De vuelta a Zagreb desde Viena, luego Graz y primeras impresiones
He estado inactivo los últimos 7-8 días debido al gran número de obligaciones Erasmus y preparándome para volver a Austria. Hay otras cosas que también me han ocupado mucho tiempo pero espero haberlo invertido bien. Ahora bien, han pasado dos semanas desde que volví de Viena tras terminar mis prácticas de Erasmus en un estudio. Pasé allí 4 meses y después tenía planeado ir a Graz, la segunda ciudad más grande de Austria, donde tuve la suerte de encontrar otro lugar en el que trabajar como becario. Ahora mismo estoy escribiendo esto mientras estoy sentado en el sofá de mi acogedor salón en Graz. Este es mi cuarto día aquí y creo que ya es hora de compartir lo que ha estado pasando los últimos días. Voy a hablaros de mi impresión respecto a los primeros días aquí, en el trabajo y una comparación con Viena. Como vais a poder comprobar, estos cuatro días no fueron nada aburridos.
De vuelta a Viena desde Zagreb
Volví el 18 de febrero, alrededor de la medianoche del jueves para viernes, así que se podría decir que fue hace ya dos semanas. Tuve una locura de día, tuve que ir dos veces al estudio por los papeles del Erasmus y para despedirme de mis compañeros como les había prometido. Fue difícil dejarlo todo pero ya estaba un poco cansado y algo harto de todo lo que había pasado los últimos días, así que estaba deseando volver a casa. Fui en el mismo autobús que me llevó por primera vez a Viena en junio de 2015, cuando fui para hacer la entrevista y visitar el estudio. Tardamos casi 5 horas y media en llegar a casa.
De vuelta en Croacia no tuve demasiado tiempo para relajarme. Viena aún me parecía algo muy cercano, pero ya se había terminado y tenía que cerrar ese capítulo. Aún así, ahora tengo muchos amigos allí y, probablemente, nunca vuelva a sentirme como un turista, ya que intenté formar parte de la comunidad y conocer mejor la ciudad; se podría decir que, para mí, se convirtió en un segundo hogar. Nunca antes había pasado cuatro meses en algún lugar fuera de Croacia.
Sin embargo, no tenía demasiado tiempo porque tenía planeado ir a Graz el 1 de marzo y solo tenía 12 días para completar mis obligaciones con el Erasmus y la Universidad en Zagreb, visitar al dentista, quedar con mis amigos y profesores, disfrutar de mi ciudad natal un poquito y, por supuesto, sacar a pasear a mi perro. La mañana del viernes me encaminé a la oficina del estudiante en la Facultad de Arquitectura para conseguir los papeles y la información para la matrícula del siguiente semestre, la confirmación para los servicios de estudiantes y lo que necesitaba para terminar mi Erasmus. Al final fui directamente a "confirmación del estudiante" y al Centro del Estudiante para recoger el contrato del trabajo que hice en Viena para mi escuela. Después de eso me pasé por mi instituto pero el director no estaba allí. El resto del día lo pasé con mi familia y mi perro.
La semana siguiente fue una locura. Estuve buscando desesperadamente un apartamento. La fecha límite se aproximaba y yo seguía sin tener nada. Pero dejemos eso para después. El sábado quedé con mi amigo austro-croata, que me trajo mi chaqueta porque no me había cabido en la maleta y dimos una vuelta por el centro de la ciudad. Podéis leer más sobre eso en mi otro post. El lunes tuve una sesión de fotos para la Televisión Nacional Croata en mi Escuela de Diseño y aproveché la oportunidad para hablar con mis compañeros. También dejé allí mis papeles del Erasmus para que los firmaran (los informes mensuales) y pudiera llevarlos a la oficina en Zvonimirova y terminar ya esa historia. Después pasé cada día, hasta marcharme a Graz, yendo por las tardes a Novi Zagreb a pasear y hablar con mi perro. Los lunes o martes también quedaba con un amigo de Argentina y dábamos un paseo más largo por Upper Town hasta terminar en el Café bar 13 de la calle Dalmatinska. Fui una vez más a mi instituto y me firmaron los papeles que necesitaba, y hablé con algunos de los profesores sobre todo lo que me había pasado los últimos 12 meses. Decidí enviar el contrato de vuelta al Centro del Estudiante el día siguiente porque había acabado muy cansado.
