Un semestre en Helsinki

¡Hola a todos!

En este artículo me gustaría compartir con vosotros mi amor infinito hacia Helsinki.

Hace tres años decidí pasar un semestre en el extranjero como parte de mis estudios. Sabía que quería ir a una ciudad de un país al que nunca iría de vacaciones. Puesto que no soy muy nórdico, sino que más bien soy más de los que adoran el sol, Finlandia, Islandia y Estonia estaban entre las posibilidades. Teniendo en cuenta que el tema financiero jugaba un papel importante en mi caso y que Islandia es uno de los país más caros de Europa, mi tutor Erasmus me convenció para que eligiera Helsinki. En el primer semestre de 2014/15 empezaron mis estudios en la Universidad de Helsinki.

Por dónde empiezo...

Disfruté cada día en esta maravillosa ciudad. Hoy todavía disfruto recordando aquellos maravillosos momentos. Nunca pensé que una ciudad tan al norte podía darme tanto. No soy amante ni del frío, ni del invierno, por eso todos mis amigos pensaron que estaba loca, pero me enamoré enseguida del país.

Tuve la suerte de contar con el apoyo económico de mi familia, porque por desgracia, la vida en Helsinki no es barata. Vivía en una residencia universitaria en la ciudad. ¡Me encantó aquello! Estaba a 10 minutos andando de una playa preciosa e indescriptible y a 15 minios de mi facultad. Para mí, Helsinki era la mezcla perfecta de ciudad y "campo".

Nací y crecí en Viena, pero aquí vivo en una zona muy rural a las afueras de la ciudad. Muchos de mis amigos del colegio se han mudado a la ciudad, pero yo disfruto aquí de la vida, de la playa y de la tranquilidad.

Creo que por eso aprendí a amar tanto Helsinki. Es una pequeña ciudad pequeña y tranquila, aunque llena de vida, situada junto al mar. Para cualquiera que quiera vivir en la ciudad, pero alejarse del ruido y del estrés, Helsinki es la ciudad perfecta.

Mis lugares favoritos

Disfruté muchísimo de los paseos por la playa. Había un lugar muy especial con un pequeño puente que invitaba a quedarse. El puente tenía dos tumbonas y me encantaba quedarme allí y disfrutar de las vistas y de un buen libro. Ahí fue donde tuve mi primera cita con un chico que conocí en una fiesta.

Junto a esta gran playa se encontraban el puerto y la Lonja; en la plaza al lado del puerto ponían un mercado semanal con productos finlandeses, excepcionales, al menos para mi, ya que nunca había comido carne de reno.

Una isla que invita a soñar

Desde el puerto hay un ferri que te lleva a esta isla tan increíblemente maravillosa, tanto, que ya he decidido que quiero casarme es esta isla, ¡la isla Suomenlinna! Nunca antes había visto un lugar tan precioso. Estoy completamente enamorada de esa isla y no puedo expresar con palabras lo encantada que estoy por este trozo de tierra.

Durante mi estancia en Helsinki conocí algunas delicias culinarias del país. Sin duda mi favorita era "Riisipiirakka", una empanadilla rellena de arroz con leche. Una niña finlandesa me mostró que estas tradicionales empanadillas se comían con un tipo de ensalada de huevo. Al principio me mostré muy escéptica, pero hoy por hoy me muero por comer Riisipiirakka con huevo.

Son las pequeñas cosas las que importan

Probablemente Helsinki no sea la ciudad más bonita de Europa, pero es importante tomarse un tiempo para descubrir los rincones más bonitos de la ciudad. En el centro de Helsinki se encuentra la Plaza del Senado junto con la catedral. Cada año, miles de personas se juntan en las calles de los alrededores y celebran el comienzo de la primavera. Sobre todo, quiénes más los celebran son los estudiantes. Un rasgo característico de los estudiantes son sus gorros de graduación, ya que recuerdan mucho al gorro de un capitán. Por desgracia, en ese momento ya no estaba en Helsinki, pero me hubiera gustado participar. Así que, si vosotros tenéis la oportunidad, no dudéis en celebrarlo.

Este edificio se llama "Sibeliusmonument" y conmemora al compositor finlandés Jean Sibelius. Cuando estaba en Helsinki obviamente no conocía este monumento, pero un día de otoño, paseando con mis amigos lo descubrimos y nos encantó. Fue después cuando nos enteramos de lo que era el monumento y además que era uno de los monumentos más importantes y bonitos de la ciudad.

Por eso creo que Helsinki debería estar en todas las lista de viaje. Como ya he dicho, Helsinki es una ciudad pequeña, pero seguro que tiene algo que ofrecer a todo el mundo. Los finlandeses no son el tipo de persona que da el primer paso, pero cuando los conoces son muy amables y saben como divertirse. A los finlandeses les encanta el regaliz, no sería Finlandia si no tuvieran licor de regaliz. No soy muy fan de este tipo de licor, pero sin duda, mi bebida favorita de Finlandia es Minzlikör "MINTTU". Minttu es una bebida de la que la primera vez que la pruebas piensa "Madre mía, quién puede beber esto", pero después de la segunda, tercera o cuarta vez te empieza a gustar. Nuestra fiesta de despedida en la residencia fue con el lema: "¡Trae tu propio Minttu! "

Me gustó mucho que después de una fiesta no hacía falta que volviera a casa en me metro o autobus, daba igual donde estuviera, podía irme a casa andando sin sentirme insegura. En la ciudad me sentía completamente segura. Una noche en una discoteca perdí de vista a mi amiga y no sabía el camino de vuelta desde allí hasta mi casa, así que durante un rato seguí a unos chicos y después les pregunté cuál era el camino para llegar, ellos muy amables me dijeron que me uniera a ellos y fue muy divertido volver a casa. Cuando cada uno de nosotros tenía que irse por un sitio, me invitaron a una pizza (sí, los restaurantes de Helsinki también abren a las 4 de la mañana)

Durante mi estancia en Helsinki pude conocer a tanta gente estupenda y vivir tantas experiencias maravillosas que me encantaría volver una y otra vez. Helsinki como ha he dicho no es la ciudad más bonita del mundo, pero sí lo son las pequeñas cosas que la componen.

Si tuviera la oportunidad de mudarme a Helsinki, lo haría sin duda y criaría a mis hijos allí también. He viajado mucho por Europa, pero no amo una ciudad tanto como Helsinki, aunque naturalmente, Viena, mi casa, también.