¿Podrías haber imaginado que los Países Bajos tienen playas de una blanquísima arena infinita? Bien, de hecho hay en Terschelling.
Terschelling es precisamente una de las cuatro mayores islas al norte de los Países Bajos en el Mar del Norte. Todas ellas están habitadas y todas ellas pueden ser visitadas.
Para llegar a estas islas puedes tomar un ferry (alrededor de 20 euros ida y vuelta) en la ciudad de Harlingen (en la parte oeste de Frÿsland). El viaje en ferry es de hecho bastante largo, en torno a dos horas, sin embargo la distancia no es tan larga. El motivo es la profundidad del mar en esa zona. Esto puede ser fácilmente comprobado por el color del agua (una especie de marrón desagradable).
De ningún modo dejes que eso te impida seguir adelante, y acude a la isla y comienza una verdadera aventura. Hay dos principales maneras de conocer la isla... en bicicleta (por supuesto, qué sería una experiencia holandesa sin bicis) y en autobús. Puedes contratar el paquete conjunto ferry y bicicleta, y solicita un paquete especial de bienvenida en la oficina de turismo. Así como los Países Bajos esta isla es bastante plana y muy fácil para montar en bicicleta.
Después de haber escogido el medio de transporte, hay diferentes lugares en la isla que puedes visitar. La isla tiene esas increíbles playas norteñas (donde el agua es clara y azul) y la arena es completamente blanca. Incluso puedes divertirte dentro del agua (yo lo intenté en marzo, y no hacía tanto frío).
Hay además otras opciones: pistas para bici, y territorios al este para admirar colonias de focas.
Definitivamente te voy a recomendar ir a la isla y que lo intentes por ti mismo. No obstante, si en verdad quieres explorar la isla entera, te voy a recomendar que permanezcas un fin de semana completo (es posible alquilar una casa, aunque yo no lo hice así que no te puedo recomendar ninguna en concreto). Mi consejo es que lo compruebes allí mismo. El último ferry de vuelta al continente parte a las 5:30 pm.; por tanto, si no quieres tener mi 'placentera' experiencia de 'cabalgar' en bicicleta contra viento y marea hacia el puerto, contra el 'maravilloso' ventarrón oeste que me impedía llegar a tiempo, tómatelo con calma ese fin de semana.
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