Experiencia florentina número 5 (día 1)

Directo de la sartén al fuego. Eso es lo que pensé en mi viaje en tren a Florencia. No hay nada como ir de un lugar caliente a otro aún más caliente. Me encanta el verano mediterráneo, pero algunos días se me fue de las manos. Tuve la suerte de poder coger un tren desde Venecia directamente a Florencia sin necesidad de cambiar de tren.

Todo el viaje duró dos horas. Como mochilero con recursos limitados, tienes muy pocas formas de entretenimiento en tus viajes largos. Afortunadamente, tenía un libro y un enchufe para cargar mi teléfono. Aproveché este tiempo para ponerme al día con mis compañeros de todo el mundo, leer mi libro y ver el paisaje pasar.

Si no lo he mencionado durante mi viaje a Venecia o Parma, entonces lo diré ahora, el paisaje italiano es hermoso. El tren estaba lleno de gente de la zona, pero también de mochileros, lo que no me sorprende. Agosto es un mes popular para los mochileros.

Como ya mencioné en una publicación anterior, los trenes en Italia varían desde los modelos de más alta tecnología directamente sacados del mercado hasta algunos que probablemente han existido desde el nacimiento del imperio romano. Así que si planeas viajar por Italia, tendrás la opción de conseguir billetes muy baratos.

El único problema es que, como aprendí anteriormente por las malas, realmente rozan los límites de la comodidad. Italia se pone muy calurosa durante el verano y a veces esos trenes ni siquiera tienen aire acondicionado y sus ventanas sólo se abren un par de centímetros. Te lo advierto.

A Florencia

Después de un largo viaje de dos horas, finalmente llegué a Florencia. Mi tren se detuvo en Firenze Statuto (estación de tren). No es la estación más cercana, pero sólo está a unos veinte o treinta minutos de la plaza principal. En ese momento ya era más de mediodía y la zona estaba llena de turistas, mochileros y lugareños en general.

Te recomiendo que te dirijas hacia el sureste en dirección a Piazza della Libertà para tu primera parada. A lo largo del camino habrá una gran variedad de restaurantes italianos para elegir. Puede que te sientas abrumado por todas las diferentes opciones. Desde luego que sí. El largo viaje en tren me había dado hambre, así que no podía esperar a visitar un lugar muy recomendable.

Trattoria

Sin embargo, no es difícil encontrar buena comida en Italia. Terminé en un restaurante semi-lleno con un diseño interior que lo hacía parecer como si el restaurante estuviera construido en una cueva. El servicio fue muy bueno. Decidí tomar un plato de ñoquis al pesto y parmesano. Estaba muy rico. Te recomiendo que te expandas con ingredientes y pruebes alimentos que pueden parecer sencillos en casa, pero que en realidad están mucho más ricos en Italia, ya que la calidad de los ingredientes es bastante alta. Así que cuando estés en la toscana, come como un toscano.

Después de disfrutar de mi comida, continué mi camino hacia la Piazza della Libertà. Hay que tener en cuenta que Florencia es, como la mayor parte de Italia, bastante calurosa. Las calles también son muy estrechas y los coches suelen ser los causantes del tráfico. Esto permite que el calor quede atrapado en estas callejuelas estrechas. Así que lleva suficiente agua y ropa ligera para vencer el calor.

Explorando

Piazza della Libertà

Después de zigzaguear por las carreteras, finalmente llegué a la Plaza. Fue un espectáculo digno de contemplar. Tiene un diseño muy elegante. Leí en las placas que data del siglo XIX. En el área alrededor había varios grupos de turistas con sus guías que daban un paseo por el centro de la ciudad (la plaza es el punto más septentrional del centro de la ciudad). Me quedé un rato, tomando unas cuantas fotos de la zona. El cielo azul, en su mayor parte despejado, era el fondo perfecto para el arco de triunfo situado en el centro. Uno de los guías turísticos cercanos explicó que durante el invierno montarían una pista de patinaje sobre hielo. Me sorprendió que hiciera tanto frío aquí.

(Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Piazza_della_Libert%C3%A0,_Florence)

Después de empaparme de la arquitectura, decidí adentrarme más en la ciudad. Mi principal objetivo era llegar a la Piazza del Duomo, donde se encontraban muchas de las más grandes ofertas que Florencia tiene que ofrecer.

A los cinco minutos de empezar a caminar, empezó a llenarse de gente. En ese momento estaba entrando en las principales zonas turísticas de la ciudad. A lo largo del camino podrás ver el complejo arquitectónico de los edificios circundantes. Yo sabía que Florencia tenía un gran número de museos que ver, pero muchos de los edificios eran obras de arte al aire libre.

Las calles estaban llenas de tiendas de todo tipo. Las grandes marcas de ropa y calzado, las heladerías en cada esquina y las omnipotentes cafeterías se alineaban hasta donde alcanzaba la vista.

Orto Botanico di Firenze

Si te gusta la naturaleza y los diferentes tipos de plantas y árboles extraordinarios, te recomiendo que te detengas en el Orto Botanico di Firenze. Estaba mirando a través de Google Maps y vi esta pequeña joya en una ciudad saturada con muchos otros lugares de interés turístico. A mí personalmente me gustan los jardines botánicos. Es un buen modo de escapar del ajetreo de la vida de la ciudad.

Fue una hermosa caminata a través de la vegetación y los coloridos jardines. Había muchas plantas exóticas, así como adornos de lujo y fuentes colocadas alrededor. Recomiendo ver el Orto Botanico si vas a estar en Florencia el tiempo suficiente. Sólo me quedé dos días, sin embargo, no pude resistirme. Tampoco está muy concurrido, ni siquiera a esa hora del día (alrededor de la 13:30 o las 14:00). Saqué algunas fotos de las zonas más llamativas.

Después de mi desvío escénico, continué mi camino. Me alegró que el olor a coche se me fuera de la nariz durante un rato.

Justo fuera del Jardín Botánico, se encuentra el Museo Nacional de San Marcos. No tuve tiempo de admirar lo que tenía que ofrecer. La arquitectura desde el exterior era muy bonita. Si te gustan los museos, te recomiendo que investigues éste. Aunque es comprensible que te interese más visitar los numerosos museos y galerías de arte que hay en Florencia.

Plaza de San Marcos

Al final del camino recordé haber visto otra galería (tuve que buscarla para recordar cuál): Galería de la Academia de Florencia. Recuerdo haber visto a un grupo de turistas entusiastas entrar en el lugar. Parecía realmente encantadora, de pie por encima del área circundante, que inspiraba respeto y admiración. Por lo que he investigado, también hacen un poco de arte escultórico, así como retratos y lienzos al óleo. No me meteré mucho en esto porque no he estado dentro, sino que fui a la plaza de San Marcos que está cerca. No olvides que la Galería de la Academia de Florencia contiene la obra maestra de Miguel Ángel, el David. Desgraciadamente, con mi tiempo limitado, sólo dispuse de unos pocos espacios de tiempo para la búsqueda en los museos, que tuve que utilizar con prudencia.

La Plaza de San Marcos es una plaza grande con algunas estructuras hermosas en las orillas de la plaza. No estaba muy concurrida, así que asumí que era una de las plazas menos conocidas (por los turistas). Es un buen lugar para una parada corta, no recomendaría quedarme aquí por mucho tiempo, ya que hay otras plazas con mucho más que ofrecer. Lo que me pareció interesante es la estatua del general Manfredo Fanti que se exhibe con orgullo en ella. Lo busqué en mi teléfono y, aparentemente, fue un líder muy conocido en la lucha italiana por la unificación y la independencia.

Me sorprendió bastante la cantidad de cosas que pude ver si tenía tiempo en el centro de la ciudad antes de llegar a las principales áreas turísticas. Recuerdo que me sentí un poco triste porque no pude quedarme más de un par de días. Creo que podrías pasar un par de semanas sin ver la mitad de la variedad de galerías del centro de la ciudad. También me hizo feliz saber que el legado del ingenio arquitectónico, los artistas y otros grandes contribuyentes a la sociedad se pueden exhibir de forma tan visible como en Florencia.

