Por qué deberiáis ir a Gatlinburg

Una vuelta por la ciudad de Gatlinburg, Tennessee

Durante mis vacaciones de primavera, decidí ir a Gatlinburg, Tennessee y descubrir una parte de Estados Unidos en la que aún no había estado. Por alguna razón, no tenía las expectativas muy altas con esta ciudad. Normalmente suelo viajar a grandes ciudades o a la playa, por lo que nunca había visitado una típica ciudad del sur de Estados Unidos.

Hace años, algunas zonas de Gatlinburg quedaron arrasadas por un incendio. El incendio fue intencionado y se extendió muy rápido, destruyendo todo a su paso. Actualmente, todavía se pueden ver las zonas arrasadas del bosque y edificios en ruinas, pero hay que destacar que hicieron muy buen trabajo en reconstruir la ciudad. Evidentemente, todavía se ven estructuras calcinadas, pero casi en su totalidad, la restauración de la ciudad se logró con mucho éxito.

Bueno, quizá, no tener las expectativas muy altas es algo positivo, ya que me sorprendí de que Gatlinburg fuera tan maravillosa. En este post, he decidido contaros cuáles son mis lugares favoritos de esta increíble ciudad.

¿Queréis ver un volcán junto a un avión y junto a una pirámide? No tenéis que ir a Las Vegas, id a Gatlinburg.

¿Dónde está Gatlinburg?

La ciudad de Gatlinburg está situada en el corazón del Parque Nacional de las Grandes Montañas Humeantes. Si os estáis preguntando (como yo) por qué se llaman así, es porque se suelen ver nubes borrosas sobre las cimas de las montañas y parecen humo.

Geográficamente, Gatlinburg colinda con la ciudad de Knoxville y está a medio camino de Louisville (Kentucky) y Atlanta (Georgia). Desde Dayton (Ohio), tardé seis horas en coche en llegar a Gatlinburg, sin contar las paradas.

Un paseo por la ciudad

Si os alojáis en Chalet Village, lo mejor es dejar el coche en un aparcamiento a la entrada de la ciudad, cerca de la gasolinera Marathon. El precio del parking por un día entero es de cinco dólares, un auténtico chollo para estar en Estados Unidos.

Cuando aparquéis, empezad a andar hacia la ciudad y paraos en todas las tiendas o lugares que os llamen la atención. Pero, aseguraos de que tenéis por lo menos cinco horas libres, la ciudad es muy cautivadora y aunque es bastante pequeña, tiene muchas tiendas y atractivos turísticos.

Esta es una de las tiendas que encontraréis en Gatlinburg.

La primera cosa que hice después de dejar el coche fue comprar un billete para el teleférico que sube hasta la cima de la montaña. Después, descubrí que también se puede subir en coche y dejarlo allí, pero el viaje en teleférico fue mucho más divertido. Bueno, no es divertido si tenéis claustrofobia y no os gusta estar con miles de personas en un espacio pequeño, pero aun así, lo pasé bien.

Tenía una razón por la que llegar hasta la cima. Quería subirme a la montaña rusa, también conocida como "trineo de verano". Os sentáis en una pequeña carretilla y eso coge muchísima velocidad, por lo que pasáis por algunas curvas muy cerradas a cuarenta kilómetros por hora.

Los billetes de la montaña rusa cuestan quince dólares y tenéis que pagar un dolar más para dejar en consigna vuestras pertenencias, ya que no se permiten llevarlas en la atracción. Sin embargo, las personas que iban enfrente de mí, llevaban bolsos y mochilas y los empleados no les dijeron nada.

Además de subiros a la montaña rusa, también podéis hacer otras cosas en la cima de la montaña. Podéis deslizaros por la nieve (desde noviembre hasta abril), hacer patinaje sobre hielo y también ir a un restaurante buenísimo que hay allí. ¡Ah! y también a una tienda de dulces, donde podéis probar muestras gratis.

Después de un rato, decidí coger el teleférico para volver a Gatlinburg y explorar la ciudad en detalle. Os aviso de que el último teleférico sale a las 9:20 de la noche, así que estad atentos para no perderlo. De lo contrario, tendréis que bajar andando hasta la ciudad y los bosques de Gatlinburg están llenos de osos negros (la mayoría hambrientos). Avisados estáis.

La primera cosa que me llamó la atención de la calle principal fue una destilería de alcohol. No me gusta el sabor del alcohol destilado, pero esta destilería tenía alcohol de diferentes sabores y se podían probar todos por cinco dólares. Los sabores que más me gustaron fueron el alcohol de margarita, de café y de cereza. Estaban buenísimos pero eran mortales, todos ellos tenían un alto porcentaje de alcohol.

La bodega y la destilería de alcohol. Id a probar ese alcohol destilado, sé que lo estáis deseando y estáis de vacaciones.

Durante mi paseo por Gatlinburg, encontré algunas tiendas en las que hacen fotos antiguas. Consiste en disfrazarse con ropa de la época y posar para los carteles de "se busca vivo o muerto". Algunos de ellos estaban muy graciosos, como uno que ponía: "se busca por ser demasiado guapa".

Esta es una de las tiendas de fotos antiguas.

