La Amazonía colombiana, un verde que te atrapa.
No existe una carretera que llegue a Leticia, la capital de la Amazonía colombiana, ubicada en el "corazón" del "pulmón" del mundo. Esto ya la convierte en una ciudad verdaderamente particular. Imagínense una ciudad a la cual no se puede ir en carro y en la cual, para moverse a las cercanías, se debe hacerlo a través del río más caudaloso del mundo.
Ubicada en el extremo sur de Colombia, Leticia fue fundada a la orilla del río Amazonas, famoso por ser el más ancho y caudaloso del mundo. Y basta estar allí para entender la implicación de este título, su anchura es tal, que existen puntos en los que no se consigue ver la orilla del río ni se sabe la dirección del caudal. Difícil no sentirse pequeño en medio de este majestuoso río.
He tenido la oportunidad de visitar dos veces esta región, en los años 2014 y 2015. La primera vez porque quería conocer esta zona de mi país, y la segunda, porque quedé talmente maravillado, que quise que mi familia también la conociera. Para una persona que creció en una ciudad, todas las experiencias en este lugar son completamente nuevas.
La llegada
Después de una hora y cuarenta y cinco minutos de vuelo desde Bogotá, basta bajarse del avión y hacer el primer respiro para saber que se está en un lugar completamente diferente a nuestras ciudades. El aire, caliente y húmedo, como se espera de una selva tropical, tiene un olor particular, que desde el primer momento me hizo sentir a gusto.
El aeropuerto se encuentra cerca a la ciudad, pero preferimos hospedarnos en un hotel a las afueras, estar en contacto lo más de cerca posible con la selva, y fue la mejor decisión que pudimos tomar: imagínense despertar en la mañana y que este sea su paisaje.
O dirigirte a tu habitación, y de camino encontrarte con este maravilla. Aún si no eres fanático de los insectos, no puedes dejar de asombrarte, y bueno, si estás en medio de la selva más grande del planeta, es de esperar que te encuentres todo tipo de insectos. Pero no hay de que preocuparse, por muy llamativos que sean, no representan ningún peligro.
Para ir al hotel, hicimos un recorrido de aproximadamente media hora por el río Amazonas, partiendo del puerto de Leticia, que se encuentra en uno de los afluentes del río. El recorrido perfecto para entrar en la dinámica de lo que es un viaje único.
Actividades
Con el desarrollo turístico que ha tenido esta región, son muchas las ofertas de planes turísticos y actividades para realizar. Dentro de la lista de imperdibles seguramente está la visita a diferentes caseríos de las etnias que pueblan el borde del río Amazonas, un recorrido por la selva (o al menos la entrada a la misma), la visita a la "isla de los micos", el avistamiento de delfines rosados y el recorrido por estanques donde crece la famosa "victoria regia" o "flor de loto", símbolo de la selva amazónica.
La ciudad está también llena de atractivos. Entre otros, se encuentra el Museo Etnográfico del Banco de la República, con cantidades increíbles de información para entender las diferentes culturas indígenas de la región. El parque central de Leticia (o parque Santander, en honor a uno de los próceres de la independencia de Colombia Francisco de Paula Santander) es un puesto interesante. Tiene como gran particularidad que cada día, a las 5:30 en punto de la tarde, comienzan a poblarse los árboles con miles y miles de loros que en el día buscan comida en la selva y van a pasar la noche en este parque. El sonido es ensordecedor, miles y miles de loros cantando al unísono en un área de no más de una hectárea, algo realmente bello, y lo más impactante es que una vez se posan en el árbol, es prácticamente imposible verlos. Es como si los árboles cantaran.
Dentro de la ciudad hay también muchos centros de estudio de la fauna y flora de la región. Visitamos uno y tuve la experiencia de tener en mis manos estas simpáticas amigas:
Pero volvamos a la selva. Podría escribir y escribir acerca de las maravillas que hacen único este sitio, pero hablaré de las que más me impactaron.
La isla de los micos
Imagina un sitio gobernado por simios. La isla de los micos es un santuario donde viven miles de estas criaturas. Allí, eres tú su invitado, aunque, para ser sincero, no son muy buenos anfitriones, pues basta sacar una banana para que vengan a tí por docenas y te la roben.
Por supuesto no se puede llevar nada brillante, pues seguramente regresarás a casa sin ello.
Poblados amazónicos
Viajar por el río y visitar las diferentes comunidades te hace descubrir formas de pensar totalmente nuevas. Es otro mundo.
Pero por mis gustos, me centraré en la fauna. Las mascotas en estos puestos nos parecerían bastante particulares. Dentro de las fotos pueden ver algunos de los animales que se encuentran en estos sitios. Guacamayas, tortugas, micos, osos perezosos, caimanes, tigrillos, entre otros, son algunos de los animales que viven con los nativos. Estar cerca de ellos es algo difícil de describir.
En una de las poblaciones, tuvimos la oportunidad de hacer un recorrido de una hora en las entradas de la selva. Árboles gigantes, insectos y otros animales dominan el paisaje. Una caminata para no olvidar.
Seguramente no he descrito ni siquiera un pequeñísimo fragmento de lo que es la Amazonía colombiana, pero espero que este abrebocas los motive a visitarla y a descubrir este lugar único en el mundo.
Galería de fotos
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