Durante la semana por fin quedé con un amigo que se había ido de Erasmus a París, también como becario y fuimos, junto con otro amigo del instituto, al Art Kino Grič Cafe de la calle Jurišićeva, al otro lado del McDonald's. Allí nos hicieron una presentación sobre los nuevos proyectos de los que íbamos a formar parte. Sin embargo, yo me uniría personalmente cuando hubiese acabado en Graz, no quería formar parte de algo que pudiera ocupar todo mi tiempo en ese momento y acabar de los nervios por todos los detalles y las fechas límite.
Para resumir un poco, también me corté el pelo para estar servido hasta junio; aunque seguramente vuelva a Zagreb al menos una vez para hacerle una visita al peluquero mientras estoy allí. Siempre he sido fiel al de mi barrio en Utrina. Tuve que ir dos veces a la calle Zvonimirova para dejar unos papeles y dos o tres veces más a la oficina del estudiante para recogerlos y matricularme en el semestre de verano. Para el viernes de la semana pasada ya había acabado con todo. Mientras, encontré también un apartamento en Graz para todo el mes de marzo. El sábado tuve otra sesión para un programa de TV sobre cultura y yo tuve que representar mi alfabeto en el lenguaje local. Después de eso aún me quedaba un día entero en Zagreb. Ya había empezado a preparar lentamente mis cosas y el lunes tuve que volver a la Escuela de Diseño para entregar los nuevos papeles que tenían que firmar y después salí con mis amigos. Por la tarde fui al dentista y ahí se terminó. Fui con mi padre a la estación de autobuses para comprar el billete para el 1 de marzo y terminé de hacer la maleta en casa.
Los problemas para encontrar apartamento en Graz y una solución temporal
Tardé un poco más de lo que esperaba en encontrar un piso para compartir, además de que también dediqué la mayor parte de febrero, o la primera mitad al menos, a otras cosas. El problema principal era que tenía que encontrar un lugar en el que pudiera quedarme 3 meses. No podía permitirme quedarme más porque no tenía asegurado el estipendio del Erasmus ni nada por el estilo, solo el apoyo de casa; y, una vez más, estoy haciendo voluntariado así que solo podía contar con mis recursos.
Mientras buscaba una casa en Graz tuve problemas sobre todo con los altísimos depósitos que llegan fácilmente a ser la misma cantidad que el salario o ingreso medio en Croacia. Otra cosa era la cercanía al lugar de trabajo; no pensaba gastarme otros 45 € al mes en transporte público, pensaba ir andando o en bicicleta. Había olvidado que allí, en el centro, puedes usar una bicicleta de forma gratuita entre las cuatro estaciones, y que Graz es más pequeña. Al final acabé en un apartamento compartido muy acogedor y agradable, con otros dos estudiantes. Pero solo durante marzo. Ocupé la habitación de un estudiante que está ahora mismo en Asia, pero no puedo quejarme de todo, sino que debo disfrutar al máximo el tiempo que voy a estar aquí. Confié en mi suerte hasta el último segundo y, a pesar de unos problemas técnicos, todo salió bien al final. Puede que encontrara otro lugar para quedarme los dos meses siguientes. Ya lo veremos.
1 de marzo, la llegada
Después de meter unas pocas cosas en dos maletas salí una hora antes hacia la estación de autobús con mi abuelo. En realidad llevaba una tonelada de comida para sobrevivir una o dos semanas porque la comida en Austria es más cara que en casa.
