Florencia, día 1.

La primera vez que fui a Florencia la verdad es que me quedé con la sensación de necesitar más. Fue un viaje de ida y vuelta, una oferta que cogimos unos amigos y yo con Trenitalia. Era uno de los primeros viajes que hacía aquí en Italia al principio de mi Erasmus y estaba bastante emocionada pero no todo fue como yo esperaba. La ciudad obviamente no me decepcionó, pero sí la experiencia, ya que apenas tuvimos unas horas para verla por lo que lo único que pudimos hacer fue pasear por ella. No volvería a repetir ese viaje (y creo que es el único) porque realmente ahora pienso que aquello fue una pérdida de tiempo y dinero. 

En resumen, Florencia no es para verla en un día. 

El siguiente viaje que he hecho a Florencia, empujada siempre por esa mala sensación que se me quedó la primera vez, ha sido hace unos días. Cogí un Flixbus con un descuento de 3 euros (se explica todo bien y al detalle en la entrada de ''Viajar por Italia, consejos'') que salía de aquí, de Ferrara, como a las 8:30 h de la mañana y llegaba allí aproximadamente a las 10:30 h, es decir, que en poco más de 2 horas y algo menos de 10 euros me planté en Florencia. El autobús me dejó algo lejos de la ciudad (aunque hay otros que te dejan en Santa Maria Novella) pero gracias al tranvía se podía llegar perfectamente y sin mayor problema que encontrar el mostrador donde se debía pagar el billete (que era 1,20 €). ¡Más económico imposible! 

En ese momento estaba sola ya que las otras dos personas con las que iba a realizar el viaje y con las que había reservado Airbnb para quedarnos esa noche llegarían por la tarde, desde Roma. 

Realmente nunca había hecho un viaje sola (aunque fuese pequeño o de menos de un día) y la verdad es que me daba un poco de miedo por si me aburría, no sabía que hacer o me agobiaba por alguna razón. Sin embargo, me gustó bastante ir a mi aire y sin depender de nadie (aunque también me gusta estar acompañada, ¡no soy antisocial!).

Había mirado (como siempre) los free tours que se ofrecen en Florencia y descubrí una página (http://www.florencefreetour.com/) donde se ofertaban dos diferentes, uno por la mañana y otro por la tarde. Sin embargo, el de la mañana en Español era a las 10:00h y por tanto no me daba tiempo de hacerlo, por eso pensé hacer el de la tarde, relacionado con los Medici y las familias más influentes de la época. 

Así mi recorrido comenzó por los alrededores y el propio mercado de San Lorenzo. En las calles de alrededor encuentras sobre todo pequeñas tiendas desmontables de souvenirs, telas y cueros (sobre todo bolsos, mochilas, cinturones).

Sin embargo, dentro del mercado el ambiente era totalmente diferente, ya que la mayoría de locales contenían productos de alimentación de todo tipo: pescados, carnes, frutas, vesduras, especias, quesos, trufas, aceites... Todo con un aspecto y un olor increíbles. Además en algunos de los locales tenían muestras para probar y degustar cosa que yo, cómo no, aproveché.

Mi mañana continuó sin más, paseando por Florencia y haciendo fotos, pasando por la plaza del Duomo y la fontana del Porcellino, una fuente de bronce situada en el mercado llamado también el Porcellino y con forma de Jabalí a la que los turistas, entre ellos yo, le tocan el hocico para asegurar que volverán a Florencia. 

La verdad es que yo lo hice de pequeña, en un viaje que hice con mis padres por Italia y ha funcionado así que... no se pierde nada.

Llegué entonces hasta el río Arno, donde paré para descansar y relajarme un poco sentada (ya que llevaba a la espalda la mochila con toda la ropa y demás cosas para pasar los días siguientes, la cámara de fotos y otro bolso pequeño con lo más esencial como las gafas de sol, el teléfono, etc.) viendo la gran afluencia de gente que pasaba por el famoso Ponte Vecchio. Seguí la caminata al otro lado del puente donde, mirando el Maps y por pura casualidad descubrí que había un pequeño jardín. El jardín de Bardini. 

