Si has leído alguno de mis artículos, probablemente esto no te sorprenda: Me encanta Italia. Su gente, su comida, su vino, su idioma... básicamente, todo.
Mudarme a La Haya no fue nada fácil tras haber vivido en Milán, son vidas muy diferentes en muchos aspectos.
Tras unas semanas en La Haya, ya era hora de asentarme y de poner mis cosas en orden. Ya había encontrado un apartamento, tenía listos todos los libros que necesitaba para la universidad, y lo único importante que me quedaba por hacer era encontrar un sitio en el que trabajar.
Estaba hablando con una chica de la universidad cuando me preguntó: "¿Tienes experiencia como camarera? ". Le dije que sí y, poco después, acabé en el restaurante Giuliano's.
Nunca me había percatado de la existencia de ese restaurante, y eso que está en el mismo centro de la ciudad. La primera vez que fui, me quedé impresionada: las paredes estaban repletas de cosas. Había cuadros, botellas de vino, unas herramientas extrañas (que aún no sé para qué sirven). y entonces, desde la cocina, alguien gritó "¡Buongiorno! ", y fue en ese momento cuando supe que sería una buena experiencia.
No he venido a contaros lo mucho que me gusta trabajar allí, sino para hablaros de la maravillosa comida que podéis pedir.
Básicamente, pasta, pasta y más pasta.
Por supuesto, puedes pedir los típicos entrantes italianos (recomiendo muchísimo pedir el "antipasto misto"), que siempre sirven con un buen pan ciabatta. Si no tienes mucha hambre, igual es suficiente pedirte una brocheta pequeña como entrante, sobre todo la que hacen con pesto casero... ¡buenísima!
Como plato principal, como he dicho antes, se pide pasta, la mejor de la ciudad.
Puedes pedirla como sea: con marisco, con carne, vegetariana, incluso sin gluten. En mi opinión, los tallarines son los mejores, recomiendo sobre todo el que lleva gambas y calabacín, y también la pasta al ragú.
No importa lo que elijas, seguro que no te arrepientes.
El único problema es que, probablemente, acabes queriendo más.
Tengo tres consejos que daros:
- Preguntadle a la camarera por las especialidades del día. A veces hay tanto bullicio que se le puede olvidar decirlas.
- Probad el vino de la casa, está riquísimo y es barato.
- ¡Haced una reserva!
Como es un restaurante pequeño, se llena en seguida de gente, sobre todo entre las 7 p. m. y las 8 p. m. Igual no tienes suerte si llegas sin una reserva. Llamad al restaurante con unos días de antelación para estar seguro de que tienes sitio.
¡Ah! Casi se me olvidaba: ¡el postre!
Pedid el tiramisú.
Todos los postres están buenísimos, pero este tiramisú es una de las mejores cosas que he probado en mi vida. Si te apetece probar algo diferente, pide el baba al ron, aunque eso sí, lleva alcohol, que no te pille por sorpresa. La primera vez que lo probé, no tenía ni idea, y os juro que sabía como un chupito dulce.
Al final de la velada, pide un cagfé o un té, te ofrecerán unas galletitas buenísimas.
Cuando llegue el momento y vuestros estómagos estén llenos, toca una ronda de limoncello, invita la casa.
Espero que saquéis tiempo para visitar mi trocito de Italia en el corazón de La Haya.
Me encantaría saber cuáles fueron vuestros platos favoritos, y si sentisteis el mismo ambiente italiano que yo.
Buon appetito e arrivederci!