20 magníficos lugares de Islandia
20 magníficos lugares de Islandia
Sin duda alguna Islandia es uno de esos países que hay que visitar antes de morir. Si eres una amante de la naturaleza, Islandia no te dejará indiferente: glaciares, fiordos, cascadas, lagos de agua caliente, playas de arena negra, cráteres, volcanes. Además, este país saca tu lado más aventurero: rutas en coche, mochila al hombro, acampadas, frío, calor, viento, tormenta. Yo tuve la suerte de poder estar 10 días allí así que aquí os voy a contar todos los lugares en los que yo estuve. Además de este post, próximamente subiré otro sobre consejos para viajar a Islandia y sacar el máximo partido a vuestro viaje. No me enrollo más así que aquí os traigo 20 lugares que no deberíais perderos si alguna vez tenéis la suerte de pisar este país:
1. Gullfoss
Empezamos fuerte con Gullfoss. Creo que en islandés “Gullfoss” significa “catarata dorada”. Este nombre le viene al pelo ya que para mí es una de las joyas de Islandia. Sin duda es la cascada que más me impresionó por su tamaño. Habíamos visto muchísimas fotos y para mí, después de haber estado allí, ninguna hace justicia. Cuando ves una foto, es difícil saber lo grande que es en la realidad. Para ello, se necesita tener una escala de referencia. Por ejemplo, fijarse en el tamaño de las personas que aparecen cerca de Gullfoss. Os daréis cuenta de que son diminutas, casi imperceptibles, en comparación con la cantidad de agua que lleva la cascada, que es abrumadora. Tanto que existe una valla de seguridad que rodea toda la cascada y si te acercas al punto más próximo a ella, acabas muy empapada, así que un buen chubasquero no os vendrá mal. Para mí es una visita obligatoria.
2. Los géiseres
Están relativamente cerca de Gullfoss así que hay que verlos sí o sí. Se encuentran en un terreno bastante grande y cada uno de ellos está rodeado por vallas. Hay que tener cuidado de no acercarse demasiado, pues quemarse con el agua que estos desprenden no es ninguna broma. El ambiente allí es muy peculiar: todo el mundo está alrededor de un géiser esperando a que el agua salga disparada, hacia arriba. Cuando por fin sale, todo el mundo aplaude. El agua termal que sale de estas formaciones no es muy agradable, al principio, pues luego te acostumbras al “aroma” a sulfuro que es bastante parecido al de un huevo podrido. Este olor fue algo constante en nuestro viaje y ahora que lo recuerdo, hasta lo echo de menos, porque es una particularidad de Islandia y realmente te hace sentir que estás en un lugar del planeta Tierra que es casi único y que probablemente no tendrás otra oportunidad de conocer un terreno así.
3. Vík
Uno de los mejores paisajes que he visto. Es uno de los pocos lugares a los que fuimos con costa, así que fue bastante especial para mí. Me pareció un territorio inhóspito, virgen, pues apenas había gente. Las playas de arenas negras de Vík que contrastan con la espuma blanca que dejan las olas del mar son impresionantes. Cuando fui hacía muchísimo viento y frío, lo que hacía que este lugar me pareciese todavía más salvaje. Además, en esta zona no hay tantos turistas porque está un poco más alejada de otros lugares donde la masa de turistas es mayor. Yo diría que aquí, más que turistas hay aventureros. Aquí os dejo algunas fotos que sacamos aquel día. Sin duda la playa de Vík es de lo más famoso. Cuántas veces habría visto imágenes de este paisaje con su famosa roca enorme en medio de la playa. Tuvimos la suerte de subir en coche hasta un acantilado muy alto desde donde podías ver la playa de Vík. Justo allí se encontraba un faro precioso, de color blanco que contrastaba con aquel día tan tormentoso que hacía. Me encantó este lugar y ahora mismo no me salen las palabras para describirlo. Si algún día vuelvo a Islandia, repetiré y volveré aquí.
4. Dyrhólaey
Justo delante de este faro, si te aproximabas al acantilado podías ver esta maravilla de roca que forma un arco en su parte más baja. Se llama Dyrhólaey, por si no queréis perdérosla. Está un poco escondida, a pesar de ser tan grande, pues tienes que pasear por toda la línea de los acantilados para encontrarla. Nosotras sabíamos que estaba por allí así que fuimos en su busca, pero si no sabes que existe esta formación rocosa por esta zona, pasará desapercibida para ti, y más todavía si hace viento, lluvia y frío, pues estas condiciones te tientan a ver solo lo imprescindible y volver al coche antes de que salgas volando. Además, hay que subir en coche cuesta arriba por la montaña para conseguir verlo desde el acantilado y caminar bastante. A pesar de haber estado allí con un tiempo poco amigable, con esas condiciones climatológicas es cuando experimentas la cara más salvaje de este país.
