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Crónicas de Guayaquil

Publicado por flag-ec E OC — hace 7 años

0 Etiquetas: flag-ec Experiencias Erasmus Guayaquil, Guayaquil, Ecuador


Crónica de una típica noche de jueves en Guayaquil.

Crónicas de Guayaquil

El fin de semana en Guayaquil comienza el jueves, no por algo le dicenviernes chiquito. Se puede ver a la mayoría de gente salir de sus trabajos u otras actividades alrededor de las siete de la noche. Los bares comienzan a llenarse. Los restaurantes se ven a full. Es bastante difícil encontrar parqueo principalmente en el centro o en urdesa, donde existe la mayor concentración de lugares para la  diversión porteña.

Yo acabo de salir de la oficina. Voy manejando por Urdenorte, ya que mi trabajo queda a una cuadra de la Iglesia de los Mormones, símbolo de esta zona de la ciudad. Llevo puesta una camisa manga larga pero me he aflojado la corbata, la cual he venido aguantando los últimos cuatro días como si fuera una soga en el cuello. La noche esta un poco fría como para doblarme las mangas y dejar el terno a un lado, así que hoy no perderé tanto la elegancia.

Esta es la hora pico en la ciudad. Hay transito en la gran mayoría de las calles y normalmente debería ser porque todos están regresando a casa. Pero hoy no. El motivo es diferente. Puedo observar que en muchos de los carros no solamente esta el conductor, sino que también lo acompañan mas personas con el mismo uniforme de trabajo. Todos se ven extraña y sospechosamente felices. Pero luego recuerdo que es jueves y sonrío con un poco de malicia. Y es que hoy hay que honrar a los Dioses de los bares, y mas aun cuando en la mayoría existe el famoso “happy hour”, gran invento de los gringos, excusa perfecta para reunirse con los amigos y relajarse un poco después del estrés de la semana. Total mañana es viernes, así que cualquier eventual mala noche se podrá sobrellevar con un buen café y con la tranquilidad de que también habrá tiempo extra para dormir.

He quedado con mispanas para beber unos cuantos tragos en el Puerto Santa Ana. Debería preocuparme porque estoy manejando, pero hoy estoy de suerte. A medida que me acerco al túnel de la Pedro Menéndez no veo rastros de que se vayan a instalar los pacos para molestar con la Ley Seca. No es que sea irresponsable, pero en esta ciudad si que han exagerado con esta ley, no te puedes beber ni un vaso de ron pope tranquilo y luego manejar. Lo irónico del asunto y que es mas reprochable que manejar con una copa de vino encima (o acaso es conveniente?) es que siempre puedes “arreglar” con el vigilante si es que te detienen durante la batida. Si. Bienvenidos a Sudamérica, y a la tierra postiza de los billetes de George Washington.

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El Puerto Santa Ana es uno de los lugares de moda de la ciudad. Es quizás el proyecto inmobiliario mas ambicioso y lujoso que se haya construido hasta la presente fecha. Son varios edificios que comprenden de oficinas, departamentos, locales comerciales y hasta uno de los hoteles mas prestigiosos de la urbe (el Wyndham) los que hacen parte de este complejo. Aunque si me preguntan a mí, lo mejor de este sitio es que esta al pie del rio Guayas y cerca deLas Peñas. Es una especie de camaleón. Ya que cuando llegas te encuentras con uno de los lugares mas modernos que existen, pero tan solo a la vuelta de la esquina, y literalmente hablando, esta situado el cerro que lleva el mismo nombre con una enorme cantidad de barsitos en cada uno de sus cuatrocientos escalones. Por si fuera poco, en las faldas del cerro, están Las Peñas, que es el barrio mas antiguo y tradicional de Guayaquil, hoy por hoy reformado y bastante turístico pero sin perder ese sex appeal colonial que es su mayor encanto.

Me he demorado casi una hora en llegar a destino. Lo peor de todo es que para variar no hay parqueo. Me pregunto en voz baja como puede haber sido posible que hayan construido un complejo tan pero tan grande pero con tan pocos parqueos. Los maldigo en mi mente. Veo a los dueños de la calleque me chiflean para que me estacione cerca de la entrada del hotel. Les pregunto que cuanto me van a cobrar por “cuidarme” el carro y me dicen que dos latas es el precio estándar. No me queda otra opción, ya que me tocaría esperar media hora mas para ver si es que de milagro alguien deja un espacio libre. Le pago al jefe, agarro mi saco y me aseguro que el carro quede bien cerrado, ya que esta seguridad no es de confianza.

