Paxtocá a la Ciudad de Guatemala.

Un viaje mental – Paxtocá Guatemala Directo a Granada Nicaragua

Emocionado por la aventura que me esperaba. Aun indeciso por el viaje que me espera, porque mis finanzas están muy complicados, para emprender un viaje. El impulso de poder competir escribiendo sobre lugares, me motivo considerablemente, para iniciar la marcha. Aunque el viaje representaba alejarme por unos días de mi hijo, situación que puso triste mi corazón.

Había pensado viajar a Quetzaltenango, utilizando el servicio de buses que pasan frente la casa, que provienen directamente de la Aldea de Chuatroj. #Una decisión puede cambiar la vida# pensé en despedirme de mis suegros, a quienes no les había comentado sobre el viaje, ni mucho menos le comenté a mis padres. Al escuchar mi suegro que tenía que viajar se emocionó, decidió llevarme en su carro, por donde se toma el bus en Quetzaltenango. Emprendimos el viaje, mis suegros, mi hijo y la señorita que cuida de nuestro hijo. 

En el viaje, siempre me gusta observar y apreciar que siempre hay un hermoso cuadro, en cada uno de los espacios del tiempo. Ver cómo la gente del campo, iniciar la temporada de siembra. Siendo las quince horas del día miércoles nueve de marzo de dos mil dieciséis. Una tarde calurosa, que sorprende la fuerza de voluntad de las personas, que trabajan en el campo, bajo un calor muy fuerte. Pero la emoción de plantar sus alimentos supera todos los límites que la naturaleza  ofrece a este mundo.

Al llegar en la zona catorce, donde se ubica transportes ALAMO, frente al centro de convenciones Tertulianos. Me despedí de mi familia, en especial de mi hijo, a quien le dije que nos volveríamos a ver el día lunes. 

#La costumbre nos vuelve dependientes#

Tranquilo, como si todo estuviera bajo control. Me pare frente a las oficinas de ALAMO. Sin embargo, ya no existía tal oficina, otra empresa ocupaba dicho local. Pensé que la empresa había dejado de trabajar, hasta que vi una rotulo grande, que indicaba que la empresa se había traslado en la 12 calle, cerca del edificio san Lucas, a unas dos cuadras al norte. Donde estaba su antigua oficina. Decidí buscar el nuevo local, considerando que aún tenía tiempo. #Una buen lección, para anticiparse antes, porque las cosas cambian constantemente#  Al llegar a las oficinas de los transportes ALAMO, me admire por la modificación y la calidad de sus nuevas instalaciones. Solicite un boleto de viaje, para las cuatro de la tarde, que me pudiera llevar a la ciudad de Guatemala.

Tenía una hora antes de la partida del bus, tome la decisión de hacer algunas compras. Me gusto ver que en la cuesta blanca, existe una gran cantidad de tiendas y pequeños comerciales. Para poder adquirir cosas básicas, como ropa, medicinas, comida, equipo de computadoras. El pan de Xelapan el más codiciado por los visitantes, que llegan a Xela, quienes quieren llevarse un pan emblemático de la región.

Siendo las dieciséis horas, el tiempo justo para viajar a la ciudad de Guatemala. Aborde el bus, pensé que el bus estaría lleno de pasajeros, sin embargo, en esta ocasión solo fuimos siete persona, seguramente por el cambio de ubicación de transportes Alamo, las personas se confunden y optan por buscar otra empresa de transporte. Con el tiempo, nos iremos acostumbrando a la nueva ubicación de este transporte que siempre lo utilizo por la comodidad y seguridad.

Sentado en el bus, mis pensamientos atraen nuevas cosas, la forma en que será este viaje, tengo el objetivo de observar, para contarles a ustedes, lo que pueden observar, durante un viaje de cuatro horas. Para que puedan ver que una aventura en Guatemala, es una experiencia que vale la pena realizar.

El bus partió, sobre las calles empedradas de Quetzaltenango, parte de la historia y la muestra que el ser humano, siempre busca como innovar, sus sistemas de transporte y calles, buscando siempre la velocidad y seguridad en sus calles. En este pequeño sector, que más se le conoce como la Cuesta Blanca. Usted puede encontrar restaurantes que el ofrecen comidas variadas, comida local y extranjera. Puede comer muy bien con veinte quetzales o si le gusta parrillada uruguaya, en este lugar lo puede encontrar. Aunque personalmente recomiendo la comida que ofrecen en los restaurantes de Albamar. Pero su gusta de comida China, lo puede encontrar en este mismo lugar, en mi próximo blog les comentaré sobre todos los lugares donde puede comer en xela.

