Primeras impresiones de Helsinki

Hace un año me presenté como candidata para irme de Erasmus y mis opciones eran los países nórdicos, apenas conocía nada de estos países y me picaba la curiosidad por muchas razones. Después me eligieron para irme de Erasmus a Helsinki, la capital de Finlandia, el país que acaba de celebrar sus 100 años de independencia este mismo año! Llevo ya una semana en esta preciosa capital y cada día que pasa la aprecio más, así que he decidido compartir con vosotros mis primeras impresiones.

Al llegar, como cada vez que uno llega a una ciudad que no conoce, me sentí muy perdida. Las calles tenían unos nombres muy largos y muy complicados, por lo que no resultaba nada fácil saber qué metro, tranvía o autobús tenía que coger, todo era bastante confuso. Por suerte no estaba sola, dos amigos que venían también de Bélgica iban conmigo, así que al final juntos conseguimos ubicarnos. Al final no es tan difícil, el centro no es muy grande y acabas orientándote fácilmente si coges como punto de referencia la estación central y los centros comerciales. Y a raíz de nuestro descubrimiento, pudimos descubrir poco a poco el esplendor de la ciudad. Las calles aún estaban decoradas con las luces de Navidad y la arquitectura de los edificios era impresionante, tanto que te dejaba sin palabras. Y para darle un poco más de magia, pudimos disfrutar de la puesta de sol para acabar bien el día.

Los días siguientes los dedicamos a explorar la Universidad de Helsinki, descubrir cómo es la vida de estudiante y a conocer a los demás estudiantes Erasmus. Un tutor que se encargaba de un grupo de 6-7 estudiantes se encargó de darnos la bienvenida en la universidad a los estudiantes de intercambio, nos sirvió para cumplir con los trámites y saber donde estaban las aulas donde daríamos clase. Mi tutora es de Estonia y está haciendo su máster en Helsinki, como no pudieron ponernos una buena tutora, ya que ella también acababa de llegar, intentó hacerlo lo mejor que pudo y creo que lo consiguió, gracias a ella y a la buena organización de la universidad, no hubo ningún problema con nuestra llegada. Pasamos dos días con nuestro grupo de orientación y la verdad es que fue muy práctico, ¡la gente era muy simpática! Como vivíamos en una residencia para estudiantes de intercambio, poco a poco fuimos conociendo a más residentes y cada uno era de un país distinto, aunque las nacionalidades francesas, belgas, alemanas e italianas eran bastante comunes. De todas formas, da igual de donde fuese la gente, todos eran muy simpáticos y todos se interesaban por los demás.

Aquí os dejo unas fotos de la Plaza del Senado con la Catedral Luterana sobresaliendo por detrás. Uno de los edificios en los que tendré clase da a esta plaza.

En cuanto a la vida en Helsinki es cara, no es ningún mito. Beberte un café, comer en un restaurante, irse de compras o pagar el alquiler, nada de esto es barato. Pero como en todas partes, siempre hay un modo de salir de apuros sin que tengas que gastar una barbaridad, por ejemplo haciendo la compra en el Lidl o comprando la ropa en las rebajas (importante), o cuando vayas a tomar algo que no sea en el centro de la ciudad. Por suerte, los estudiantes tenemos Unicafés en los que podemos comer una comida copiosa por unos 2. 60 €, ¡merece la pena! Por lo demás hay algunas cosas que no son para nada más baratas que en mi país. Por ejemplo, el transporte público sale bastante barato, muchos de los museos son gratis, los Burger King no son más caros y algunas tiendas como Clash Olson (una mezcla entre la Fnac y el Brico) tienen precios normales.

Para acabar hablaré del clima. Cuando llegamos, hacía buen tiempo, hasta llegamos a decir que nos habíamos traído ropa demasiado abrigada, pero enero no era el mes más frío de Helsinki y cada día la temperatura bajaba más. El mar ya se había congelado por algunas zonas y se podía incluso andar por encima como podéis ver en las fotos, algunos hasta patinaban sobre charcos de agua helados. Y no, una vez más no es un mito que haga frío en Helsinki, pero no temáis, porque si vais con guantes, gorro, bufanda y muchas capas entonces estaréis bien, además resulta muy agradable respirar ese aire fresco, para los frioleros, podéis recorreros un buen cacho de ciudad atravesando los centros comerciales.

Ahora me toca seguir explorando esta ciudad rodeada de agua, al igual que Finlandia, y seguir compartiendo esta magnífica experiencia. Ya tengo planeado un viaje a Laponia en febrero así que haré un montón de fotos para poder enseñároslas.

Espero que esta publicación os haya gustado.

Kiitos (como dirían los finlandeses),

Perrine

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