último momento, y ahora cómo le iba a decir a él que ya no ibamos a ir a Iquitos sino que más bien nos estábamos regresando nada más y nada menos que por donde despegamos, teníamos que regresar a Lima y allí otra historia más nos iba a esperar, otro pleito que debíamos de luchar estaba a la vuelta de la esquina.
Regresando a la puerta de embarque del aeropuerto Jorge Chavez
Cuando llegamos, una de las primeras cosas que nos mencionaron en el avión es que una de las personas del aeropuerto nos estaría esperando para poder darnos más información de lo que deberíamos de hacer para saber dónde teníamos que ir para este cambio de vuelo, o mejor dicho la cancelación de la misma que estaba sucediendo a último momento.
El avión entonces aterrizó en la ciudad de Lima, y desde allí entonces llegamos a la puerta de embarque que ya se encontraba completamente vacía. En ese instante, lo único que pensé fue en seguir a la multitud para poder saber hasta dónde estaríamos llegando en este viaje. Llevando cada uno de los tres nuestra pequeña mochila, empezamos entonces a caminar y a seguir a la mayoría de ellos. Con todo el grupo nos dirigimos hasta los counters que se encuentran las diferentes empresas de aerolineas que dan la información de los vuelos que se encuentran disponibles en aquel momento para la salida y los check in de maletas.
Tanto era nuestra mala suerte, que cuando llegamos no encontramos a ninguna persona de la empresa Viva Air en el counter, por lo que tuvimos que regresar hacia la entrada de donde estaban las personas de las llegadas nacionales, para así poder seguir con el trámite. Sin embargo, para nuestra mala suerte no encontramos a ningún representante de la compañía que se encontrasé en la puerta. A diferencia de ello, lo que sí encontramos fue a una señora de gran tamaño de seguridad que no nos permitía regresar a la puerta de embarque, ni tampoco para quienes tenían las maletas en el aeropuerto cómo equipaje de carga. Al parecer la mala suerte nos estaba jugando una mala pasada, y eso no iba a ser impedimento para poder reclamar nuestros derechos.
Que se calmen las aguas
Todas las personas que estábamos allí queríamos escuchar a un representante de la compañía Viva Air, pero no podíamos encontrar a ninguno, así que con todo ello tuvimos que seguir esperando los resultados. Lo único que nos dijeron en la entrada es que dentro de unos instantes más llegaría un represetante y que la seguridad del aeropuerto estaba administrando y viendo la posibilidad de poder ayudarnos con este problema.
Mientras eso sucedía, una de las señoras tomó su celular y con ello empezó a comunicarse por teléfono con un representante de Viva Air Perú para ver qué iba a suceder. En ese momento se dieron cuenta todos los que estábamos allí de las posibles respuestas que Viva Air nos podía dar a nosotros, ya que una de las cosas que nos informaron en aquel momento era que el vuelo efectivamente había sido cancelado por mal clima en la ciudad de Iquitos y que lo que teníamos que hacer ahora era más bien esperar, que supuestamente el avion volvería a partir nuevamente al día siguiente a primera hora del día, le informaron ello, y también que el avión iba a partir en la tarde del domingo. Como se están dando cuenta no había una respuesta consisa de lo que queríamos esperar en este momento, por lo que no nos quedaba más que esperar la respuesta de un representante de la compañia que llegara físicamente a darnos más información al respecto.
Mi hermano estaba con un cara de pocos amigos, y la única que estaba tranquila en aquel momento era mi mamá, por lo que les dije que mejor se regresarán a la casa, ya que esto al parecer por cómo estabamos viendo la situación tenía para rato, así que sin esperar tanto malestar ellos me dijeron que de todas maneras iban a esperar a que yo terminará todo para poder regresar juntos a casa y así fue. Era ya casi la una de la mañana y aún no teníamos ninguna respuesta. La impotencia no solo venía de parte nuestra, sino tambien de las personas que estaban allí y adicionalmente a ello habían personas que no hablaban español y les era imposible poder entender qué estaba sucediendo y a dónde debían de acercarse para poder tramitar este servicio que aún estaba en la espera de una respuesta no solo de parte de ellos sino de todos los que nos encontrabamos allí.
