Una semana por Andalucía: Granada

¡Hola a tod@s otra vez!

Siguiendo nuestra ruta por Andalucía en la que, como ya os he contado en el post anterior sobre Sevilla, también visitamos las ciudades de Granada y Córdoba. Así que ahora es el turno de mi favorita: Granada.

Me encantó tanto la ciudad cuando la visité hace unos cuatro años, que si tuviese que elegir un lugar en el que vivir que no fuese Galicia, entonces me quedaría en Granada, concretamente en la zona del Albaicín. En este post descubriréis por qué.

A esta ciudad, al igual que Sevilla, le dedicamos dos días ya que entre la visita imprescindible a la Alhambra (que ya contábamos con que nos llevaría su tiempo) y el resto de la ciudad, necesitábamos como mínimo esos días.

Así que ahora quiero contaros qué 10 cosas imprescindibles hacer en la ciudad de Granada.

Visitar la imprescindible Alhambra

Si a cualquiera de nosotros nos hablan de Granada, lo primero que nos viene a la cabeza es la Alhambra. Y es que este complejo palaciego y fortaleza, más que un monumento era una ciudadela en la que vivía el reino Nazarí de Granada. Aquí encontramos palacios, patios increíbles, la alcazaba…

A todo el mundo le deja maravillado y es que no es para menos pues la decoración estilo andalusí del interior de estos edificios es para quedarte embobado analizándola. Además su localización, a lo alto de una colina, que permite ver desde ella toda la ciudad y alrededores, la convierte en un lugar todavía más mágico.

Hay demasiado de lo que hablar sobre este lugar, pero si hay algo que destaca y del que probablemente ya habréis visto alguna foto o postal, ese es el Patio de los Leones. Pasear por allí mientras vas escuchando la historia de este lugar no tiene precio.

Y es que, si no recuerdo mal, la visita es obligatoriamente acompañada de un guía y la verdad es que vale muchísimo la pena pues no es lo mismo visitar este lugar sin más, a recorrerlo mientras te cuentan cada uno de sus secretos. Se hace por grupos de 20 personas más o menos y se puede hacer tanto en español como en inglés y francés.

Los precios pueden variar bastante dependiendo del día y la época del año en la que se visite, van desde los 40€ a los 60€. Eso sí, es imprescindible reservar con antelación pues se llena el cupo bastante rápido y estar en Granada y quedarse sin visitar la Alhambra es delito.

Normalmente en la entrada se incluye también la visita al Generalife, pero preguntadlo por si no estáis seguros ya que es imprescindible ver también sus jardines. Los jardines musulmanes de Generalife fueron utilizados como lugar de descanso por los reyes nazaríes. Eran una especie de villa rural donde sus jardines y huertas toman el protagonismo. Se encuentran junto a la Alhambra y se consideran uno de los jardines más bellos del mundo. No es para menos, pues junto con la arquitectura del lugar, los patios, etc. forman un lugar de ensueño.

Perderse por el Albaicín

Me hace especial ilusión hablar de este barrio, pues es mi lugar favorito, por supuesto de Granada, pero también de Andalucía en general. Siempre me acordaré de cuando recorrí sus calles y pensé “yo en un futuro quiero vivir durante unos años aquí”. Y es que es un barrio histórico y auténtico, lleno de callejuelas con un encanto como pocos he visto en mi vida. Es como un pequeño pueblo de casas blancas llenos de flores colgadas de las casas y calles empedradas que tanto me gustan.

Además de estas preciosas y coloridas casas repletas de flores, con jardines y huertas preciosas en su interior, destacan sus plazas, sus calles con olor a jazmín, sus palacios y miradores. Por todo esto, y por reflejar en sus calles las diferentes transformaciones culturales y sociales que tuvieron lugar en la ciudad, permitiendo conocer la historia de la ciudad, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.

Y es que este barrio es el más antiguo de Granada y todavía conserva la esencia de su pasado árabe. Antiguamente el Albaicín estaba dividido en diferentes núcleos independientes, pero en la era moderna se acabó unificando.

Normalmente, desde el centro de Granada, se accede al Albaicín llegando a su famosa Plaza Nueva. He de advertir que ir andando desde el centro lleva su tiempo y requiere su esfuerzo, pues es todo cuestas. Sin embargo hay una línea de autobús que conecta el Albaicín con el centro urbano.

De hecho, nosotras reservamos las dos noches en Granada en un pequeño apartamento que se situaba en el Albaicín, lo que suponía que tuvimos que subir y bajar hasta el centro ambos días, pero sinceramente vale totalmente la pena. No hay nada como despertarse y ver a tu alrededor solamente casas blancas y sentir la paz del lugar. Además, en mi opinión, es una manera más auténtica de vivir la ciudad. Hay muchos apartamentos disponibles en esta zona destinados al alquiler turístico así que no os será difícil encontrar uno y a un precio muy razonable.

No puedo acabar de hablaros del Albaicín sin mencionar sus miradores, y es que aunque hay bastantes por esta zona. Destacan especialmente el Mirador de San Cristóbal y el Mirador de San Nicolás.

