Mercado de Bariga

Es ruidoso, concurrido, desconcertante. Es un mercado. Es el mercado de Bariga. Es un punto de referencia de Lagos, Nigeria. Se venden muchas cosas, desde ropa hasta comida. Los precios van desde las 10 nairas hasta las 3000 (7 €), o más. La carretera está peligrosamente cerca de los puestos de venta. El aire es sofocante, olía a pescado, verduras, fruta, ropa de segunda mano y gasolina. Puedes escuchar gritos de vendedores diciendo "clientes, clientes", frenéticos, con esperanza de vender. Aquí, los peces hablan. Sus amplios ojos te miran con una expectación escalofriante... Como si te pidieran que los compraras y los sacaras de ahí. La carne cuelga de ganchos. Carne de cualquier tipo de animal: vaca, cabra, cerdo y pollo. También están en las mesas, esperando a ser cortados. Altos hombres hausas la traen del norte. Y la cambian por dinero. Es dinero que se consigue con animales. Un comercio justo.

Los coches pasan pitando constantemente. Algunos paran para comprar cómodamente desde ahí. Los peatones caminan rápido... Muy pendientes de la hora. A veces algún puesto colapsa y empiezan los gritos de disculpa. Se vuelve a montar y comienza, otra vez, la espera de nuevos clientes.

Si te aventuras en esta laberinto de gente y comida, es posible que te pierdas. Los vendedores te saludan entusiasmados, esperando que les compres algo, a veces suplicándote con los ojos. Hay filas de productos por la izquierda y por la derecha. Los vendedores, sin dudarlo, se aprovechan de eso... Te incitan a comprar.. Algunos te hacen algún comentario sobre tu ropa, te dicen algunos cumplidos e intentan llamar tu atención.

Comprar algo aquí es un arte. El regateo se usa frecuentemente. He visto como comida, que en un principio costaba 500 nairas, se ha vendido por 100 nairas. Pero son productos sin carne. Los vendedores ya tienen en mente un precio determinado. Dejarte caer esa cantidad es un arte.

Es un mercado, pero uno precioso y maravilloso a su manera.

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