Pasando bajo el puente, en la  cuesta blanca, que orgullo más bello, ver las paredes pintadas, con el color de la bandera de Quetzaltenango, un honor ser Chivo de Corazón, una bandera que significa el poder del sexto estado, la ciudad de los altos. A un lado, el majestuoso Excélsior, una empresa productora de harina y otros productos derivados del trigo, símbolo del desarrollo industrial de la región. Mientras las calles de la cuesta blanca, se empiezan a construir grandes centros comerciales, como son las Maxi despensas y Despensa familiar, que son eso mega tiendas, que venden productos de consumo diario.

El descenso de la calle de la cuesta blanca, nos conduce directamente a la rotonda, un lugar increíblemente bello, un lugar paradójicamente contrario, entre pocos metros. Un punto donde pasan miles de vehículos, que transportan personas, que aprecian el monumento en honor a la marimba de Guatemala. Sobre la marimba una escultura de mujer danzando, un símbolo del pasado, que deleita el futuro. En su mirada al este, una gran cantidad de pequeños comedores, donde come la gente de escasos recursos, al lado oeste el omnipresente McDonald’s.

El camino recién empieza. Pasamos debajo del monumento dedicado a la independencia, siendo Quetzaltenango el centro de la feria nacional y Centroamérica de la independencia el quince de septiembre. Es un arco, sobre el arco un León, que representa la fuerza y el coraje de nuestros padres, que lucharon por nuestra libertad.

De la rotonda a las rosas_ Pude apreciar, como al lado de la carretera, una infinidad de vendedores de vehículos importados y agencia, aglomeran esta ciudad pujante, en busca de su posicionamiento territorial, como la segunda ciudad más importante de Guatemala.

En el camino, me gusta apreciar cómo la gente, está en constante actividad, buscando la forma de cómo generar ingresos, para sostener a sus familias, venden productos de todo tipo, ofrecen servicios de limpieza de vehículos. Una infinidad de pequeños negocios familiares, una muestra que esta ciudad, cuenta con gente dispuesta prosperar y ayudarse mutuamente. Existe un lugar que se conoce como la quinta Olga, por cierto no sé porque lo llaman así, tendré que ser más curioso y buscar más información de aquel lugar.

En el bus de ALAMO, apreciar como el desarrollo urbano, avanza en las zonas rurales. Me hace suponer que estamos muy pronto, en ver una nueva metrópoli. Mientras ahora aún existen bellos campos, donde se plantan frutas y verduras. Aprovechando el rio Samala, un rio que nace los bosques de Totonicapán, un icono del desarrollo de la agricultura regional. Ya que el occidente de Guatemala cuenta con tierras fértiles, que le permite cultivar una gran infinidad de vegetales y frutas.

Pasando en la rotando, donde se encuentre el monumento del emigrante. Mi viaje se convierte en una especie de nostalgia, porque la emoción de volver a Nicaragua alegra mi corazón, pero dejar a mi hijo me absorbe el corazón de una tristeza, que jamás había sentido en mi existencia. Mientras que calor, calienta mi rostro, a través sus rayos que atraviesan el vidrio. Apreciando mi bella Paxtocá, una pedazo de tierra, que me enamora y seduce el alma. Porque el lugar perfecto, siempre será el lugar donde nacimos y vivimos.

Ascendiendo, el altiplano occidental de Guatemala, impresionante, custodiado por el volcán se San María, como una dama que cuida a los habitantes más alegres y amables de la tierra- Entre árboles de pino y ciprés,  el cielo se vuelve más fresco, porque la fuerza del sol es absorbido, por las hojas y ramas de los árboles, que acompañan el viaje.

#Una aventura nos espera#

Todos los caminos nos ofrecen la oportunidad de sentirnos vivos, porque somos parte de este universo, un lugar sin saber por dónde termina o por donde empezó.

Mientras cruzamos por la Aldea de Chuistoca, para dar paso a la bella comunidad de Chuanoj, una comunidad dividida, por el desarrollo urbano, siendo sus tierras separadas por las carreteras de asfalto. Acompañados de montañas bellas y hermosas, típicas del lugar, símbolo de la pasión por la naturaleza. Con una vista impresionante hacia el altiplano de Guatemala y una vista fantástica de la cabecera municipal de Totonicapán. Una vista hermosa que permite ver a las comunidades de Vasquez, Chipuac, Quicquix, Chipuac y Nimasac. Comunidades que forman parte de la organización de los cuarenta y ocho cantones de Totonicapán. Símbolo de la organización indígena Maya K’ich’e de la región.

