Sperlonga

Sperlonga es un pequeño municipio italiano en la provincia de Latina, una pequeña aldea de unos 3000 habitantes considerada entre las más bonitas de Italia. Adjunto dos fotos de la playa al atardecer, ¡es muy bonito! Os recomiendo ver uno al menos. La tercera foto es de la ciudad de Sperlonga vista desde abajo.

Como podéis ver en esta foto, Sperlonga se extiende sobre una espuela de roca que pertenece a los montes Aurunci, sobre el mar Tirreno y más precisamente en el golfo de Gaeta. La playa se compone de arena fina y dorada, hay muchas calas maravillosas a las que por desgracia solo se puede llegar en barco. Si os soy sincera, no es mi tipo de playa favorita, porque hay que andar demasiado para llegar a donde no se hace pie. Además, no soy una gran amante de la arena. Cuando hace viento vuela y se te pega por todas partes. Aún así, al ir por la mañana temprano lo disfruté mucho. ¡Adjunto algunas fotos!

¿No es precioso? Pedid que os indiquen como llegar a las arenas movedizas, el punto de la playa en que el agua llega a las rodillas. Es muy divertido para los más pequeños, aunque también para los adultos. Aquí está mi hijo Pedro siendo absorbido por las arenas movedizas de Sperlonga:

Junto a las arenas movedizas encontraréis un manantial de agua fresca, es más fresquísima. Sumergios en él, es bueno para la circulación. Hubo un tiempo en que era la única fuente de la zona y punto de encuentro. Se ha convertido en un pequeño oasis de agua congelada que desemboca en el mar y atrae a miles de turistas que se bañan en una pequeña bañera (se usaba para lavar la ropa) de agua helada, como si estuviesen en un spa natural. Podéis tumbaros al sol, en el prado o en la arena dorada o refrescaros en el agua dulce del manantial o la salada del mar.

¿Qué lugares recomiendas visitar en Sperlonga?

Podéis visitar la Villa de Tibeiro, decorada con estatuas del ciclo del héroe de Ulises. Llega hasta la playa, comprende una gruta natural que os dejará boquiabiertos. Además podéis contemplar: la Iglesia de Santa María, la Iglesia de la Virgen Anunciada en el cielo, la pequeña Capilla de San Roque, la Torre Truglia, la Torre Central, la Torre del Nibbio y la Torre Capovento. Podéis pasar una tarde cultural, visitando el Museo Arqueológico Nacional de Sperlonga, que acoge muchísimo material de la cueva de Tiberio, como por ejemplo una estatua de Odiseo del siglo II d. C., otra de Ganímedes de la misma fecha, el grupo de Polifemo de mármol, además de varias imágenes de divinidades, objetos en bronce y terracotta y vajillas de cerámica.

¿Qué sitios recomiendas para comer en Sperlonga?

Os recomiendo comer en Il Porticciolo, un pequeño restaurante frente el puerto (justo debajo de la Torre Truglia), la comida es un verdadero goce para el paladar. Los precios son más bien altos, pero congruentes, la calidad es excelente. Yo pedí unas deliciosas crepes rellenas de pescado, unos tonnarelli allo scoglio (plato de pasta con marisco), una sopa de pescado y para terminar bien: tarta de de nueces cubierta de helado y suflé de chocolate y pistacho. Recomiendo también otro restaurante, Da Martini sul Ponte, una maravillosa terraza en la costa con un personal amable y que no os hará esperar. Allí comí: paccheri (macarrones gigantes) con langosta, trofie (tipo de pasta corta y rizada) cacio e pepe con emperador ahumado y pistacho; dorada y macarones; y de postre, un cannolo (masa enrollada en forma de tubo que dentro lleva ingredientes mezclados con queso ricota) deshecho, con ricotta y pistachos. Para desayunar o tomar un helado, os recomiendo Dolce Gelato, un local muy acogedor en la plaza de Sperlonga a 50 m de la playa.

¡Cuidado con las heladerías del centro! Pedí una tarrina, me senté en las mesitas del exterior del bar (que entre otras cosas, estaban vacías) y la camarera vino a pedirme que me moviese a las mesitas del interior (estábamos a 40 grados, te morías de calor) porque las del exterior se reservaban a los que adquirían tarrinas especiales de 5 € o más. Me quedé tan decepcionada que se me pasaron las ganas de comer helado, se derritió en la mesa.

Si os da un ataque de hambre por la noche, ¡comeos unos cruasanes calientes! Merece la pena ir hasta la Pasticceria Napoleone, en Itri.

Cuando estéis en la playa, no perdáis de vista la orilla de la playa. Cuando veáis pasar a una señora simpática con una camiseta y un gorrito blancos tirando de un carro y gritando: "¡ciambelle calde! ¡ciambelle calde! ", es decir, roscas calientes, acercaos y comprad una. Cuestan 1, 50 €, ¡están riquísimas! Aquí está mi hijo comiéndose una:

¿Y para salir por la noche?

A mi me gusta tomar vino y pasear por los callejones de la ciudad, pararme a mirar el mar, las estrellas y la luna. Aunque si sois amantes de la vida nocturna y desenfrenada, no os preocupéis porque la mayoría de los lidos se transforman en discotecas por la noche. Muchos jóvenes van a las ciudades cercanas, Gaeta y Formia, a las discotecas Aeneas o a Lo Smeraldo, incluso a Fondi o Terracina.