En Gatlinburg hay muchos lugares de Ripley’s Believe It or Not y uno de ellos es el museo de récord Guinness del mundo. En este museo interactivo, podréis descubrir algunos de los récord mundiales más interesantes. En cuanto entréis, os recibirá un muñeco animado que representa al hombre más alto del mundo: medía 2, 50 metros aproximadamente. Eso me hace sentir súper baja. Mi 1, 65 no me hace una candidata posible para conseguir un récord Guinness.

En Gatlinburg hay muchas atracciones familiares.

Las escape rooms son otra atracción que se han vuelto muy famosas en todo el mundo y también en Gatlinburg. Las hay de diferentes temáticas y los precios varían de unas a otras.

Podéis encontrar una de las escape rooms en este edificio.

También hay una atracción de terremotos en 4D que parece sacada de Disneyland, de hecho, fue una de sus primeras atracciones. Se trata de una atracción, no de un cine 4D, que tiene lugar bajo tierra. Yo la probé y salí súper emocionada. A ver, no la podéis comparar con una montaña rusa de un parque de atracciones normal, pero tened en cuenta que es una atracción bajo tierra y merece la pena totalmente. También encontraréis una atracción de Parque Jurásico y muchas otras, pero la atracción que todo el mundo recomienda es la del terremoto y por eso la probé.

La de minigolf tampoco os la podéis perder. En Gatlinburg hay cientos de lugares de minigolf y podéis elegir entre minigolf con luces retro, minigolf en un castillo, minigolf que os cuente la historia de Gatlinburg, etc. Como no conocía la historia de la ciudad, elegí el minigolf de la historia de Gatlinburg.

El precio de dieciocho hoyos con palo de golf y una pelota incluidos es de treinta y nueve dólares y no hay límite de tiempo. Empieza bastante fácil, pero los últimos hoyos son bastante complicados. Bueno, yo no juego al minigolf muy a menudo, así que eso también influye.

El acuario de Gatlinburg es, al parecer, uno de los mejores de Estados Unidos, pero como no he estado en muchos acuarios todavía, no puedo confirmar si eso es cierto o no. Lo que sí puedo asegurar es que el acuario de Gatlinburg es impresionante.

Tiene túneles de cristal, de manera que mientras lo atravesáis, veis a todos los peces nadando alrededor vuestro. También tiene el conocido encuentro con pingüinos y son monísimos. La tienda de regalos del acuario también es muy especial, si os vais sin comprar nada, lo siento por vosotros.

Hay infinitas tiendas de regalos en Gatlinburg y todas ellas venden osos negros, incluso en divertidas camisetas. Y no solo me sorprendí por la cantidad de souvenirs que venden esas tiendas, sino por sus precios tan bajos. Podéis comprar una camiseta por 4, 99 dólares y una figurita de un oso negro por 1, 99. Este ejemplo también lo deberían seguir otras ciudades.

No os olvidéis de haceros fotos con las estatuas de osos negros que hay por la ciudad. Algunas de ellas son muy realistas. También hay un gran letrero que pone "Gatlinburg" al final de la ciudad y está al lado de más osos, así que queda un foto muy chula. Eso sí, tenéis que esperar en fila durante diez minutos, porque, evidentemente, todos los turistas quieren hacerse una foto allí.

Dónde comer

La zona de las Grandes Montañas Humeantes es muy conocida por sus cenas con espectáculos. Los dos espectáculos más famosos son el espectáculo del asesinato misterioso y el de Dolly Parton’s Stampede. Dolly Parton vivía en esta zona y, por ello, hay muchas cosas con su nombre, incluído el parque de atracciones de Pigeon Forge, llamado Dollywood.

El inconveniente de esas cenas es que son caras y, parece ser, que la comida no es muy buena. Aun así, quería ir al espectáculo de Stampede, pero cuando fui a reservarlo ya no quedaban entradas. Lo bueno es que me ahorré ochenta dólares.

Si queréis un poco de sarcasmo con vuestras patatas fritas, id a Dick’s Last Resort. Dick’s Last Resort es un restaurante donde los camareros son conocidos por ser groseros y sarcásticos a propósito con los clientes. Os advierto de que no vayáis allí si os ofendéis fácilmente. Si os gusta el humor, os garantizo que os echaréis unas risas, si no es así, no vayáis.

La comida está buena y no es cara. Lo que me pareció curioso es que mucha gente lleva a sus hijos allí. Evidentemente, los camareros no van a decir palabrotas en frente de los niños, pero antes de entrar, avisan a la gente de que estén preparados para comportamientos groseros. Tengo que decir que el concepto me encanta, pero si hubiera ido con síndrome premenstrual, me hubiera puesto a llorar por todos los insultos o a gritar a los camareros.

Unas palabras para terminar

Gatlinburg es una ciudad única con muchas cosas para hacer, independientemente del tiempo que haga o de la época del año que sea. Si vais en fechas señaladas, preparaos para encontrar mucha gente, aun así yo no tuve problema para encontrar mesa en un restaurante sin haberla reservado. Bueno, excepto en el caso de la cena con espectáculo de Stampede. En cuanto volví de Gatlinburg, decidí que tenía que volver a visitarla más adelante.

Galería de fotos