Introducción a mi año en el extranjero

Hola, soy Lucrezia, actualmente estudio en el King’s College de Londres y en mi año en el extranjero en Ginebra hasta enero y en Madrid para el segundo cuatrimestre.

Mucha gente me ha preguntado que por qué, por qué ir a Ginebra cuando podría ir a cualquier sitio en el que se hablara francés. Que si Ginebra es aburrido, que si Ginebra es caro, que por qué no me iba a París, etc. Pero a mí siempre me ha encantado Suiza. No sé por qué, pero siempre me he visto a mí misma acabando aquí cuando fuera mayor. No sé si es por la tranquilidad, los sobrecogedores paisajes que rodean cada ciudad, las altas rentas, vaya que no sé por qué exactamente, pero pasar un cuatrimestre aquí me ha echado los planes un poco para atrás.

El día que me mudé fue maravilloso, estaba embobada por la belleza de la ciudad, jamás había visto algo igual. Vine a Ginebra con mi madre y pasamos la noche en el Tiffany Hotel, porque todavía tenía que coger las llaves de mi piso. Exploramos la hermosa ciudad durante el día y, para mi sorpresa, pensé que habíamos visto la mayoría de las cosas que había que ver, pero para nada. Ginebra está llena de tesoros escondidos que no siempre se mencionan en las guías turísticas.

El atardecer fue lo que me enamoró.

Tener trabajo me hubiera ayudado mucho con el francés, así que hice una entrevista en Bongenie, que fue de lo más aterradora pero no fue del todo mal, quitando el hecho de que los estudiantes extranjeros solo pueden trabajar un máximo de 15 h semanales y este trabajo era de algunas horas más. Fue una pena pero al menos puedo tachar de mi lista “hacer una entrevista en otro idioma”.

Para viajar, me quedé pasmada con los precios de los trenes aquí. Si te quedas un año es mejor comprar una tarjeta a media tarifa por 180 CHF al año, ya que te permite viajar por la mitad de precio. Un viaje de dos horas ida y vuelta cuesta 80 CHF, una locura, pero siempre hay alternativas como Blablacar, el autobús o alquilar un coche. También he oído hablar de los “billets dégriffés”, que son billetes de precios muy reducido no reembolsables, disponibles para su compra.

La Universidad de Ginebra es muy diferente a las universidades en Reino Unido. En primer lugar, me quedé pasmada de que las clases empezaran a las ocho y cuarto de la mañana ¡Si en Londres me cuesta levantarme a la de las nueve! En segundo lugar, podíamos escoger nuestros propios horarios y por tanto, yo solo iba a clases dos días a la semana, lo que está muy bien. En tercer lugar, los profesores eran geniales, muy simpáticos y siempre te ayudaban, a mí me ayudaron mucho a mejorar el francés.

Como ciudad, Ginebra ha superado con creces mis expectativas. Desde luego es algo más cara que Londres en cuanto a los sitios para salir a comer y tomar algo, pero en otros aspectos es igual si no más barata. El dinero de la compra es más o menos lo mismo y mi tarjeta de viaje mensual me cuesta la mitad que la de Londres. Además, la gente es muy amable y simpática, incluso si no hablas francés perfectamente, te ayudan en vez de pasar directamente a hablarte en inglés. Viajar por la ciudad es genial, muy fácil de entender y siempre va todo muy puntual.

En general, mi experiencia aquí ha sido genial y no puedo esperar a compartirla con vosotros, he conocido a gente increíble, compartía piso con una chica impresionante, Comía en sitios bastante interesantes y descubrí todo un nuevo mundo de belleza al viajar, ah y por supuesto, mejoré el francés.

Qué esperar en mis futuras publicaciones: guías turísticas, opiniones, dónde ir a comer, sitios que visitar, etc.

Galería de fotos