El autobús salió de Zagreb sobre las 15 h y llegamos un poco más tarde a Graz, sobre las 18 h. Tardamos bastante en llegar porque hicimos muchos descansos por el camino. En cuanto a como me sentía respecto al tiempo que iba a pasar fuera otra vez, en realidad, no había pensado demasiado en ello y no sentía miedo ni dudas como cuando iba de camino a Viena. Ya conocía un poco Graz, y, por suerte, mi casa actual no está muy lejos de las estaciones de autobús y tren. El problema era cargar con el pesado equipaje hasta el último piso, donde estaba el apartamento, así que creo que morí varias veces mientras cargaba con todo. Estamos en Annenstraße, una de las carreteras principales de Graz, con mucho tráfico (autobuses y tranvías) y muchas tiendas, así que uno nunca se aburre paseando por aquí.
Yo tengo que pasear un poco para llegar a la estación del tranvía, para el que no tengo que pagar nada. El más cercano está en Kunsthaus, a 1 km o algo menos de mi apartamento y se tarda 7-8 minutos en llegar. Además, está en el centro del Festival Diagonale'16 de Cine Austriaco. Trabajé en ese proyecto (y contribuí un poquito) con mi estudio de Viena; y estaba deseando hacerle una visita la próxima semana.
De camino al trabajo
1) Recorriendo Annenstraße
Me desperté sobre las 7 de la mañana para prepararme, desayuné y llegué allí a tiempo. Estuve calculando que tardaría unos 25-30 minutos a pie o cerca de unos 2, 3 km (gracias, Google Earth). Aún así no tenía ni idea de que había 4 estaciones en el centro que eran gratuitas para coger el tranvía.
Pensé que estaría bien comprobar cuánto tendría que caminar hasta el trabajo y si me resultaría complicado o no, hacerlo cada día. Salí por la puerta del edificio y recorrí Annenstraße.
Caminé unos 10-12 minutos hasta llegar al río Mur (o Mura en Croacia). De camino allí intenté observar lo que tenía alrededor a ambos lados de la calle. Esto incluía tiendas, museos, restaurantes y demás.
Por desgracia, no encontré ninguna tienda Hofer allí (si me habéis seguido los últimos meses sabréis que soy un leal Hofer shopper) pero había un Penny. Nunca antes había estado en una tienda Penny en Viena y, al parecer, según las leyendas, son también muy asequibles. También hay una tienda Spar pero no me gusta demasiado. Ya seguiré con esto más adelante. También encontré un Billa, que no me gusta, pero después de visitar Merkur por la tarde tuve que entrar. Por suerte, aún tenían lo que necesitaba, una barra grande de pan por 1 € y leche Clever algo más barata (después de todo, bio o no bio y otras marcas de leche, es todo leche, pero hay una gran diferencia en el precio). Había, al menos, 2-3 estaciones de autobuses y tranvía por el camino y me resultó interesante ver cada cuanto pasa el tranvía.
Me di cuenta de que, igual que en Viena, la estación está en medio de la calle o solo hay un carril. Esto podría haberme resultado extraño y nuevo si no hubiera estado antes en Viena. Los coches paran cuando se acercan a la estación del tranvía y los pasajeros entran o salen sin peligro. Esto habría resultado imposible en Croacia, allí te pisarían varias veces en un solo día.
Al acercarme al rió y a la plaza Südtiroler empecé a fijarme en las banderas del Diagonale en las columnas. Resultaba genial saber que yo había formado parte de ese proyecto y era divertido verlo alrededor; sobre todo cuando encontré el panfleto del festival Diagonale mientras desayunaba en casa. Graz era la siguiente parada, después de Viena. Allí, en la plaza, está el Kunsthaus Graz ("la Casa del Arte"), que es uno de los puntos de referencia de la ciudad. Estuve dentro una vez en 2013 con mis hermanos de acogida del Club Lions y vimos una exhibición de arquitectura. El museo tiene un aspecto muy moderno, tanto por dentro como por fuera. En la entrada había señales sobre el Diagonale y muchos posters.
