Estocolmo I

De nuevo piso tierras Finlandesas, después del viaje a Estocolmo con el resto de mis compañeros Erasmus.

El barco salía desde el puerto de Helsinki, con la línea: Vicking Line. Cogimos un camarote para 4 personas, que salía por 210 euros en total, es decir, 52, 20 cada uno. Tomamos el barco a las 4 de la tarde, buscamos nuestro camarote situado en la planta 6. El camarote no era precisamente muy amplio, muy parecido a las cabinas del tren Cádiz-Barcelona, dejamos las maletas e investigamos un poco el barco. Tenía tres discotecas: dos para gente joven y una para mas mayores, dutty free, saunas, jacuzzi, sala de juegos con la wii y ordenadores con internet... etc, pero lo más curioso era, que el barco tenia una;cárcel; para meter a la gente que daban problemas, extraño, pero cierto. A las 7 empezamos a beber en una de las habitaciones, para ir cogiendo ya el gustillo del viaje. A las 11 y media tomamos rumbo para la discoteca y ya todos podemos imaginarnos como pudo terminar esa noche de desfase, aunque a las 5 estabamos durmiendo, ya que a las 10 de la mañana, tocabamos puerto para visitar Estocolmo.

A las 10 y media salimos del barco y visitamos la ciudad, como es típico, parte del grupo se separó. Aun así, empezamos a callejear por las calles antiguas de la ciudad, dío la casuliadad que a la entrada de una casa, nos para un argentino de unos 65 años aproximadamente, orgullecido de poder escuchar español. Tan amable, nos sugirió visitar el mirador, donde se podía contemplar unas maravillosas vistas. Subiendo la cuesta de donde habiamos conocido a este sociable señor, nos da por mirar el interior de una casa, totalmente sacada de revista.De pronto escuchamos al señor de nuevo, diciendonos que era su casa y que estaría orgulloso de enseñarnosla sin ningún problema. El grupo encantado, decidimos de aceptar su invitación. La casa de este Argentino ha salido en muchas revistas de decoración, ha estado alquilada para varios famosos e incluso ha sido en varias escenas de rodaje para algunas películas. Mientras tanto, alucinando con su casa, nos comentaba que tenía un hijo malabarista, que posee 5 títulos del mundo, manejando 5 pelotas con sus manos. Todo un show! Si señor! Hombre rico, y con hijo famoso a nivel mundial. Una gran suerte el encontrar gente así de amable y acogedora en los tiempos en que vivimos. Por falta de tiempo, mañana pondré la segunda parte del viaje a Estocolmo, ya que ahora me toca preparar la clase para las clases de mañana.