Un viaje de estudios inolvidable en Hamburgo

¿Habéis ido alguna vez de viaje de estudios al extranjero? En mi opinión, la mejor forma (no sólo para aprender el idioma en cuestión sino también para sumergirse en la cultura local, crear amistades especiales y crecer como persona.

En particular, me gustaría contaron mi experiencia en las vacaciones de estudio de un mes que hice en Hamburgo, la ciudad-estado más al norte de Alemania, para consolidar los dos años de alemán que había estudio en Italia de forma autodidacta.

Hay muchas compañías entre las que elegir para hacer este tipo de experiencias y no es de esto de lo que os voy a hablar. Os tengo que recomendar, en cambio, una cosa importantísima en la planificación de vuestro viaje de idiomas: ¡escoged alojaros con una familia de acogida! De este modo no sólo practicaréis el idioma extranjero 24 horas al día sino que también podréis descubrir mejor la cultura y las tradiciones locales.

Por lo demás, las escuela funcionan todas del mismo modo: las clases son normalmente por la mañana y después se puede elegir la intensidad del curso dependiendo del nivel de la clase en la que participéis. En resto del tiempo lo podéis dedicar a explorar la ciudad, a menudo a través de las salidas que organiza la misma escuela.

Dónde alojarse

Vamos a volver por tanto a mi experiencia. Elegí alojarme en casa de una familia de acogida y fui recibido por una pareja fantástica que acababa de jubilarse: Hanna e Ingo Ernst más su simpática perra Laika. La casa, un poco a las afueras del centro pero en una zona bien comunicada por medios de transporte, era enorme y tenía un jardín cuidado en la parte trasera donde estaba mi espaciosa habitación en el primer piso. Durante mi estancia en casa Ernst probé los platos tan buenos de "la abuela Hanna", charlé largo y tendido con Ingo, participé con ellos en una fiesta local y aprendí el precioso canto "Die Gedanken sind frei" (los caminos son libres).

Qué ver en Hamburgo

¿Qué fue lo que más me gustó de Hamburgo? Difícil decidirse. Algunos edificios históricos como el Rathaus y la iglesia de San Michele son muy interesantes pero aún más fascinante y única en su género es la zona del puerto a lo largo del río Elba llamada Speicherstadt: una extensión infinita de almacenes de ladrillos del siglo XIX que se reflejan a lo largo de los canales. Al lado de esto se desarrolla en todo su esplendor la moderna Hafen City, en el extremo del cual brilla como un cristal la Elb-philarmonie.

Relax

Si queréis relajaros, dar un paseo a lo largo de los lagos internos del Alster o en el parque Planten un Blomen, donde cada noche a las nueve se puede asistir al magnífica espectáculo del agua, luces y música ante la fuente central.

Diversión

Si queréis divertiros, en cambio, hay un montón de lugares donde elegir a lo largo de la excéntrica avenida del Reeperbahn. Si podéis aguantar hasta las seis de la mañana, no se puede terminar la noche de fiesta sin ir al mercado del pescado, comer algo y ver el amanecer a orillas del río.

El transporte público de Hamburgo

Los transportes funcionan a la perfección: con un simple abono mensual puedes ir a donde quieras y coger todo tipo de medio de transporte, incluidos los ferrys que ofrecen una vista espectacular de la ciudad desde el río.

La comida

La comida es increíble allí y superó mis expectativas: temía comer sólo comida basura pero, por el contrario, ¡me fue muy bien! No sólo es una cocina internacional de calidad sino también productos típicos muy ricos entre los cuales el chocolate, el pescado y el pan integral.

Conclusión

En conjunto, ¡creo que tuve una experiencia excelente y espero volver muy pronto a Hamburgo!