2) Por encima del río hacia el centro de la ciudad
Al cruzar el puente, una de las primeras cosas que llaman la atención al otro lado es el Schlossberg con la enorme torre del reloj. Ese es otro punto de referencia de Graz; solo conozco un reloj como este, algo así como un gemelo. Está en una de las fortalezas de Petrovaradin en Novi Sad, en Serbia. En lo alto de una colina por encima del río, donde todo el mundo puede verlo. Este tipo de relojes pueden encontrarse, probablemente, en otras partes del antiguo Imperio austrohúngaro.
Desde el mismo puente puedes ver a ambos lados muchos candados puestos en la valla con mensajes de amor. Las vallas están llenas de ellos y no estoy seguro de si la administración de la ciudad dijo que no se pueden poner más; o es posible que eso pasara en otra ciudad. Espero que ninguna pareja rompa porque eso les pondría en una situación algo incómoda.
El río Mur no es tan grande como el Sava o el Danubio. Es más bien angosto y se puede cruzar a pie en menos de un minuto. Entré en la calle Murgasse y ya sabía a dónde debía ir. Seguí la calle hasta llegar a la plaza principal. Puede que sea unas tres veces más pequeña que la que hay en Zagreb, pero aún así tiene muy buen aspecto. Tiene la forma de un triángulo y al final está el Magistrat de Graz. En medio de la plaza hay un monumento del archiduque Johann.
Seguí las directrices de Google Maps y subí por Sporgasse. No recuerdo nada especial aquí, solo muchas tiendas y restaurantes. Pronto haré un tour por el centro y os traeré más historias. Caminé durante 3-4 minutos hasta llegar a Hofgasse desde donde llegaría al parque grande en el centro y ya estaría muy cerca de mi destino.
3) A través del parque de la ciudad de Graz hasta el final
Tardé otros 5 minutos en llegar a Stadtpark (el parque de la ciudad) y tuve que atravesar un camino. Pasé también por la antigua universidad de Graz. Ahora entrando al parque; cuando lo compruebas en el mapa es, en realidad, una zona bastante grande en el centro de la ciudad que comunica con el Schlossberg, en la parte noroeste.
Yo buscaba el camino más corto a través del parque para llegar al otro lado y a Wastiangasse, donde estaba mi agencia de diseño. Por desgracia, no recuerdo mucho de ese momento, excepto que es relativamente grande.
Los tres primeros días en el nuevo lugar de trabajo y la comparación con mi experiencia laboral en Viena
Después de unos 25 minutos en total llegué a las puertas de la agencia. Hora de poner el marcador a cero. El hecho de tener la experiencia de 4 meses en Viena me ayudó mucho a deshacerme del estrés, el miedo o cualquier otra cosa. Me sentía completamente relajado y esperé a empezar con algo. A continuación, hablaré un poco de esto.
La nueva agencia de diseño es algo distinta a mi primera experiencia con el estudio en Viena. En primer lugar, son activos en distintos campos de diseño y difieren en el tamaño. El estudio en Viena era para menos gente; éramos unas 3-4 personas, a excepción de la última semana, que fuimos 5 en dos habitaciones. Aquí había entre 5 y 8 personas cada día. Aún no he hablado con todos ellos ni recuerdo todas las caras. En Viena me pasó lo mismo, me costó un poco desarrollar un sistema en mi cabeza del estilo "quién es quién y qué aquí". En realidad, comparar el estudio y la agencia no sería del todo justo porque la agencia tiene 20 años de antigüedad y una política de trabajo, y el estudio en Viena sigue su propio camino.
