Primeros días en Helsinki
Hay una competición cuando vuelves a casa en Reino Unido, dónde la gente puede escribir un pequeño artículo sobre el viaje que han realizado. Aquí estaba mi entrada sobre mis primeros días en Helsinki, Finlandia.
Espero que les guste, me pregunto si haría una gran historia completa.
"Helsinki no es tan frío", pensaba en mis adentros cuando mis pies tocaban el suelo finés por primera vez en la templada tarde de viernes en Enero. Y entonces hablé sobre esto con mi taxista en el viaje desde el aeropuerto a lo que sería mi nuevo hogar para los próximos 6 meses. El me explicó que ha sido sorprendentemente cálido para este período del año, pero que la semana próxima las temperaturas bajo cero descenderían. Continuamos intercambiando bromas en el resto del trayecto. Él era originariamente de Washington pero se casó con una mujer finlandesa, una explicación razonable del por qué uno inmigraría a Finlandia, y naturalmente el parecía intrigado de saber que hacía yo allí. Un pregunta a la, que todavía, no tenía una buena respuesta. Sólo soy una chica de 19 años que después de vivir un tiempo en Londres saltó a vivir una experiencia en otro lugar, de intercambio.
Un gran edificio en el centro de la ciudad me resaltó en el camino. Tenía un tejado en forma de bóveda y estaba cubierto con ladrillos rojizos y marrones. El borde externo de la bóveda era una esmeralda verde "estatua de la libertad" y al lado un reloj de torre encapuchado con el mismo verde para encajar. Había grandes puertas de madera con manillares dorados en la entrada y encima un letrero que ponía "Rautatieasema Jarnvagsstation".
Un par de días más tarde decidí ir a visitar esta misma estación y para no decepcionar era igual de bonita tanto en el interior como en el exterior. Estaba contemplando alrededor en asombro y un hombre finlandés se me acercó "Solamente de estar allí de pie destacas, sentí la necesidad de venir y hablarte" dijo. No sabía si destacaba por mi brillante abrigo rojo o quizás por ser una persona negra en Finlandia. Casi leyendo mi mente me dijo "a la mayoría de los fineses les gusta llevar ropa apagada como de color gris". Continuamos hablando y le conté que mi nombre era Daniela. El lo repitió un montón de veces y se esforzaba por pronunciarlo. Me dijo que nunca lo había escuchado antes y que era curioso saber el origen. Entonces, él me dijo su nombre, Arttu, y no pude pensar otra cosa que lo mismo que él. Parecía suficientemente agradable así que intercambiamos detalles y partimos nuestros caminos.
Conforme la siguiente semana como mi taxista había presagiado el tiempo parecía cambiar a peor, una frase que nunca podrías utilizar para describir el tiempo británico pero que es más apropiada aquí. Las temperaturas descendieron y trajeron consigo la infame nieve finlandesa. Gruesa y clara como un blanco edredón limpio sobre el paisaje. La nieve iluminaba la ciudad y yo tenía la suerte de poder dar un paseo por el centro. Como si leyera otra vez mi mente, recibí un mensaje de mi nuevo amigo finés "¿Te gustaría dar un paseo?".
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: First Days in Helsinki
- Nederlands: De eerste dagen in Helsinki
- Polski: Pierwsze dni w Helsinkach
¡Comparte tu Experiencia Erasmus en Helsinki!
Si conoces Helsinki como nativo, viajero o como estudiante de un programa de movilidad... ¡opina sobre Helsinki! Vota las distintas características y comparte tu experiencia.
Añadir experiencia →
Comentarios (0 comentarios)