Finalmente, luego de estar esperando, llegó una persona con su chaleco naranja y con su camisa blanca y pantalón negro usando unas gafas oscuras. Nos mencionó a todo el grupo que dentro de unos momentos más personal del aeropuerto traería las maletas hasta la puerta para recoger a quienes habían venido con equipaje de carga, pero que con lo que estaba relacionado con el retraso y cancelación del avión lo único que nos estaban dando como solución era ir al hotel Sheraton para poder luego de ello regresar al día siguiente temprano al aeropuerto y seguir con esta via crucis. Por un lado estábamos un poco tranquilos de escuchar esa información, pero por otro lado ¿qué nos iba a asegurar que podíamos seguir entonces con este procedimiento, y hacia donde debíamos de llegar? (nos mencionaron solamente que a la espalda del hotel Costa del Sol Ramada se encontraría uno de los shuttle que nos llevarían a pasar la noche en el hotel Sheraton).
Muchas de las personas en aquel momento entonces decidieron tomar sus maletas sus pocos equipajes. Lo único malo de tomar esta decisión es que no ibamos a tener una hora exacta de vuelo para el domingo: supuestamente esa información de decir "a primera hora del día" no nos garantizaba nada. En mi casa el viaje que había organizado era para regresar el martes 17 de octubre, sin embargo con todo este alboroto no tenía internet ni siquiera para comunicarme con el hospedaje, ya que no quería cubrir la penalidad de un no show allí y tampoco saber que un taxista nos estuvo esperando por horas y que nunca llegamos para poder tomar su servicio.
Momento de hablar con INDECOPI
En ese momento, mientras nos encontrabamos esperando una respuesta, es que un grupo de unas nueve personas que se encontraban allí empezaron entonces a acercarse a un counter de INDECOPI (esta organización que le pertenece al estado defiende los derechos de los consumidores y ofrece un servicio de asistencia cuando un cliente recibe un mal servcio, además de asesorar en las compensaciones que debe de dar la empresa que ha afectado al cliente) por lo que una de las primeras cosas que hicimos en aquel momento fue entonces la de esperar que ese grupo, dirigido por una señora, de nueve personas terminará de explicar todo lo que había pasado para poder también, bajo mi nombre, reclamar el servicio de un reembolso del pasaje que era más o menos de unos 365 soles por ser un vuelo low cost.
El señor que estaba en la ventanilla pudo escuchar con calma de la situación de cada uno de nosotros y nos asesoró entonces en darnos información del proceso que debíamos de seguir en ello para que no nos metan gato por liebre, y podamos entonces seguir con el proceso de reembolso, o al menos hacer valer nuestros derechos.
Por un lado si Viva Aire hubiera podido llegar a tiempo (mejor dicho, si hubiera podido despegar a la hora que se encontraba programada) este infortunio jamás hubiera podido suceder con el proceso de esperar más de cinco horas en el aeropuerto para poder ir rumbo a la selva peruana, así nos encontrabamos con esa impotencia de haber esperado toda la tarde y noche que nos hagan pasar un sin sabor esperando, y que encima nos digan que teníamos que esperar hasta el día siguiente para una respuesta. Esto era algo que no lo ibamos a dejar pasar tan así como así, por lo que entonces no nos quedaba otra que dejar formalmente nuestro reclamo con INDECOPI para que nos ayudará con ese proceso de reembolso.
Fue entonces que estando entre todo este proceso de espera que nos dijeron que la compañía tenía entonces 8 días hábiles para poder comunicarse con nosotros. En el caso del grupo de nueve personas, le informaron que dentro del día miércoles tenía que regresar para poder al aeropuerto y tener una reunión con los del de Viva Air en la puerta de INDECOPI, que esto iba a hacer para poder llegar a un mutuo acuerdo, y que si no estabamos presentes o si en caso la aerolinea no se manifestaba antes de la fecha, lo único que podíamos seguir con este proceso era de esperar a que la empresa se manifestará para que nos pudiera resolver este problema que teníamos por este vuelo que de lo que queríamos que sea un viaje inolvidable (lo resultó ser sí, pero para convertirse en una pesadilla que hasta el día de hoy lo sigo recordando como uno de los viajes más horribles en el aeropuerto: nunca antes me había sucedido de tener que esperar tanto tiempo, subir a un avión para que luego el mismo se regresé sin exito).
Fue entonces en este proceso que estando en el aeropuerto después de que el grupo de nueve personas termianran con su pedido, que nos tocó a mí y a mi mamá poder hacer formal nuestra queja. Esta vez, como ya el representante de INDECOPI conocía nuestro caso, solo hizo algunas modificaciones a las hojas anterior del grupo para que nos pudieramos a poner en contacto con Viva Air Peru, para que así fuera posible el desarrollo de la respuesta formal que teníamos que esperar de la empresa Viva Air Perú.
Con todo el proceso de la espera ya habíamos esperado hasta casi las dos de la mañana, y fue entonces que habíamos terminado muertas de tanto esperar, y sobretodo mi hermano menor que se había ilusionado un montón en venir aquí para volar y llegar a Iquitos que sea entonces lo que teníamos que esperar, una espera terrible, como decimos en mi familia para bromear, con hambre, sed y dolor.
