El siguiente lugar es de los pocos que he conocido con estas características, o ahora que lo analizo mejor, es el único lugar con estas características, el sitio es un oasis que está ubicado a unos quince minutos de la ciudad de Ica, se comenta que surgió a causa del recorrido de corrientes subterráneas, su origen también está ligado a una leyenda de amor, la cual trata de una doncella que se ve enamorada frente a un apuesto guerrero, pero después de un tiempo de casados éste tuvo que ir a una guerra en la cual muere, la chica sumergida en la tristeza, comenzó a llorar y llorar hasta formar una laguna, finalmente una noche un joven la observa y al acercarse a ayudarla ella corre atemorizada hacia la laguna y se sumerge por tanto tiempo que se convirtió en sirena.
Es muy curiosa la imaginación de las personas y como siempre se busca el darles un sentido poético a las cosas, de lo que estoy seguro es que el oasis es de los pocos que se pueden encontrar en América, además a este oasis se les atribuyen propiedades curativas a sus aguas.
Para llegar al oasis desde la estación de autobuses puedes tomar un taxi, un colectivo o existen unas pequeñas motos que te llevan a un menor costo, estos métodos de transporte tienen espacio para hasta tres personas, ya en la Huacachina es común el que se te acerquen vendedores promocionándote los tours en boogie/buggy por las dunas, yo recomiendo que a pesar de ser más costoso, tomen el último tour, el sol es menos fuerte, tiene mayor duración y vez el atardecer, sin duda un increíble paisaje difícil de olvidar.
Yo partí desde tempranas horas a Ica, me recomendaron que solo estuviera un día y me regresara el mismo porque no hay gran cosa que hacer en esta ciudad, además el clima es muy apabullante y llega a sentirse un calor insoportable, del tipo de calor que te pone a ladrar. Al llegar a la estación tomé de estas motos que había mencionado y me di una vuelta por la laguna, pasé a una tienda que esta como a espaldas del oasis y me compré una cerveza, seguí conociendo el oasis que en realidad es tan pequeño que en máximo una hora lo recorres por completo y finalmente busqué una sombra a los pies de una palmera y ahí me acosté por un rato.
Algunos te van a decir que no te metas en el oasis, otros te aseguraran que no hay problema, de ciencia cierta no sé cuál sea la mejor respuesta, pero por lo menos a mi si me tocó ver a locales nadando en la laguna, yo no quise arriesgarle y había encontrado mi lugar de comodidad bajo la palmera por lo que descarté la idea de meterme a nadar.
Llegó la hora de mi tour por las dunas y me pareció una cosa de lo más divertida, hay momentos en los que piensas que vas voltearte, el chofer te va llevando por rutas que dan la impresión de estarse aventando a un precipicio, después de un rato se detiene y ofrece una lección rápida de cómo hacer sandboarding, te ofrecen las tablas y te avientas de una duna con unos siete metros de profundidad, vuelves a subir al transporte y te llevan a una duna de casi unos veinte metros, el principal peligro en esta actividad es la velocidad con la que vas bajando y que si te volteas o raspas con la arena la herida puede ser muy fea.
En la foto: nuestros medios de transporte.
Finalmente te llevan a un punto del desierto donde puedes apreciar un maravilloso atardecer dorado, te tomas tus respectivas fotos y vas de regreso al oasis, sin duda una gran experiencia que, si podría recomendar ampliamente, pero aconsejaría al igual que me dijeron a mí, no quedarse más de un día, hay algunos hoteles alrededor del oasis, pero no existe mucho sentido el permanecer tanto tiempo ahí.
En la foto: Una vista con un poco de colores del atardecer.
En la foto: El lago de este bello oasis.
En la foto: La historia de este niño puede que no sea la gran cosa, pero es sorprendente como en plenas horas de sol, camino hasta lo más alto de una duna y comenzó a bajar sentado en su tabla, no cabe duda que en cada lugar las costumbres responden completamente con su contexto inmediato.