Después de darme cuenta de esto, decidí buscar en Google Maps más lugares de interés turístico cercanos antes de llegar a la Catedral de Santa María para no perderme más lugares históricos. Vi una joya, el Museo de Leonardo da Vinci.

Museo Leonardo da Vinci

El corazón casi se me salía del pecho. Me di cuenta de que estaba a punto de presenciar las diferentes obras maestras de uno de los artistas más célebres del mundo. Recorrí los cinco minutos a pie hasta el museo y entré.

Me decepcionó un poco el precio de la entrada. El precio regular son once euros y los descuentos para estudiantes sólo se aplican a los estudiantes universitarios italianos. Normalmente no me habría importado, aunque después de mi experiencia en Francia y de enterarme de que la mayoría de los museos (incluido el Louvre) eran gratuitos para los estudiantes universitarios, los comparé injustamente. A pesar de todo, la sensación fue efímera cuando entré.

Por muy tentador que sea hablar de muchos de los diferentes inventos y piezas que se encuentran en el museo, preferiría que lo vierais vosotros mismos. A diferencia de la mayoría de los museos, podrás ver muchas cosas inesperadas, y esto se suma a la magia del lugar. Hablaré de museos como la galería Uffizi en detalle, pero es mejor que este se mantenga en secreto para tu experiencia personal en este lugar.

Una cosa que puedo explicar es la distribución del lugar. El museo está dividido en cinco secciones distintas. El primero son los mecanismos, donde encontrarás muchas máquinas centradas en el movimiento y como su nombre indica, mecanismos y esqueletos de máquinas. Hay otra sección llamada Tierra, que se centra en las máquinas basadas en el trabajo de la tierra y la construcción. Hay algunas piezas realmente interesantes aquí. También está Fuego, que se centra en las máquinas de guerra (algunas de ellas son las que usamos hoy en día).

Luego tenemos la sección Aire, que se centra en los viajes en avión, los mecanismos de grabación y muchos otros en los que no entraré en detalle. Por último, la sección Agua, en la que se muestra la aplicación de las instalaciones y otros mecanismos que, sorprendentemente, se utilizan hasta el día de hoy. Leonardo Da Vinci es definitivamente un hombre adelantado a su tiempo. Te recomiendo encarecidamente que visites este museo, yo pasé una hora allí. Habría pasado más tiempo si no tuviera tanto que hacer en tan poco tiempo.

El centro Duomo

Continué con la última parte de mi viaje hasta que finalmente llegué a mi destino: el centro del Duomo, una de las zonas más concurridas de Florencia. Muchos turistas se dirigen a este lugar durante la temporada de vacaciones, ya que hay muchas cosas espectaculares que ver aquí. Los edificios circundantes tienen un aspecto envejecido, ya que algunos tienen cientos de años de antigüedad. Era como estar en otro mundo. Recuerdo haber caminado por la zona del centro, que estaba inundada de personas haciéndose selfies y grupos de guías locales. A mi izquierda estaba la Catedral de Santa María del Fiore, que sobresalía por encima de todo. Había una línea interminable de gente que hacía cola para entrar. A mi derecha estaba el Baptisterio de San Juan, un edificio de piedra blanca y negra que brillaba con el sol de Florencia, tres figuras religiosas se erigían como guardianes sobre la entrada del lugar y había cola para entrar.

(Fuente: https://www.flickr.com/photos/visbeek/8351124432)

Así que decidí visitar primero la Catedral, ya que era la más grande que había visto nunca. Sin embargo, tiene sentido, ya que es la cúpula más grande jamás construida. Parecía que había un par de cientos de personas en la fila, pero se movió relativamente rápido, así que decidí esperar. Es una de esas cosas que no puedes perderte.