En el mes de agosto el clima es bastante condescendiente con nosotros los guayacos, especialmente en la noche, ya que no existe tanta humedad en el ambiente como en otras épocas del año, en donde la temperatura supera los treinta grados las veinticuatro horas del día. Inclusive en esta época si estas en lugares abiertos podrás sentir un agradable viento correr por todas partes. Pero a medida que van pasando las horas se puede tornar una necesidad el protegerse con un abrigo, saco o lo primero que tengas a la mano, peor aun si te encuentras caminando cerca del rio, así que esta noche mi uniforme de trabajo me resulta bastante útil, ya que además de resaltarme la pinta, me resultara como armadura ante cualquier ráfaga de viento que exista durante la madrugada.

Camino a paso rápido mientras me acomodo el saco del terno y a la distancia cerca del malecón del puerto, alcanzo a ver a mis amigos que me hacen de la mano. Me percato que soy el único del grupo que esta con traje, ya que los otros tres están de guayabera y pantalón largo. Este curioso nombre le pertenece a la prenda masculina de vestir mas tradicional que hay en la ciudad, la cual en su mayoría es utilizada comúnmente por los abogados ya que es parte de nuestra idiosincrasia. El modelo clásico es el blanco con manga corta debido al calor, pero también existen otras variantes, siendo la combinación mas utilizada para la noche cualquier color siempre que sea manga larga. Ahora que lo pienso dos veces si que es toda una industria esta de la guayabera.

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Aun no hemos escogido el lugar en donde vamos apegarnos las chelas. Damos unas cuentas vueltas por el puerto y vemos que nuestros spots favoritos están completamente llenos, inclusive hay filas de espera para poder ingresar. Por lo general los jueves nuestra primera opción es la casa pilsener, ya que siempre tienen música en vivo, además de las promociones con la cerveza. Sin mencionar que tienen varias pantallas en donde se proyectan todos los canales deportivos locales e internacionales, que lo hacen el acompañante ideal para una velada entre panas y mas aun cuando hay juegos del campeonato nacional o la copa libertadores.

Cuando la cerveza no es la mejor solución para el jueves, una gran opción es ir al bar lounge llamado La Paleta. Es un lugar mas fino que no precisamente esta ubicado en el puerto, ya que hay que caminar unos diez minutos desde la entrada principal hasta llegar a Las Peñas. Aquí el ambiente es totalmente diferente, ya que no es un bar tradicional con música en vivo, de hecho esta es parte de una banda sonora de fondo que por lo general es esa música gogotera gringa siempre de estilos variados pero que te resultan simpáticos ya que de alguna manera se mezclan con el ambiente bohemio del lugar y te relajan. Aquí las bebidas tienen su propia personalidad y dependiendo de lo extravagante de su nombre va relacionado con su precio.

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Andamos con buena espalda. Nuestro body de la casa pilsener nos ha conseguido una mesa para cuatro en un lugar estratégico, súper cerca de la barra pero lo suficientemente alejado de la banda que toca la noche de hoy. Chevere. El ambiente esta templado y la gente esta bastante animada con el repertorio de canciones latinas que están siendo interpretadas casi a manera de karaoke. Tenemos que igualarnos. Es evidente que al ser ya casi las diez de la noche, somos los mas sobrios del bar. Pedimos una jirafade cerveza y ordenamos algunas rondas de piqueos, ya que justo hoy, hay un letrero que dice que la cocina cierra a las once.

La primera ronda la he invitado yo a manera de celebración, ya que el tema inaugural de nuestra conversación de la mesa, es sobre el resultado del clásico del astillero de la noche anterior. El ídolole ganó al bombillo uno a cero de visitante y es mas puntero que nunca. Soy el únicobarcelonistaentre los cuatro, los otros son hinchas delemelec. Me hacen mala cara y se que si sigo con la burla futbolera nunca llegarán las siguientes rondas de cerveza. Los dos equipos que he mencionado son los mas populares de la ciudad y archirrivales de toda la vida, así que ustedes me entenderán.