Podría mencionar un par de cosas que me llamaron la atención y que resultaron ser una sorpresa muy agradable. En primer lugar, hay una gran cocina y me dijeron que suelen cocinar casi cada día. No podía creerlo, más tarde me acerqué a la cocina al escuchar unos ruidos y oler algo rico, para ver con mis propios ojos que no era ningún mito. Dicho esto creo que puedo despedirme del problema de levantarme más temprano para prepararme la comida en casa entre las 7. 40 a. m. y las 8. 45 a. m. y traerla en un táper al trabajo; luego tendría que comerme mi comida por la tarde y no era raro que ya estuviera fría; era especialmente malo cuando era sopa fría. Otra opción era que me preparara allí un sándwich para el que tendría que traer los ingredientes de casa y guardarlos en el frigorífico. La opción más cara era comprar la comida del restaurante por 5-7 € (deliciosa y caliente pero sería un ataque a mi cartera y me dejaría comiendo arroz durante varios días). Mi jefe en Viena no dejaba de decirme que a partir de octubre compraríamos un microondas, pero eso nunca pasó. El microondas no solo me habría salvado a mí, sino a todos los del estudio. Por el contrario, aquí tenían un microondas y hasta una lavadora. En Viena me acostumbré a lavar los platos tanto en el estudio como en casa así que este era un detalle genial. Cuando comíamos en la mesa de la agencia aún no podía creerlo del todo. Por otro lado, a mis compañeros les resultó muy extraño escuchar mi experiencia durante el semestre de invierno.
Aún así, me alegro de haber ido primero a Viena y de haber pasado algún tiempo en el estudio. Al comparar con lo que había experimentado los 3 últimos días aquí, todo lo que mis antiguos compañeros me habían dicho era cierto. Mi compañero me dijo "Greg, confía en mí, después de estar aquí todo lo que hagas después te resultará mucho más sencillo, ya verás". Como aquella fue mi primera experiencia laboral me acostumbré a ese estándar diario. La verdad es que era muy inusual y extraño experimentar algo distinto aquí. Podría decir que mi experiencia en Viena (tanto vivir como trabajar) fue como el servicio militar al compararlo con las cosas aquí hasta ahora. Viena fue más como la disciplina espartana de sobrevivir en el bosque y en la nieve en invierno.
¿¡Nos vamos a casa el viernes después de comer!?
El horario de trabajo también era muy distinto. Aquí me dijeron varias veces que no tenía que quedarme en la agencia después de las 6 p. m. aunque yo me quedaba para terminar algunas cosas como es debido y para hablar con los demás. En el estudio teníamos que quedarnos a terminar las cosas hasta las 6. 30-7 p. m. más o menos, por lo general. Ese viernes fue especialmente sorprendente para mí porque todo el mundo empezó a marcharse del estudio después de comer, sobre las 2-3 p. m. Yo estaba muy confuso, creí que me tomaban el pelo cuando me dijeron "También puedes irte a casa si quieres, Gregor". Así que el viernes me fui a casa a las 3 p. m., ¡increíble!
El baño y otras cosas
Aparte de la cocina, que tenía todo lo necesario, también había un enorme aseo con un baño y una cabina de ducha. Incluso podía traerme mi cepillo y mi pasta de dientes. En otra habitación están las impresoras y algo que me llamó la atención, un escáner para diapositivas. Creo que escanearé unas 30-50 diapositivas que aún no han podido "ver la luz del día". En Croacia es muy caro así que veré si puedo hacerlo aquí cuando no tenga nada más que hacer.
Mi primera tarea completada, sugerencias para el rediseño del envoltorio de un yogurt
Cuando llegué el miércoles me presentaron un proyecto que ya estaba en marcha y me fijé en que podría ser un poco estresante, puesto que la presentación era en dos días, el viernes. Los clientes vinieron a la oficina y lo discutieron con mi mentora y ayudante del proyecto, y con el jefe. EL proyecto consistía en rediseñar el envoltorio de unos productos lácteos y la prioridad era el cristal para el yogurt. Acepté la tarea y me dio la oportunidad de experimentar un poco con la ilustración, que era algo que echaba de menos.