Decidí leer un poco sobre la Catedral ya que tenía bastante tiempo libre en la cola, y así supe que se construyó a finales del siglo XIII y que no se terminó hasta 1436. Imagínate que muchas generaciones de familias crecieron en Florencia viendo cómo se construía la Catedral. Sin embargo, nunca llegarían a verla en todo su esplendor hasta unas pocas generaciones más adelante, a través de los ojos de sus bisnietos. Esto, junto con el Campanile de Giotto, alto y esbelto, que se levanta orgullosamente junto a la Catedral, con sus ricas decoraciones, y el Baptisterio de San Juan, son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Catedral Santa María del Fiore

Un título bien merecido ya que es una verdadera joya de Florencia. Esperé otros treinta minutos antes de llegar al principio de la fila. Un aviso para los que se visten con ropa ligera, si tienes los hombros expuestos no se te permitirá entrar y lo mismo ocurre con los pantalones cortos que exponen demasiada piel.

Sin embargo, si te encuentras en la desafortunada posición de olvidarlo, hay bastantes vendedores ambulantes esperando en la entrada a personas como tú, aunque será un logro pagar por entrar en un lugar que se supone que es gratis.

No entraré en detalles sobre el interior, pero es una experiencia divina. También recomendaría visitar el Campanile de Giotto aunque haya cola para entrar. No me apetecía esperar otros treinta minutos. Al igual que la experiencia Da Vinci, no podré hacerle justicia explicándolo aquí.

Comer fuera

Gelato

Decidí seguir hacia el sur hasta la siguiente plaza popular cercana. El producto más común que verás en manos de todos es un cucurucho o tarrina de helado. Me inspiré en mis compañeros turistas y fui a una calle cercana llena de tiendas de postres fríos. Terminé yendo a Grom, una heladería. Estaba bastante llena, pero sólo tardé unos cinco minutos en conseguir mi comida. Te recomiendo que pruebes esta heladería en via del Campanile.

I' Girone De' Ghiotti

El helado me ayudó a refrescarme bajo el caliente sol florentino, pero no sació mi hambre, así que decidí ir a Tripadvisor para comer entre los diez más baratos (una gran manera de encontrar comida con un sabor increíble a precios asequibles) y encontré el I' Girone De' Ghiotti. Este lugar vende los paninis más increíbles que puedas imaginar, pero es una tienda muy pequeña y un poco difícil de encontrar si no sabes lo que buscas.

Recuerdo que estuve aquí los dos días de mi estancia debido a lo auténtica y deliciosa que era la comida. Personalmente, no soy un gran fanático de los sándwiches, ya que he tenido que comerlos en el colegio durante casi una década y media. Aun así, comería sus sándwiches durante el resto de mi vida. Los tres vendedores son muy amables y están dispuestos a ayudarte a decidir qué combinación de ingredientes te gustaría.

(Fuente: https://www.tripadvisor.com/Restaurant_Review-g187895-d12141831-Reviews-I_Girone_De_Ghiotti-Florence_Tuscany.html)

Recomiendo el 'Golosa', que es una combinación de porchetta y gorgonzola. El Kuffiana es otra gran opción que combina el gorgonzola y el prosciutto. Ambos explotan en tu boca con sabor. Tienen entre diez y doce opciones más que cambian de vez en cuando y, si no te gusta el gorgonzola, hay más opciones con muchas combinaciones diferentes.

También ofrecen algunos de los mejores vinos locales. La mayor parte de su reserva es vino tinto toscano, aunque también cuentan con muchos blancos. La Toscana en general tiene una gran reputación en la elaboración de vinos, así que si te gusta un vino con tu panini, o simplemente un vino por si solo, no busques más.

Encontré la tienda de camino a la Piazza della Signoria (Plaza de la Señora). En la misma calle, via dei Calzaiuoli, hay decenas de puestos de venta con todo tipo de chucherías, souvenirs y postres dulces. Uno de los artículos de venta más comunes son los cinturones y los bolsos de cuero. Estos productos de cuero, producidos en Florencia, parecen tener bastante prestigio aquí.

Piazza della Signoria

Pasé un rato paseando por esta zona, viendo todo lo que tenía que ofrecer. Puedes encontrar algunas bufandas grandes, decoración de hogar, adornos y mucho más. A lo largo de estas calles encontrarás muchas tiendas de marcas de lujo de ropa y relojes. Se puede ver fácilmente que esta calle es una de las más turísticas de Florencia, ya que conecta la anterior plaza en la que he estado y la Piazza della Signoria. Todavía estaba emocionada por mi panini, por eso no me apetecía probar los diferentes bocadillos que tenían.