Me sorprendo que hay muchos lugares interesantes e iconos, que desconozco porque los han denominado de cierta forma, como es el lugar conocido como la pistola, un pequeño campo, que sirve como mirador, hacia el altiplano occidental. Se ha construido un monumento en forma de pistola, que hace referencia a este lugar.

Con el ruido del motor del bus, el bosque de Alaska me emociona, atrae mis pensamientos, porque me parece ver el pasado a través cipreses antiguos, que son protegidos por las personas de las comunidades. #Les recomiendo antes de visitar un bosque de Totonicapán, acudan con las Autoridades de cada comunidad, para obtener el permiso respectivo, ya que las personas de Totonicapán, son muy celosos con sus recursos naturales.

Saliendo del bosque, se inicia un campo despejado donde siembra maíz, un lugar que seguramente le pertenece a las personas del municipio de la nueva Santa Catarina Ixtahuacán, por cierto que este municipio fue reubicado, ya que por cuestiones geológicas, el lugar donde vivían anteriormente, ya no permite que personas puedan habitar en ella. Aunque quedaron muchas personas en este lugar viviendo, por lo tanto, existen dos Santa Catarina Ixtahuacan, la actual y antigua. Lo que me gusta de estos lugares, que aún se puede ver a los hombres usando su traje típico, uno de los pocos municipios donde aún mantienen su identidad cultural.

Iniciamos un descenso, para cruzar por el municipio de Nahuala, un lugar muy agradable, por la característica de su gente, sus aldeas y calles, son nombrados en idioma Maya K’ich’e, un lugar de cultura y de organización indígena.  Situada en un valle donde lo rodea una montañas, que han sido talados, porque los bosques espesos casi ya no existen en esta región. Al salir de Nahuala, iniciamos una ruta de muchas curvas, que mueve mi cabeza, es el punto más agitado para mí, es como ir en una montaña rusa, que nos mueve de un lugar a otro.

El kilometro ciento cuarenta y ocho, uno punto de referencia, para las personas que buscan informar a su familia, por donde se encuentran, mientras avanzamos en nuestra ruta, apreciamos casas antiguas, combinadas con casas modernas, una infinidad de pequeños negocios, que propician una parada para disfrutar de una comunidad, o para descansar ante el largo viaje que nos espera. Considerando que de Quetzaltenango a los Encuentros, el viaje tarda un hora. Antes de llegar a los Encuentros, uno de los lugares que podemos visitar es el corazón del bosque, una pequeña reserva ecológica, para descansar, caminar y ver baños termales, típicos de la región del occidente. Mientras pasamos por la cuchilla, el punto de ingreso para ir directamente a Sololá y al precioso lado de Atitlán.

 Al concentrar la mente, para que pueda observar todo, es increíble ver, en estos tiempos de globalización, como la gente sigue trabajando en el campo, usando herramientas convencionales, dependiendo de su fuerza, para producir alimentos para su familia y productos para la venta, como fuente de ingresos económicos, para adquirir otras cosas básicas para sus sustento familiar. Sin embargo, se ven felices, se levantan de madrugada para trabajar y descansan muy tarde. Gracias al esfuerzo que realizan, los campos de Sololá, son muy bellos y productivos, que nos recuerdo como el hombre necesita producir sus alimentos, para sobrevivir en este planeta, que necesita urgentemente la producción de alimentos más orgánicos, dejando de depender de los fertilizantes químicos.

Los Encuentros.

Un lugar donde se cruzan tres destinos, una vía para Quetzaltenango, una vía para Quiche y una vía para seguir la capital de Guatemala. Un lugar ideal para descansar, para comer y disfrutar un platillo típico de la región, se pueda apreciar una gran cantidad de vendedores minoristas, que venden gaseosas, agua en bolsas, chuchitos, semillas secas, entre otras cosas, situación que me hace suponer, que en Guatemala, contamos con la bendición de consumir todo tipo de alimentos, contamos con una gran abundancia, que en cualquier parte del país, usted puede encontrar una gran variedad de frutas y verduras, lo mejor de todo, que los precios son realmente bajos, a consideración de comprar en un súper mercado.

En el trayecto para cruzar el departamento de Solola, al ser conocido como el departamento del paisaje, una descripción efectiva, porque en las carreteras, se puede apreciar la infinidad de productos artesanales, que adornan los ojos de los visitantes que pasan por dicha vía interamericana, mágicas obras hechas con la mano, aprovechando las propiedades moldeables del barro y la madera, elaborando bellas obras de arte. Que decir de los bellos trajes que adornan los comercios campestres, que son construidos con materiales locales, que no evocan nada de modernismo, pero, transmiten la simpleza de la vida, para conseguir lo mejor. Los invito a viajar en vehículo propio, para que puedan tener la oportunidad de apreciar y disfrutar de una naturaleza impresionante, una cultura viva. Más aún cuando se tiene la oportunidad de sentarse, sobre una silla de madera, para disfrutar del bello lago de Aitlán, impresionante y protegida por volcanes. Una obra de arte del creador, que nos muestra que todas las cosas son perfectas, solo necesitamos desarrollar ojos de artistas, para apreciar lo mejor de cada lugar.