Desde este último especialmente, se obtiene unas vistas inmejorables de la Alhambra de Granada con Sierra Nevada de fondo. Os recomiendo ir al atardecer pues el paisaje es todavía más espectacular y a esta hora suele juntarse bastante gente allí para pasar el rato, charlar, beber unas cervezas… Además cuando nosotras fuimos había un chico con una guitarra amenizando la puesta de sol. Yo lo recuerdo como un momento mágico. Me sentía como si estuviese en mi propio pueblo, con mi gente en una tarde cualquiera y con un paisaje de fondo que quitaba el aliento.

Pasear por Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes

Estas son unas de las calles más bonitas de la ciudad. Se trata de una calle empedrada paralela al Río Darro por el que se va encontrando por el camino diferentes monumentos, casas con encanto, restaurantes y bares, tabernas, tiendas artesanales… Además es la entrada más común que conduce hacia el Albaicín y el Sacromonte, así como la famosa Alhambra.

Visitar la Catedral de Granada

Ahora quiero hablaros de una de las catedrales más grandes de toda España. También es la primera catedral renacentista de nuestro país y es impresionante tanto por fuera como en su interior.

Para acceder hay que pagar una entrada de 5€, pero yo no me lo pensaría dos veces pues vale la pena pagar y admirar sus enormes columnas de estilo clásico, las obras del artista granadino Alonso Cano y su Altar Mayor.

Admirar la Capilla Real

Otro lugar que visitamos de la ciudad fue, como no, la Capilla Real que se sitúa justo al lado de la Catedral. Esta capilla fue construida entre 1505 y 1517 y es de estilo gótico.

Su atractivo principal deriva en que este es el lugar es donde se encuentran enterrados los Reyes Católicos, además de su hija Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Estos sepulcros son bastante impresionantes, no solo por el hecho de pensar en quién se encuentra allí dentro enterrado, sino por su arquitectura.

Lo que recuerdo también de esta visita es que antes de entrar en la capilla, en la entrada, habían varias mujeres gitanas que te peguntaban si querías que te leyesen la mano. Lo curioso es que aunque les dijeses que no, te cogían la mano a la fuerza. Fue un poco complicado liberarnos de ellas la verdad.

Para entrar hay que pagar 5€ a mayores de la entrada a la Catedral.

Darse un baño en un hamman árabe

Los llamados hamman árabes son unos baños públicos levantados sobre las ruinas de un antiguo hamman, de ahí su nombre. Además de funcionar como lugares de descanso e higiene, también constituyen un lugar de reunión social y política.

Son una opción perfecta para descansar y relajarse en un lugar único. Cuentan con salas de baño de agua tanto fría como caliente, además de masajes.

Lo cierto es que nosotras no llegamos a probarlos porque para el poco tiempo que teníamos, preferíamos aprovecharlo en descubrir todos los rincones de la ciudad, pero me parece una idea estupenda y no descarto probarlos cuando vuelva a visitar Granada.

Tomar un té en Calderería Nueva

Esta calle, también conocida como la Calle de las teterías, es como bien indica su nombre el lugar perfecto para tomarse un autentico té o fumarte una cachimba en alguna de sus muchas teterías marroquís. Es una calle mágica, que parece transportarte a una de las calles de Marrakech. A mi es uno de los lugares que mejor se me quedaron grabados en la mente de la ciudad.

Además hay también algunos restaurantes de comida típica marroquí. Nosotros comimos un día en uno de ellos y la comida estaba deliciosa. Lo que más me gustó fue el cuscús, además fue el primero que probé auténtico ya que suelo hacerlo en casa pero no tiene nada que ver.

Deambular por el barrio de Sacromonte

Este barrio es también uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Se sitúa sobre la colina de Valparaíso, lo que lo convierte en un mirador natural desde el que se puede observar la Alhambra y las montañas. En este barrio la mayoría de los habitantes son de raza gitana, es por esto que aquí el flamenco es casi una religión, hay arte por ahí donde pases. Recomiendo visitar la Abadía de Sacromonte.

Disfrutar de un espectáculo flamenco

Hay algo que nadie debería perderse si visita la ciudad, y es que Granada no es solo monumentos impresionantes, ir de tapas, callejear... Es también uno de los mejores lugares en los que disfrutar de un espectáculo flamenco.

Algunos de los mejores sitios se encuentran en el barrio de Sacromonte y también en el Albaicín. De hecho en este último se celebra el Festival de Flamenco del Albaicín. Destacan el Jardín de Zoraya y la Casa Arte de Flamenco. Hay muchísimos más lugares en los que ofrecen espectáculos de este tipo, pero si lo que buscáis es uno auténtico, entonces dirigiros a alguno de estos barrios.

Visitar una “casa cueva”

En el barrio de Sacromonte hay unas casas conocidas por este nombre ya que se encuentran bajo tierra. Vale la pena entrar en alguna de ellas para admirar su interior.

Una buena idea es ir a algún restaurante situado en una de ellas o incluso se ofrece la posibilidad de pasar una noche allí. Lo cierto es que nosotras no lo hicimos pero son muy curiosas y se caracterizan por mantener la temperatura constante todo el año, lo que permite resistir el calor insoportable del verano en Granada y estar a gustito durante el invierno.

Esto ha sido todo sobre Granada. Espero que os haya gustado.

¡Muchas gracias por leerme!

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