Después de un rato me dirigí hacia la Piazza della Signoria, que está a poca distancia a pie de allí. Recuerdo haber caminado por la calle estrecha y concurrida antes de que se abriera a una imagen majestuosa. El lugar parece una obra de arte continua. Lo primero que llenará gran parte de tu visión es el Palazzo Vecchio.

Encontrarás a muchos turistas sacando fotos y guías explicando la historia de la zona. También se puede ver la majestuosa Torre del Palazzo Vecchio que se eleva sobre la plaza. Recuerdo cómo brillaba maravillosamente con el sol de media tarde. Cuando entres en la plaza estarás rodeado de muchas obras de arte, estatuas y una arquitectura que ha sobrevivido varios cientos de años. El mismo arquitecto y los nobles y campesinos de la zona se paraban a su alrededor. Era como retroceder en el tiempo.

Ahí está la Fuente de Neptuno, una majestuosa pieza que muestra a Poseidón posando con la fuerza y determinación que le corresponden a un Dios. Es una sensación serena sentarse junto a la fuente y también te permitirá examinar mejor el lugar desde una posición más relajada.

Sin embargo, la parte más bella de la plaza en mi opinión es la Loggia dei Lanzi. Es una zona particularmente elegante por sus diferentes estatuas realizadas por algunos de los escultores más prestigiosos de la época.

La obra más llamativa fue la estatua de Perseo, en la que se representa a Perseo con una corona posando victoriosamente con la cabeza decapitada de Medusa exhibida con orgullo en una mano. Recuerdo que de niño leía bastante sobre Perseo, el hombre que había pasado por muchos desafíos, luchado contra muchos demonios y monstruos y formado parte de muchas leyendas escritas. Me sentí muy nostálgico al ver esta obra. También había muchas otras estatuas de muchos tipos alrededor.

También es una zona perfecta para sentarse y la parte más concurrida de la plaza. Otra estatua llamativa es el Patroclo e Menelao. La estatua está bellamente tallada para mostrar a Aquiles apoyado en Ajax. Aquiles, casi sin vida, está completamente tendido en las rodillas de Ajax, mientras que Ajax mira hacia el horizonte, quizás a un enemigo o para buscar ayuda. Esta pieza forma parte del "grupo Pasquino" de figuras esculpidas que imitan a un grupo de estatuas que fueron hechas a mano en el período entre el 200 a. C. y el 150 a. C. Están hechas principalmente de bronce.

Si yo fuera tú, me tomaría el tiempo suficiente para mirarlas de cerca. El diseño intrincado y realista de las caras y los dedos es una experiencia inolvidable.

Una última obra digna de mención es la de Ercole e Caco. Esta muy detallada estatua de cinco metros de Hércules de pie victorioso sobre el cuerpo de Caco, un gigante que respira fuego. Leí que originalmente se hizo para complementar al David de Miguel Ángel. Aunque, la G ganó el control de la estatua y la mantuvo en exhibición.

Caminé y admiré la zona durante bastante tiempo y decidí tomarme un descanso en la zona, ya que me dolían los pies de tanto caminar. Terminé sentándome junto a la fuente de Neptuno. Era muy sereno ver pasar el mundo. También había algunos comerciantes que vendían sus productos y encontré algunas baratijas interesantes que llevar conmigo (ten en cuenta que viajaba con mi mochila). Puede que no sea muy complicado para la mayoría, pero si vas de mochilero y decides explorar antes de ir al albergue para dejar tus cosas, te lo advierto. Hay tanto que ver que no querrías parar y tu mochila te agobiará con la cantidad de caminatas que tendrás que hacer. En cada esquina hay algo único, histórico o simplemente increíble de lo que ser testigo. Desde buenas pizzerías y heladerías toscanas hasta estatuas, fuentes y tiendas de lujo.