5. El Blue Lagoon
Hablando de aguas termales y olor a azufre, también es visita obligatoria este famoso lago cuyas aguas son de color azul. Funciona a modo de spa así que, si compras el ticket, puedes bañarte durante una o dos horas. Los alrededores del lago también son espectaculares pues está rodeado de antiguos campos de lava que se han solidificado. En medio del lago hay un bar donde puedes pedirte algo de beber, zumo, cerveza, un vino, y tomarlo mientras te relajas en el agua. Si no, siempre puedes pedir algo de comer en el restaurante que está en la entrada, con vistas al lago, donde se compran los tickets y donde están los vestuarios. La única desventaja de este lugar es que es muy turístico entonces hay bastante gente. Puede que sea una de las atracciones turísticas más famosas de Islandia. Aun así, vale la pena y queda relativamente cerca de Reykjavík.
6. Skógafoss
Es de las cataratas más famosas de todo el país. A pesar de que no tiene ninguna particularidad, nada por lo que destaque, es mi preferida. Antes de ir, había visto muchísimas fotos y la tenía bastante idealizada y cuando por fin la tuve delante de mí, fue increíble e incluso superó mis expectativas. Lo guay de Skógafoss es que puedes subir por la ladera que rodea la cascada y llegar hasta donde empieza a caer el agua y descubrir el gran río que trae este caudal de agua. Nosotras comimos en un restaurante que hay cerca de allí y probamos la comida islandesa. Fue guay porque comimos viendo la cascada y ahora, dos años después, todavía tengo esa imagen grabada en la retina. Por cierto, en general, en todas las zonas turísticas de Islandia el uso de dron está prohibido y hay muchas señales que te advierten de ello. Me sorprendió porque nadie hace caso y lo utilizan igualmente. Así como el dron está prohibido, hay ciertos senderos que están prohibidos al paso y lo mismo, los turistas acceden a ellos igualmente porque es desde donde se consiguen las mejores vistas.
7. Thingvellir
Es uno de los lugares con más historia de Islandia, además de un Parque Nacional. Se trata de un valle donde se fundó uno de los parlamentos más antiguos del mundo. Este lugar también es especial porque se puede observar la falla que separa las placas tectónicas de Eurasia y Norteamérica. Para conocer toda la historia, podéis contratar a un guía turístico que te explica todo con todo detalle y alguna curiosidad. Todo estaba lleno de grupos que se paraban en cada punto importante del valle para conocer su historia. Si sois más de ir a vuestro ritmo, también tenéis carteles explicativos por todo el parque. Está cerca de Reykjavík así que fue uno de los primeros lugares que visitamos en nuestra ruta por Islandia.
8. Öxarárfoss
Todo el conjunto, junto con una cascada bastante curiosa que te encuentras durante el paseo, se llama Öxarárfoss, hace de este Parque Natural un lugar mágico. La verdad es que todo este entorno natural me hace pensar en todos los libros de fantasía y películas que he visto como "Las Crónicas de Narnia" o "El Señor de los Anillos". Los paisajes que se describían en sus párrafos o las imágenes de Sam y Frodo yendo hacia el Monte de Destino me recuerdan bastante a este paisaje, sobre todo cuando atravesaban Rohan. Además, ante una naturaleza de estas dimensiones, te sientes un poco hobbit mientras caminas por el valle.
9. Seljalandsfoss
Otro ‘foss’ de Islandia. Esta es una de las más singulares pues justo donde cae la catarata existe un pasadizo bastante grande por detrás, un camino encharcado que te permite pasar por detrás de la tromba de agua que cae continuamente. Ponte el chubasquero otra vez y atraviésala. Acabarás empapada, pero es justo en esos momentos donde realmente sientes la magia de Islandia y de su naturaleza. También visita obligada. La única desventaja de estos lugares tan famosos es que hay muchos turistas que solamente van allí a hacerse la foto y no disfrutan del paisaje. Por ejemplo, cuando yo estuve allí vi algunas cosas, un poco surrealistas. Había turistas que iban allí vestidos de boda, con vestidos muy pomposos para sacarse las fotos para “el gran día”. Era un poco ridículo porque todo el mundo va vestido con botas de trote, pantalones de deporte o como si fuese a la guerra. Ya os imagináis como acabó el vestido de la novia. Al principio de la sesión de fotos era blanco, pero acababa siendo completamente marrón. Además, era bastante gracioso verla andar con tacones porque se quedaban estancados en el barro y moverse le resultada complicado, como si de arena movedizas se tratase. Por lo tanto, esta imagen contrastaba un poco con el entorno, así que la magia se perdía en cierta medida.