La entrada costaba 5 euros con el precio reducido por ser estudiante y tener menos de 25 años, además incluía la entrada a otro jardín, el jardín de Boboli, uno de los mejores descubrimientos de mi viaje. 

La verdad es que el primero de los mencionados merece bastante la pena, es bastante bonito y desde la parte de arriba ofrece unas vistas fantásticas de Florencia, similares a las que hay desde Piazzale Michelangelo.

Después me dirigí al otro jardín (están muy cerca pero debes salir de uno para entrar en el otro). Diría que es el jardín más grande del centro de Florencia, construido por encargo de uno de los grandes de la familia Medici (Cosimo I) a 5 arquitectos diferentes.

Dentro del mismo se encuentran, diferentes esculturas, obras de arte y lugares para descansar mientras tomas el sol,  además de diversos museos, entre ellos el de la porcelana, al que se accede a través de un jardín de flores con unas alucinantes vistas a la parte sur de Florencia.

Otro de los lugares que más me gustaron de este lugar fue la vasca de neptuno, ya que en su interior, bañándose tranquilamente, se encontraba una garza, cosa que me hizo mucha gracia ya que todos los turistas entre los que me incluyo estaban pendientes de ella.

El estanque era el acceso hacia una parte más baja donde se encontraba la parte de atrás del Palazzo Pitti. En ese momento no sabía muy bien lo que estaba viendo, sin embargo luego, gracias al tour supe que se había construido allí lo que era realmente un auténtico espacio para el entretenimiento. 

Este lugar era un auténtico anfiteatro en el cual no solo se realizaban espectáculos privados sino también carreras de caballos. Además, en la parte de abajo, un patio desde donde se accede al interior del palazzo Pitti, nos dijeron que se había llegado a cerrar para realizar incluso batallas navales como en el coliseo Romano. ¿No es una locura?

En el centro del anfiteatro, algo que me llamó la atención, fue un obelisco gigante, que según supe después fue trasportado directamente desde Egipto hasta allí alrededor del 1780, lo que me hizo pensar en la gran influencia que tenía esta familia (los Medici), no solo en Italia sino en el resto del mundo.

Salí corriendo de allí apenada, ya que no me dió tiempo a verlo completo (me faltaron las grutas artificiales y una parte del parque) porque el tour sobre los Medici que quería realizar comenzaba desde Santa María Novella y apenas me daba tiempo a tomar algo de comer y llegar.

Al final llegué a tiempo y nuestro guía, Sergio, nos mostró una gran cantidad de edificios y curiosidades, no solo relacionados con las familias más influentes como Medici o Strozzi, sino también con la Florencia de las épocas vecinas. El recorrido comenzó desde la Basílica de Santa María Novella y siguió por algunas calles hasta llegar al Palazzo Strozzi, continuando por Palazzo Vecchio, Ponte Vecchio, Palazzo Pitti y la Iglesia del Santo Espiritu.

Finalmente desde donde estaba fui a comprar algo para merendar (si podéis no vayáis a los Carrefour Express, ya que son bastante más caros de lo normal) al centro y me senté en unas escaleras que había en la plaza del Duomo a simplemente esperar e intentar descansar un poco la espalda. Una vez mis amigas me llamaron, mi primer día en Florencia acabó, pues nos dirigimos desde la estación al pueblo (que se llamaba San Giovanni Valdarno) donde habíamos contratado dos noches de Airbnb.

La verdad es que Florencia es bastante cara, no solo para vivir sino también para comer y hacer vida en general, por eso si no encontráis alguna oferta para pasar noche en el centro de la ciudad lo mejor es buscar en pueblos cercanos, ya que puede haber una gran cantidad de posibilidades a precios mucho más económicos.

Espero que os haya gustado esta entrada sobre mi primer día en Florencia, pronto escribiré más cosas sobre otros lugares que he visitado allí y que bajo mi punto de vista merecen bastante la pena. Y es que, aunque Florencia no es muy grande como ciudad, su riqueza cultural sí es inmensa, a mí aún me han faltado sitios a los que querría haber entrado y por cuestiones de tiempo no pude.

Dejad en los comentarios las dudas o si queréis alguna información más y lo completaré. Un saludo!

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