El nombre completo de mi nueva agencia es "advertising agency and info-graphic design". Es un dominio bastante distinto al de Viena. Allí no hacíamos este tipo de proyectos. Yo estaba deseando probar algo nuevo con ilustraciones, lo que me llevó de vuelta a mi segundo semestre en la universidad, donde nuestra primera tarea fue rediseñar un producto sencillo, yo hice algo para el chocolate con leche. Mi compañera y mentora aquí ya tenía ideas similares así que probé con una ilustración que no estuviera ya allí. Al final funcionó, todo el mundo estaba satisfecho, incluidos los clientes y eso me alegró mucho. Para mí era muy importante tener un buen comienzo y me habría sentido mal si no hubiera servido de nada porque habrían sido tres días desperdiciados. Por suerte todo fue bien y, aparte de otros beneficios, resulta muy motivador estar ahí y trabajar. Tener la posibilidad de incluir mis ideas (y la ilustración es una forma de expresión personal) lo hace todo más fácil y te ayuda a olvidarte del tiempo.
También debo comentar que aquí tengo mi propia mesa con un ordenador Mac y estoy al lado del jefe. A partir de la semana que viene me cambiaré a otra habitación porque mi compañera y mentora tiene dos semanas de vacaciones. Hablando de ella, no tuve problemas para recordarla. Lo más gracioso es que tiene el mismo nombre que mi antigua jefa en Viena. Cuando mi actual jefa me envió un email que decía "no te vas a aburrir aquí porque XY se va dos semanas de vacaciones" casi me da un ataque porque mi antigua jefa siempre decía "Greg, aquí nunca te aburrirás, ¡siempre hay proyectos nuevos! ".
¿Solo alemán?
Además, debería añadir que sobreviví los primeros días aquí hablando solo en alemán con los demás. Es mejor que en Viena. Allí lo intenté desde el principio pero era demasiado difícil en cuanto a diseño (nunca llegué a aprender alemán para diseño) y teníamos que cambiar al inglés para ir más rápido. Sin embargo, 4 meses en la capital me ayudaron a mejorar mi vocabulario y escucha así que llegué aquí preparado. Ahora voy a usar los softwares en alemán (aunque tendré mi portátil abierto por si necesito ayuda con la terminología) y hablaré con los demás "nur auf Deutsch" (no solo en alemán). Aún me cuesta entender algunas bromas así que suelo quedarme callado mientras los demás se ríen, pero está bien.
Viernes como indicador de un buen comienzo
El viernes fue el día más extraño hasta ahora, pero en el buen sentido. Teníamos 3 horas antes de que llegaran los clientes y conseguí terminar la etiqueta con mi ilustración para el yogurt y también la de la cubierta. Las imprimimos y pegamos al cristal lleno de yogurt como simulación y esperamos a que llegaran los clientes. Me dijeron que me relajara y esperara a la siguiente cosa así que no sabía qué hacer además de usar las tarjetas para memorizar el vocabulario. Un rato después los clientes se marcharon y mis compañeros empezaron a preparar la comida rápidamente, y nos llamaron a todos para que fuéramos a la cocina. No podía esperar más así fui de los primeros en llegar.
Después de comer discutimos un poco las presentaciones y hablamos sobre mi experiencia, en general, en Viena y mis planes aquí. Como había tres vasos de yogurt con nuestras etiquetas, los cogimos y fueron nuestro postre. Con unas manzanas y algo de aderezo no estuvo mal. Después de eso me dijeron que podía irme a casa, eso fue demasiado para mí.
Concierto improvisado en el Kunsthaus
Fui con una compañera a la estación de tranvía más cercana (justo en la plaza Kaiser Josef, donde están la Opera y el mercado, que aún tengo que visitar al menos una vez). Tuve que ir a la estación Kunsthaus - Südtirolerplatz para poder recorrer esas cuatro estaciones gratuitas en el centro. Después de bajar del tranvía en frente del Kunsthaus fuimos a echar un vistazo a la tienda de diseño. Todo tenía muy buena pinta, como en la tienda de diseño MAK en Viena, pero era demasiado caro para nuestros bolsillos. Entonces me pareció escuchar un piano.
