Diario Día 1: Llegada a Ginebra

La primera vez que llegué a Ginebra

Mi primer día en esta nueva ciudad fue algo confusa. Está claro que lees qué hacer en Internet y que buscas dónde comer, le preguntas a tus amigos que ya han estado aquí qué sitios te recomiendan… pero las cosas son algo diferentes una vez que llegas. Estás completamente sobrecogida por la novedad y la diversidad del lugar y todo lo que leíste se borra levemente. La emoción supera la organización y empiezas a curiosear al tuntún para descubrir esta impresionante ciudad. Recuerdo haber cogido el avión muy temprano por lo que estuve todo el día empanada, mi madre y yo llegamos al aeropuerto de Ginebra a las diez de la mañana y teníamos unas ganas locas de dejar de llegar al hotel y dejar el equipaje. Había leído sobre coger un billete de 60 minutos gratis en el aeropuerto, pero como he dicho antes, estaba empanada así que nos compramos el billete de 3 CHF y nos metimos en el autobús 10 dirección a Bel-Air. El viaje duró unos 20 minutos. También existe la posibilidad de coger el tren a la estación de trenes del centro de la ciudad (Gare Cornavin) y se tardan entre 8 y 10 minutos.

Nuestro hotel, el Tiffany Hotel, estaba en la Rue de l'Arquebuse, justo en Bel-Air, por lo que era súper céntrico y muy fácil de encontrar. Nos registramos en el hotel, dejamos las maletas en la habitación y nos fuimos a desayunar algo a la cafetería "Les Filles Indignes". La primera sorpresa fue el precio del café, siendo medio italiana y una absoluta amante del café que estaba acostumbrada a los cafés de 1 € en Roma, se me cayó el mundo encima cuando vi que el café en Ginebra costaban unos 5 CHF. De hecho, mi ingesta de café ha disminuido considerablemente y me estoy volviendo un poco loca.

Nuestra próxima parada fue ir dando un paseo y disfrutando de esta hermosa ciudad nueva. Dimos un paseo por Bel-Air, vimos algunos bancos y entramos en la Vieille-Ville de Ginebra, el casco antiguo, una de las partes más bonitas de la ciudad y sobre la que escribiré en otra publicación del blog.

Después de caminar un rato por el casco antiguo y de contemplar la belleza de los edificios de estilo medieval, empezamos a buscar un sitio en el que comer. Al estar en una ciudad nueva, era difícil saber dónde ir, dónde valía la pena gastar y dónde era caro solo por la zona. Nos encontramos en la Rue de Marché, la principal calle de compras de Ginebra y justo al lado de un UBS, vimos una cafetería pequeñita que parecía tener muy buena variedad de comida, así que entramos y miramos las opciones más saludables. Al final nos pedimos una quiche y una ensalada, muy ligero pero rico.

Después de comer, bajamos por esta calle hasta Eaux-Vives donde contemplamos el Horloge Fleurie, paseamos por el Jardin Anglaise y llegamos hasta el cautivante Jet d'Eau. Seguidamente cogimos el autobús por el puente del Mont Blanc a la Gare Cornavin para que pudiera sacarme la tarjeta de viajes., por una tarjeta mensual de estudiante pagas 45 CHF al mes. A continuación, mi madre tenía curiosidad por ver dónde me iba a pasar la mitad de mi vida así que nos fuimos a Carouge, el barrio italiano, y vimos mi piso. Cogimos el tranvía 18 desde Bel-Air a Carouge Rondeau. Carouge es una zona pequeña y acogedora de Ginebra con una arquitectura muy montañosa, casas con ventanas coloridas, cafeterías y boutiques pequeñitas. De nuevo, si vas al día con mi blog verás que hablaré de este impresionante barrio en otra publicación.

Eran las cinco de la tarde y después de habernos levantado temprano por la mañana, mi madre y yo decidimos volver al hotel y relajarnos un poco antes de cenar, aunque no por mucho porque nos moríamos de hambre, por lo que fuimos a la Place de la Synagogue y encontramos un sitio de tapas muy mono llamado Katrépices Sàrl. Disfrutamos de una cena ligerita y una copita de vino antes de volver para dormir temprano.

Qué cambiaría:

El primer día en una ciudad nueva siempre es sorprendente, así que en vez de ir sin pensarlo, os recomiendo que hagáis una lista de las cosas más importantes que deberíais hacer cuando os mudáis a un sitio nuevo y que llevéis una guía pequeña. Una vez que hayáis hecho todas las cosas más importantes, entonces podréis empezar a explorar sin un plan concreto. En segundo lugar, en cuanto a comida de refiere, os sugiero que busquéis a conciencia y que sepáis de verdad dónde ir y dónde no ir, porque en mi primer día aquí la comida fue bastante corriente y pagamos carísimo por una pedacito de quiche, lo mismo nos pasó con la cena. Por tanto, os recomiendo que leáis opiniones y que no os precipitéis a ir a comer a un sitio a menos que sepáis algo de antemano.

Diario de fotos:

Foto 1: Desayuno en "Les Filles Indigines".

diary-day-1-arrival-geneva-2f0ddf029377f

Foto 2: Horloge Fleurie en Eaux-Vives.

diary-day-1-arrival-geneva-9ad91a59306e2

Fotos 3 y 4: La preciosa arquitectura de Ginebra.

diary-day-1-arrival-geneva-fdfa93fd0ecc2

diary-day-1-arrival-geneva-6f73de7fcbf7c

Foto 5: Yo disfrutando del sol en Bel-Air.

diary-day-1-arrival-geneva-e01ac3f464e13

Foto 6: Vistas del Jet d’Eau.

diary-day-1-arrival-geneva-0228d45040482


Galería de fotos



Contenido disponible en otros idiomas

Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!