Granada: Un sueño hecho realidad

Hay muchas ciudades bonitas en el mundo, pero Granada es especial, y me siento afortunada de haber estado allí.

Llegué a Granada en autobús. En la misma estación, había un mostrador de información donde me ayudaron a planear mi estancia, sobre todo porque me orientaron sobre el transporte que tenía que coger para empezar a conocer la ciudad.

Yo fui a Granada, como mucha gente, con el objetivo principal de conocer la Alhambra. Todo lo que se diga de este lugar se queda corto.

Se recomienda coger las entradas con antelación, ya que tiene muchos visitantes y los palacios nazaríes tienen unos pases determinados. Yo creo que lo mejor es cogerlas aproximadamente un mes antes. En Ticketmaster se pueden encontrar las entradas oficiales para todo el espacio de La Alhambra y el Generalife.

Recomiendo ir pronto por la mañana y dedicar un día entero a visitarla. Visitar la Alhambra es ya de por sí como visitar una ciudad. Es muy grande y tiene diferentes edificios.

Es imposible no quedarse asombrado con sus jardines, las vistas que ofrece, sus fachadas, sus puertas, sus techos, sus azulejos, sus cúpulas, sus columnas, sus fuentes y todos y cada uno de los elementos que la conforman. La Alhambra y el Generalife son el paraíso de cualquier amante del arte, la historia, la cultura, la arquitectura e incluso la naturaleza.

Pero es que además, la Alhambra no es el único sitio que merece la pena conocer en la ciudad, ni mucho menos.

Durante mi estancia en Granada decidí utilizar el trenecito turístico. La verdad es que es totalmente recomendable. Recorre todos los puntos importantes de la ciudad y se pueden hacer paradas para visitar tranquilamente lo que nos interese y luego volver a cogerlo.

Granada tiene barrios muy bonitos e interesantes. Llama la atención cómo en esta ciudad la cultura musulmana ha tenido y tiene mucha importancia. Sus calles, casas, tiendas y restaurantes de estilo árabe dan un toque muy especial a la ciudad.

La gastronomía de Granada es muy buena, y en la ciudad se pueden encontrar sin problema muchos restaurantes donde probar sus platos típicos. Yo probé la sartén alpujarreña y merece la pena. También recomiendo los piononos, un dulce riquísimo que se puede comer de varias maneras.

Siguiendo con los puntos a visitar en la ciudad, tengo que decir que hay varios miradores donde encontrar las vistas perfectas de la ciudad. Además, el Paseo de los Tristes es también un sitio único por el que merece la pena pasar.

También destacaría sin duda el Mercado de la Alcaicería. Este mercado de artesanía hará que te sientas como en un auténtico zoco árabe, y recomiendo a todo el mundo dedicar al menos un ratito a pasear entre sus tiendas, aunque aquí podríamos pasar el tiempo que quisiéramos sin aburrirnos.

En la misma zona encontramos la Catedral y la Capilla Real de Granada, un edificio precioso tanto por fuera como por dentro.