Castillo de Guimarães

Continuamos hablando de nuevos lugares del norte de Portugal, en esta ocasión nos vamos hacia la pequeña ciudad de Guimarães conocida sobre todo por tener un pequeño pero buen conservado centro histórico y por dos monumentos importante, el Palacio de los Duques de Bragança y el castillo de Guimarães.

Cómo llegar

A excepción del Monte da Penha de la que intentaré hablar en otro artículo, las distancias en Guimarães se pueden hacer perfectamente andando. La ciudad no es demasiado grande por lo que si alguen viene en coche tampoco tendrá muchas dificultades aparcando.

Para la gente sin coche, la major manera de llegar a Guimarães es con un tren urbano, cada billete cuesta 3, 10 euros.

En cuanto al castillo, se encuentra a cinco minutos del centro histórico y al lado del Palacio de los Duques por lo que debe ser muy raro que no lo veais.

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Un poco de historia...

El castillo de Guimarães tiene su origen en el siglo X, siendo el lugar donde se construyó un monasterio por la Condessa Mumadona Dias en su granja de Vimaranes (actual Guimarães). Como había constantes ataque de musulmanes y normandos, fue necesario construir una fortaleza para proteger a los monjes y al resto de la comunidad cristiana que vivían alrededor fue así como nació el castillo de Guimarães.

En el siglo XII, nació el condado Portucalense, antecesor de la actual Portugal, y los condes Dom Henrique y Dona Teresa ampliaron y fortificaron mejor el castillo. Estos condes fueron los padres de Afonso I, primer rey de Portugal. La tradición dice que nació en este castillo.

En el año 1128 se dio la batalla de São Mamede entre las tropas de Afonso I y de Dona Teresa (su madre), siendo vencedor Afonso I. Fue en esta fecha cuando el concado se independizó de Castilla y León y más o menos ocupararía un pequeño trozo de la actual Portugal. Durante su reinado amplió y consolidó el país expandiéndose hasta un poco más allá de Lisboa, una verdadera barbaridad para ser tan poco tiempo.

Volviendo al castillo, con el paso de los años sufrió un proceso de abandono y deterioro hasta el siglo XX que es declarado Monumento Nacional y restaurado (aunque según mi opinión, demasiado restaurad).

El lugar fue nombrado una de las 7 Maravillas de Portugal en 2007, junto con otros monumentos que ya he hablado en otras ocasiones como el Monasterio de Batalha o las murallas y castillo de Óbidos.

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El castillo

Aunque el castillo se encuentra en buen estado y es bonito, me parece demasiado que se encuentre dentro de las 7 maravillas de Portugal. La razón es simple, es pequeño. Entiendo que el castillo de Óbidos se le conceda por ser Óbidos una ciudad amurallada, única en Portugal pero el castillo de Guimarães no me pareca nada del otro mundo.

Este castillo es gratuito aunque solo podremos visitarlo de 9. 30 hasta las 18. 30. El lugar se encuentra un torreón o torre del homenaje rodeado por una muralla con ocho torretas. Cuando fui se encontraban reformándolo por lo que no pude acceder a dar una vuelta por sus murallas ya que solo hay una única escalera para subir y se encontraban reformándola.

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En su interior más allá, de la Torre del Homenaje no hay nada más aunque cerca de allí se encuentra la pequeña capilla donde la tradición dice que fue bautizado el rey portugués.

La verdad es que es un castillo bonito y supongo que tendrá buenas vistas de Guimarães pero en sí mismo no es nada especial ni de obligada visita. Si tuviera que poner un castillo como maravilla pondría al de São Jorge en Lisboa, el de Almourol o al de Leiria o incluso el de Montemor-o-Velho.

Y ya está, poco más puedo contar del castillo porque no tiene la riqueza monumental que tienen otros como los de Leiria o Montemor-o-Velho. Eso sí, a su alrededor se extiende una pequeña zona verde perfecta para comer o descansar un rato.

Además de recomendar la visita a la capilla donde nació el rey portugués, cerca de allí tenemos el Palacio de los Duques de Bragança, que es junto al castillo de lo más importante de la ciudad.

En conclusión, la verdad es que me esperaba una fortaleza o algo verdaderamente especial ya que esta era la última de las Maravillas de Portugal. Ya sea por razones nacionales (ya que Guimarães se considera la cuna de Portugal o porque el norte de Portugal también quería su hueco en esa lista, me parece la más prescindible de las Siete Maravillas.

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El castillo eso sí, es bonito ver tanta torreta ya que otros castillos de Portugal o no tienen, o están en mal estado. El castillo al ser gratuito y pequeño, se deja hacer una visita pero más de un cuarto de hora no tardarás en dar una vuelta por el castillo. Por eso, aunque no sea una obra verdaderamente especial, si uno pasa por Guimarães, no está de más que la visite.

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