Las montañas acompañan mi emoción por una aventura, que iniciado de una manera espectacular, mientras que el atardecer acompaña nuestro camino, vamos directo hacia la ruta de la libertad. Un viaje que traza un nuevo destino, para quienes amamos encontrar el propósito de nuestra vida.

#Todos los caminos son buenos, pero, el que elegimos nosotros es el perfecto#

Hemos llegado al punto más alto, en nuestra ruta, ahora iniciamos el descenso, por consiguiente vamos a dejar el frio que caracteriza el occidente de Guatemala, para ingresar a un clima más cálido. En el descenso encontramos curvas y letras, que nos explican, sobre nuestra diversidad, que se refleja en las construcciones y conceptos de cada pueblo.

Tecpán. Un municipio que alberga el mejor lugar para comer, se concentra una gran variedad de lugares para comer, comida de alta clase a una comida típica de la región, que mejor oportunidad de comer. Hermoso rincón Suizo, un monumento hecho de madera, para degustar de una buena parrillada, un pintoresca mansión de la comida. Un lugar grandiosamente sabroso. Pero si queremos ser más aventureros, tendríamos que ir a Way bi, la casa que nos abre la puerta, hacia la ciudad antigua de Iximche. Si se trata de desarrollar que mejor opción, que KATOK, aunque creo que hay más opciones. En Tecpán la sensación de estar en mundo distinto, se ha logrado gracias al desarrollo de restaurantes que han crecido en este sector. Es un lugar obligatorio para descansar. Nadie puede decir que conoce Guatemala, si no ha estado por Tecpán, para dar el lujo de una buena parrillada. No podía dejar de pensar en la Hacienda Real, una de las obras de construcción más reciente del sector, imponente y extensa.

Encontramos la ruta más plana y extensa, que se puede encontrar en Guatemala, una ruta que nos lleva Patzicia. En esta planicie apreciamos una producción extensa de frutas y verduras. Es un sector de alta producción agrícola. Existen grande predios de producción bajo invernaderos. La productividad de la región, se debe a su clima templado, que permite producir durante todo el año.

Chimaltenango.

En la entrada a Chimaltengo, es hermoso ver, como algunas personas, se ganan la vida, vendiendo elotes tostados, su actitud nos da una sensación de bienvenida, al municipio de Chimaltenango. Por el crecimiento urbano, es el lugar más difícil de cruzar, por la gran afluencia de vehículos, que hacen de esto una experiencia para medir nuestro nivel de paciencia. Saliendo de la ciudad, han podemos ver, los últimos productos de ladrillo de barro, un lugar conocido como el TEJAR. Una muestra que aún existen trabajos rudimentarios, pero importantes en las nuevas construcciones habitacionales.

San lucas.

La antesala de la ciudad de Guatemala. Un lugar bello, la calle principal, lo adornan imponentes árboles, que me hacen sentir como en casa, una fuerte presencia de bosque, que acompañan los nuevos centros comerciales, que reflejan el crecimiento urbano de la ciudad de Guatemala.

La ciudad de Guatemala.

Siendo de noche, no tengo mucho que contar, pero, si tengo la oportunidad de compartir con un amigo, en el grandioso hotel Tikal Futura, una de las maravillas arquitectónicas, que hace impresionar a las personas de las provincias, que pocas veces vemos edificios grandes y modernos. Ingrese al edificio para encontrarme con mi amigo Kike, en el recorrido, no puedo dejar de sentir admiración por este edificio, estando en su interior, es otro mundo, lleno de lujos y modernismo, un pequeña ciudad dentro de una ciudad del tercer mundo. Una obra de la ingeniería, bautizada con el nombre de Tikal, como es el parque Tikal, la ciudad más impresionante de los mayas.

El viaje a durado cuatro horas, ha sido un viaje interesante, me ha mostrado que soy poco investigativo, tengo que generar más preguntas y curioso, para encontrar más respuestas a mis dudas e inquietudes, porque he aprendido que siempre existe un porque a cada lugar, porque se ha nombrado de tal forma. Comprender que en cada pensamiento, hay una mágica y fuerte información, que necesita ser destapada y compartida, para beneficiar a este mundo, que sabe que debemos de aprender constantemente, en este infinito mundo de la Sabiduría.  

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