Efectivamente había un piano de cola en la entrada, cerca de las escaleras de la segunda planta. Había un niño intentando tocar (simplemente tocando teclas al azar) y esperé a que se marchara. Después de 4-5 minutos el piano estaba libre. Comprobé mis alrededores por si alguien quería sentarse. No pude contenerme más y me senté allí. Había una nota que decía que el piano estaba allí para que la gente se sentara y tocara. Así que pensé "Muy bien, adelante" y empecé a tocar algo. La primera pieza fue el tema de Da Vinci's Demons, porque quería saber qué se sentía al tocarla en un piano de cola (algunas partes de su superficie estaban un poco pegajosas pero eso no me distrajo). Al final acabé ocupando el piano 45 minutos. Mi compañera seguía esperándome (yo pensaba que se habría ido hace rato), nos cruzamos con sus amigos en la estación del tranvía y hablamos un rato.
Llegué a casa casi a las 5 p. m. y me tomé un pequeño descanso. Después fui a Billa para comprar leche y pan.
Merkur está a un minuto de mi edificio y tiene muchas ofertas, pero también es entre 20 cts. y 2 € más caro en algunas cosas. Para ser sincero, la última vez fui muy rápido pero no pude encontrar pan por 1 € allí, ¡solo por 1, 70 € y 3 €! Eso es demasiado. El resto del viernes lo pasé escribiendo en el blog y hablando con mi compañera de piso.
La zona gratuita en el centro y el molesto "acento americano masticando chicle"
Lo que tenéis que saber (y que yo olvidé al llegar aquí) es que hay cuatro estaciones gratuitas en la zona del centro que podéis aprovechar. Son Südtirolerplatz-Kunsthaus, Hauptplatz, Jakominiplatz y Kaiser Josef Platz-Operahaus. Es algo genial y no solo ahorras dinero sino también energía. De esta forma tenía cubierto el 60 % de mi trayecto hasta la agencia. Las líneas de tranvía que usan esta ruta y que yo necesito son la 1 y 7. Aún así, hay una cosa algo molesta respecto a este trayecto en tranvía. Se trata de la voz que traduce al inglés en las cuatro estaciones. El problema es que tiene acento americano, el que suena muy desagradable y recuerda al repartidor de pizza o a alguien masticando chicle. Por el contrario, en Viena usan el acento inglés británico. La gente allí se quejaba pero yo lo encuentro mucho más agradable de escuchar que el de aquí. Creo que a todo el mundo le sangran los oídos al escucharlo. Hasta escuché a varias personas quejándose e imitándolo en el tranvía.
En busca de los mercados y las zonas turcas
Al parecer, aquí hay 3 mercados para comprar comida, los más grandes están en la plaza Kaiser Josef y en Lendplatz. Vi el primero y lo atravesé rápidamente. Pregunté a mis amigos si había comerciantes turcos vendiendo cosas baratas aquí, como en Brunnenmarkt en Viena y me respondieron lo que quería escuchar. No vi ninguno en KJP pero espero que tengan los paquetes de huevos por 1 € y verduras baratas. Me gustaría mantener mi tradición culinaria de Viena.
El único problema es que abren a diario hasta la 1 p. m., yo pensaba que sería hasta las 6 p. m. como en Viena así que tuve que esperar a ir hoy (sábado).
Festival Diagonale'16 de cine austriaco
La semana que viene, del 8 al 13 de marzo, se celebra el festival de cine Diagonale. Hay banderas rojas en muchas plazas y el lugar principal (y patrocinador) es el Kunsthaus. Estoy deseando que llegue y, desde luego, pienso pasarme al menos una noche. También he visto los carteles de nuestros estudios por todas partes, algunos están justo en frente de nuestra agencia en Wastiangasse así que me resultaba bastante divertido verlos. También tengo curiosidad por ver si mi vídeo de animación del logo, que se usó para el trailer oficial, estará allí.
Creo que ahora voy a dar un paseo después de comer y visitaré la torre del reloj. ¡Más fotos pronto!
¡Gracias por leer!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)