10. Glufrafoss
Muy cerca de Seljalandsfoss se encuentra esta cascada que está escondida. Tienes que atravesar una grieta para llegar hasta ella. Acabarás más mojada todavía, pero vale la pena. Parece que estás entrando al fin del mundo porque hay corrientes de aire y el agua te salpica en la cara. No puedes ver con claridad lo que hay delante y tienes que ir apoyándote en pequeñas rocas para no encharcarte los pies. Finalmente, cuando llegas al final de la grieta y el camino ya no es tan estrecho, puedes ver la cascada que cae desde lo alto. Yo tuve la suerte de pasar unos minutos sola aquí, pues es un sitio tan difícil de acceder que apenas hay gente. Fui sin móvil ni cámara lo que hizo que todavía disfrutase más del momento. Justo cuando iba a irme, apareció una mujer y le pedí que me hiciese una foto con su móvil. Me la envié desde su móvil a mi correo electrónico y aquí la tengo. Uno de los momentos más intensos del viaje conservado para siempre.
11. La península de Snaefellsnes
Aquí hay muchísimos lugares donde pararse, a veces incluso aparcábamos nuestro coche en medio de la carretera porque veíamos un sitio que nos encantaba y que curiosamente, no aparecía ni en el mapa ni en las guías, como este paisaje donde las protagonistas son estas rocas basálticas. Si vienes pocos días a Islandia y andas con el tiempo justo, esta zona puede ser bastante interesante porque es una zona pequeña donde hay muchas cosas que ver. Como su nombre indica, es una península así que simplemente consiste en recorrerla de una punta a otra.
12. Por el camino, nos encontramos una grieta que llevaba a una profunda cueva
Tardamos muchísimo en llegar hasta ella porque estaba algo lejos de donde aparcamos el coche y el terreno era cuesta arriba. En la cueva había bastante gente que intentaba llegar hasta lo más profundo. Nosotras hicimos lo que pudimos y la verdad fue bastante impresionante estar dentro y escuchar el sonido del agua constante. Siento mucho no poder daros un nombre ni una localización, pero dar con este sitio desconocido fue una de esas sorpresas que nos dio este viaje. Lo mejor es explorar por tu cuenta.
13. Arnastapi
Uno de los lugares que más me gustó, y es porque está presente el mar y el mar siempre da puntos extra a cualquier sitio. Es toda una zona llena de acantilados impresionantes, naturaleza verde que contrasta con el color azul del mar. Lo mejor es pasear por toda la costa, observar las casitas de colores, playas de piedras, campos de lava y acantilados con formas tan originales como esta, que irremediablemente me recuerda a Dyrhólaey, pues ese arco es muy característico. Cuidado al caminar por aquí porque el terreno es engañoso y cuando yo fui, hacía bastante viento y puede ser peligroso. Al mismo tiempo, hacía sol y todo estaba súper bonito. Lo bueno de Arnastapi es que no es tan conocido así que no hay masas de turistas haciendo el ganso para sacarse fotos. Es todo muy tranquilo. Puedes ver a gente local que va a allí simplemente para pasear y estar en contacto con la naturaleza.
14. El gigante
En la entrada de Arnastapi nos encontramos con esta escultura hecha con piedras que representa a un gigante. Es una escultura muy original que aparece en el inicio de la ruta de senderismo de toda la península. Este gigante es un personaje que representa parte de la cultura mitológica que guarda este país. Aquí os dejo la foto:
15. Midgja
Allí también nos encontramos con Midgja. Aquí sacamos una de las fotos más increíbles del viaje, de esas que te incitan a viajar y a recorrer territorios desconocidos. Esas dos de ahí arriba somos Sandra y yo atravesando una especie de puente, bastante estrecho, por donde hay que tener cuidado, pero justo debajo se encuentra el mar golpeando la costa y de nuevo, unas rocas basálticas. Es un lugar mágico, casi indescriptible.