Es la una y media de la mañana del viernes y el grupo musical ha comenzado a despedirse por segunda ocasión. La gente al coro de “una mas y no jodemos mas” ha conseguido que la banda se quede y toque un ultimo repertorio de tres canciones. Sin exagerarles a esta altura de la madrugada, podría jurarles que el vocalista me parece que canta igualito a Gustavo Ceratti, o a lo mejor es simplemente la cerveza que ha comenzado a manifestarse y decir presente. Pedimos la cuenta no sin antes ordenar una tercera y ultima ronda de bielas. Después de todo hay que siempre comenzar el fin de semana con el respectivo brindis. Salud.

El lugar comienza a quedarse vacío en un dos por tres. Optamos por esperar un poco mas para no encontrarnos con el caos en los parqueaderos al momento de salir. Le dejamos en total diez latas de propina a nuestro yave del bar, ya que como siempre se porto once con nosotros y obviamente para que este igual de pilas para la próxima ocasión que estemos de vuelta. Pedimos unos halls sabor a menta antes de salir del bar por si las moscas, no vaya a ser que los buitres estén dando la vuelta del otro lado a la salida del túnel.

Comenzamos a caminar hacia los parqueos de vuelta pero en el trayecto se nos cruzan dos hermosas damas de la noche. Ambas tienen figuras voluptuosas y van vestidas de manera provocativa pero de una forma discreta y hasta elegante. Nos piden fuego y nos comienzan a preguntar que donde continua el after party. Esto es algo común de encontrar a estas horas de la madrugada cuando estas por esta zona principalmente, que aunque es bastante noble y aniñada, puedes encontrarte de todo.

Cotizamos un poco los precios y lo que viene incluido dentro del paquete, nos dicen varios números y que inclusive el hospedaje estaría pagado. Pedimos una rebaja a lo ofertado y nos dicen que en ese caso las horas laborales disminuyen. Reímos todos, pero al darse cuenta que no estamos realmente interesados en sus servicios se despiden amablemente y van en búsqueda de otras presas, ya que para ellas la noche recién esta comenzando. Les pedimos la tarjetas de visita del consultorio no sin antes desearles que tengan una exitosa jornada laboral. Sera para la próxima con nosotros.

Al llegar a la salida del puerto, vemos que nuestros vehículos están sanos y salvos. Sin nuevos rayones aparentes y con las cuatro llantas aun puestas. Pienso en modo sarcástico que aunque la  seguridad contratada ya se haya marchado hace rato, ha cumplido a cabalidad con sus funciones en la noche de hoy. Nos despedimos todos y nos citamos para nuestro tradicional futbolazo del sábado por la tarde. Comienzo a manejar haciendo piques cortos por la ruta que me lleva hasta mi casa pero a la vez cautelosamente trato de divisar si es que a la distancia hay rastros de luces de sirenas de posibles patrullas. No hay moros en la costa, el trayecto esta completamente tranquilo. Son casi las dos de la mañana.

El puente de la unidad nacional parece una calle del viejo oeste, me acerco al carril derecho y disminuyo un poco la velocidad. En mi retrovisor no dejo de contemplar la imagen imponente de la postal que se ha convertido el Puerto Santa Ana para la ciudad. Las luces de los edificios reflejan directamente hacia cada una de las casitas que están en el cerro, se puede apreciar inclusive los distintos colores de las fachadas con las que han sido pintadas. Lo mejor de todo es que se puede observar nítidamente que en el punto mas alto se encuentra el faro, el mismo que esta iluminando la vera del rio creando un camino que se pierde en el horizonte del golfo. Y pensar que hasta hace algunos cuantos años aquel lugar era uno de los mas peligrosos y olvidados de Guayaquil.

En menos de veinte minutos de conducir he llegado hasta mi caleta. Aparentemente el barrio entero duerme. Sin embargo a la distancia escucho ciertos motores de carros que se apagan pero también otros que se encienden y se alejan con bastante prisa haciendo ruido al salir. Cada quien lo suyo pienso maliciosamente. Por mi parte, pongo el despertador del teléfono a las siete am ya que “mañana” solamente unas cuantas horas mas tarde, toca hacer un ultimo esfuerzo para madrugar y volver al camello. El comienzo del final de semana ha llegado a su fin…

Links de las fotos:

http://www.turismoecuador.com/espanol/ecuador/fotos/fotosguayaquil/11.htm (anteproyecto puerto santa)

https://andragust.wordpress.com/guayaquil/ (guayaquil de noche)

http://flickrhivemind.net/Tags/ecuador,pilsener/Interesting (casa pilsener)

https://unviajeaecuador.wordpress.com/2014/06/16/las-penas/ (las peñas)


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