Descubriendo Porto Cesareo

Los primeros días de Septiembre, estando en Italia, decidimos ir a pasar un fin de semana a Porto Cesareo en la región de Puglia, nos desplazamos desde Bisceglie, ciudad en la que nos encontrábamos, a Lecce en tren, el trayecto de dos horas y media aproximadamente, una vez en Lecce cogimos un autobús hasta Porto Cesareo, el trayecto duró una hora, durante los meses de verano Lecce está conectada con multitud de pequeñas localidades costeras, pero en Septiembre disminuye.

Una vez en Porto Cesareo, fue fácil encontrar el b&b, ya que Porto Cesareo es un pueblo de unos 5000 habitantes por lo que no tiene mucha pérdida. 

El bed and breakfast que escogimos se llama “Il Corso” en la calle Garibaldi 54, éste se encuentra en la calle principal Garibaldi, una calle llena de restaurantes, tiendas y bares donde tomar algo, detrás del bed and breakfast también se encontraba una de las playas, a la que acudimos el primer día, si bien los dos días restantes fuimos a las playas un poco más alejadas, a unos 15 minutos andando.( playa “le dune” y playa “blu”, ambas tienen el nombre del hotel que se encuentra enfrente de la playa), ambos en la calle bacini.

La habitación nos costó 60 euros la noche con desayuno incluido, si bien el precio es más reducido ya que estamos hablando de Septiembre, durante los meses de verano y debido a la gran cantidad de gente que veranea en Porto Cesareo, el precio aumenta. El b&b ha sido inaugurado este año, las habitaciones son amplias y cuentan con baño privado, las habitaciones se encuentran apartadas de la recepción cosa que nos gustó.

El desayuno se sirve en una terraza, fue abundante y bueno, y te preparan el café que quieras. El personal también fue muy simpático y se ofrecieron a llevarnos hasta la parada de autobuses.

Sin duda si el precio no se os va de las manos, y tenéis pensado ir a Porto Cesareo, echarle un vistazo.

Para comer, uno de los sitios a los que fuimos fue a “da antimo” en la calle Garibaldi, también, ya os digo que es la calle donde se encuentra todo y donde encontraréis mayor ambiente.

Otro sitio que os recomiendo para tomar algo tanto por la tarde como por la noche es el “isola beach club”, para llegar hay que un cruzar un puente desde la plaza Nazario Sauro. Nosotros fuimos al atardecer y ya podéis ver la foto como merece la pena, nos tomamos un coktel y una cerveza y nos dieron el aperitivo.

Luego nos comimos un helado en la famosa heladería “il príncipe” situado en la zona del puerto.

El último día por la mañana, dimos un paseo en barca,  la barca como podéis ver en la foto tenía el fondo de cristal, por lo que se podía ver el fondo del mar. El trayecto fue de una hora de duración para ver las ruinas greco romanas por unos 20 euros.

También existe la posibilidad de coger un taxi boat por 5 euros que te llevan y te traen cuando les llamas a una isla vecina “isola del coniglio” a la cual la gente acudía a pasar allí el día comiendo y haciendo snórquel.

La verdad es que nos pasamos casi todo el día en la playa, compramos unas colchonetas y paletas y allí nos quedamos. Las playas son de arena, el agua cristalina y cubre poco, son de esas que tienes que caminar para que te tape.

La playa que se encontraba junto a nuestro B&B era gratuita, las otras dos playas a las que fuimos eran privadas y pagabas por la tumbona. Si tenéis la intención de pasar bastantes horas allí, el precio no es alto, además también se puede comer allí.

De todas maneras ya os digo que no hay gran diferencia entre las playas privadas y públicas, salvo que tengan eso, restaurantes o bares dónde tomar algo.

Intentamos quedarnos un día más allí pero el B&B estaba ocupado, cosa normal porque ya os he dicho que esta muy bien, así que decidimos cambiar el billete de vuelta a Bisceglie y quedarnos un día en Lecce, sobre lo cuál escribiré otro post.