Luego de haber tenido entonces la respuesta de INDECOPI, me entregaron una hoja para que con ello tenga mi sustento del reclamo, y entonces era ya el momento de regresar a casa. Los taxistas del aeropuerto empezaron entonces a buscar a sus carnadas para poder llevarnos a casas. Algunos de ellos querían cobrarnos hasta un promedio de 35 soles por menos de 10 minutos de transporte, era un precio que no ibamos a pagar, por lo que tuvimos que salir hasta la puerta principal del aeropuerto para así poder tomar un taxi de la calle que nos terminó cobrando solo 18 soles, que tampoco estaba tan económico, pero era una de las mejores opciones que pudimos encontrar a esa hora de la madrugada.
Así entonces en unos minutos, para mi buena suerte que vivo cerca del aeropuerto, ya nos encontrabamos en la puerta de la casa para subir las escaleras y descansar, entre comillas porque mi mamá que se encontraba enferma y yo que me estaba empezando a resfriar terriblemente, más mi hermano que como cualquier niño de su edad ya estaba haciendo su llamada de atención de querer viajar como sea a cualquier otro lugar, nos dijo que como sea quería que viajaramos a cualquier lugar mañana por la mañana y que no quería ir al colegio.
Mi hermano menor no quería dormir, a pesar de que era ya amanecida. Lo único que hizo para que se le calmará la colera fue la ver una pelicula de la novia de chuky en la tablet echado en su cama, mientras ambos estabamos echados juntos para acompañarlo y así nos habremos quedado más o menos hasta las tres de la mañana, momento que era ya el indicado para descansar y dormir para estar con mayor energía para el día siguiente.
No sé cómo llegará a terminar esta historia, ni qué serán los resultados finales que llegaremos a tener de viva air Perú, una terrible experiencia que ha quedado grabada en mi cabeza y que no va a desaparecer núnca, debido a que me ha traído una experiencia no solo de espera, sino también de cancelación, y posteriormente de subida, y después de regreso al mismo punto de partida de donde habíamos llegado, el destino estaba confabulando para que de alguna manera dieramos un paso al costado con este viaje, y así fue que empezamos entonces primero estando enfermos y a pesar de estar enfermos, salimos para no perder el avión, y después de tanta esperar esta experiencia nos resultó mucho más cara de lo que nos hubieramos esperado en este viaje que fue un verdadero amargo al paladar.
De momento solo me queda esperar una respuesta hasta este jueves que es cuando debo de regresar al aeropuerto para saber qué cosas debo de obtener como resultado de este malestar. Me había dado un mal presagio haber visto en los diferentes medios de comunicación que muchas personas que habían tomado el servicio de Viva Air también estaban teniendo malas experiencias, y de alguna manera no quería que esto me sucediera a mí, por lo que no quise investigar más de los titulares de noticias, y miren, finalmente termine siendo también parte de una experiencia negativa de la compañia Viva Air.
En Perú las personas aún no estamos acostumbrados a los vuelos low cost, pero este resultado que esperaba ser uno de los mejores y una revolución en los cielos incaicos terminó siendo un pesimo resultado que ahora muchos han vuelto su mirada hacia otras compañías aereas, como lo son LC Perú o Latam, compañías que han tenido el oligopolio de los cielos peruanos por muchos años y que con este competidor los pusieron en serios aprietos para poder seguir operando. Sin embargo, hasta el momento nadie está seguro de las cosas que van a suceder más adelante y de las cosas que nos esperan en este ida y vuelta. Vamos a pensar en positivo para poder saber qué Viva Air se va a hacer cargo responsablemente de sus errores y que en mi caso particular pueda llegar a un reembolso que sería lo mínimo que estoy esperando luego de haber tenido esta experiencia que fue una de las más terribles que haya podido vivir en mi tierra para volar, para quedarme en la nada y finalmente no llegar al destino que tanto me costó poder planificar. Gracias Viva Air Perú por haberme arruinado al viaje. Ya lo saben: tomen sus previciones si toman esa compañía, y preparense para lucharla, ya que el camino para obtener una respuesta va a ser largo.
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Comentarios (3 comentarios)
Marco Perez hace 6 años
Por eso yo viaja a Lima solo de linea lcp http://lcperu.edestinos.com.pe/ es tambien barata y el servicio muy bueno.
Saludos y mucha suerte en proximos viajes
Melissa Saire Arredondo hace 5 años
En qué quedó tu queja con indeciso?
Melissa Saire Arredondo hace 5 años
Indecopi ?