16. Kirkjufell
Otro lugar famoso es la montaña de Kirkjufell, (me encanta cómo suena). Está muy cerca de la carretera así que no tardaréis mucho en llegar allí. La mejor vista se obtiene desde la cascada que está al otro lado de la montaña. Sin duda, una de las montañas más originales que he visto pues por su forma, parece que alguien la ha construido con sus propias manos. Cuando fui había muchísimos fotógrafos profesionales que se asentaban allí con todo su equipo fotográfico para conseguir la mejor imagen de esta montaña. Cuando yo fui no había nieve, era todo verde, y la verdad creo que la montaña cubierta de color blanco es todavía más impresionante.
17. Bañarse en una poza de agua termal
Nosotras tuvimos la suerte de bañarnos en una. Estábamos solas en medio de la naturaleza con un frío que pela pero cuando nos metíamos en estas pozas naturales se estaba de maravilla. Son muy famosas en Islandia. Hay unas cuantas por todo el país. Mi consejo es que busquéis un mapa donde vienen todas indicadas, nombre y localización. La verdad es que es una cosa única que se disfruta mucho. Eso sí, al salir vestíos rápido porque el frío puede llegar a ser insoportable. Nosotras tuvimos la suerte de bañarnos un día que hacía sol y por lo menos, nos calentaba un poco. Repetiría mil veces esta experiencia.
18. Este mismo día también vimos las fumarolas
Otra vez el olor a huevo podrido, pero ya no nos importaba ni nos sorprendía. Había un amplio terreno lleno de fumarolas y paseabas entre el humo que estas dejaban. Viendo las fotos, estas puede dar sensación de calor, pero lo cierto es que hacía bastante frío y estuvimos con nuestras cazadoras de invierno constantemente. Realmente hay zonas en Islandia en las que pareces que estás en otro planeta distinto a la Tierra. Los paisajes son totalmente diferentes a cualquier cosa que yo por lo menos he visto y era todo muy nuevo para mí.
19. Reykjadalur
Esta zona también estaba llena de una especie de río termal en el que te podías bañar. Se llama Reykjadalur. Había pasarelas de madera para dejar tus cosas y algo parecido a un probador para cambiarte. Está todo muy bien montado, la verdad. No estaba masificado y el ambiente era guay y tranquilo pero teníamos que continuar nuestro viaje así que no sacamos ni nuestra toalla ni los biquinis porque teníamos que continuar con nuestra ruta.
20. Por último, este impresionante glaciar...
Una vez más, no entraba en nuestra ruta. Acabo de buscarlo en Internet y se llama Mýrdalsjökull, impronunciable. Fue algo que nos encontramos de repente. Nos pareció tan impresionante que decidimos aparcar y caminar para verlo de cerca. Las personas que caminaban a nuestro alrededor iban muy preparadas, con calzado específico para caminar por el hielo y también cazadoras para condiciones extremas. Este glaciar me gustó porque fue un lugar diferente a todo lo demás que habíamos visto, además de que el efecto sorpresa hizo que fuese todavía mejor. Las sorpresas y los giros inesperados en los viajes no le gustan a todo el mundo, pues salirse de la planificación puede jugarte una mala pasada, pero cuando pienso en sorpresas como esta, me gustaría que pasasen más. He decidido ponerlo como último punto porque demuestra la gran diversidad de paisajes que este país puede ofrecer.
Y estos son la mayoría de los lugares que yo visité cuando estuve en Islandia, tierra de hielo y fuego, como se suele decir. Por cierto, ¿sabíais que en algunas localizaciones de Islandia se rodaron escenas de la serie "Juego de Tronos"? Nosotras no pudimos ir porque quedaban más al norte y nos quedaba lejos pero si sois fans de la serie, deberíais ir. A modo de conclusión, este viaje fue el más diferente de mi vida. Yo soy fan fatal de la naturaleza así que los disfruté como una niña pequeña. Sin duda, si tenéis la oportunidad de ir, hacedlo porque es una experiencia inigualable. Islandia es un país que te invita a explorar, a empezar un nuevo camino y a descubrir nuevos lugares. Repetiría mil veces.
Galería de fotos
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Comentarios (3 comentarios)
Fátima chamadoira hace 5 años
Me has dejado sin palabras. Deslumbrada estoy. Felicidades por este gran trabajo.
Claudia Costas hace 5 años
¡Gracias otra vez!
Aurora Cerviño Otero hace 5 años
vaya con el viaje asombrada de los lugares y descripciones que nos haces