Piazzale degli Uffizi

Después de un rato de descanso, decidí dirigirme a la Piazzale degli Uffizi. De hecho, me encontré con esta zona por accidente, ya que no había planeado quedarme fuera de la famosa galería Uffizi, la fortuna y el orgullo de la familia Medici. Desde el exterior hay un área de patio con un diseño opulento de la zona que lo rodea. Mientras caminas por este paseo histórico, puedes ver esculturas realistas de algunos de los grandes de Italia. Podrás ver a Niccolò Machiavelli, Leonardo Da Vinci, Michelangelo Buonarroti, Lorenzo de Medici, Dante Alighieri y muchas otras figuras de la historia artística italiana.

Lo más probable es que lo que más te llame la atención sea la larga cola de la galería Uffizi. En ese momento decidí que iría al día siguiente cuando las colas no fueran tan largas. Es común encontrarse con guías turísticos que le ofrecerán un pase para "saltarse la fila" por un precio que incluye una visita al museo.

(Fuente: http://www.italymagazine.com/point-of-interest/uffizi-gallery)

Me enteré de que en el otro lado estaba el museo Galileo. Cuando era más pequeño, me encantaba todo lo que tenía que ver con el espacio. Leí acerca de muchos de los grandes de antaño, incluyendo a Galileo y Ptolomeo. Decidí ir al museo y echar un vistazo. A pesar de que el museo no era gratuito, incluía un descuento para estudiantes.

El lugar en sí fue, en general, una buena experiencia. Te lo recomendaría si tienes tiempo extra y disfrutas de cualquier cosa que tenga que ver con el espacio. Toda la experiencia duró unos cuarenta minutos e incluso había una sección dedicada a las reliquias de las familias ricas florentinas, que incluía rifles y pistolas.

Recuerdo que salí del museo y tuve una vista espectacular del río, el aire fresco que se respira en un día muy caluroso. Las calles repletas de gente de todas las profesiones y condiciones sociales cobraron vida con el canto de los músicos callejeros cercanos. A veces se tarda un tiempo en comprender que estás en un lugar de cultura, historia y belleza, en algún lugar lejos de casa y completamente nuevo y único.

Ponte Vecchio

Caminé hasta la orilla del río, hasta los muros de piedra que te separan del río de abajo. Desde ese punto se puede mirar a la derecha y ver el Ponte Vecchio. Al principio no me pareció gran cosa, excepto porque parecía bastante único y bonito. Parecía increíble que las casas siguieran en pie, teniendo en cuenta su diseño, así que terminé buscándolo en mi teléfono.

Se menciona por primera vez en el siglo X. Se dice que fue construido inicialmente por los romanos y que fue ampliado posteriormente. Es famosa por tener todavía tiendas incorporadas, como era el caso de algunas carnicerías que vendían sus productos. Sin embargo, la acaudalada industria turística logró hacerse con este emblemático puente y lo pobló de tiendas para vendedores de arte, joyerías y tiendas de souvenirs. La forma en que funciona el sistema dentro de los puentes sería que los comerciantes pusiesen mesas llenas de mercancías frente a su tienda. El área de backshop se preparó con más opciones y un mayor stock de artículos vendidos en el exterior.

Camping Michelangelo

A estas alturas del día, estaba oscureciendo bastante, así que decidí ir hacia mi hostal. Me quedé en el Camping Michelangelo un par de noches. El lugar está situado en la cima de una colina que domina toda la ciudad. Decidí ir allí y ver los lugares de interés al día siguiente.

Fue una caminata un poco larga para llegar allí con mi pesada mochila. En el camino vi a unos cuantos mochileros con la misma idea de terminar su noche en este albergue. Después de una caminata de quince minutos desde el museo Galileo llegué y una recepcionista muy amigable me recibió, me dio mi llave y me avisó de los eventos de esa noche. Fui recibido por una recepcionista muy amigable que me dio mi llave y me avisó de los eventos que se llevarían a cabo esa noche. Tenían un espectáculo de canto y baile en una gran zona de césped abierto dentro de los jardines del albergue. La forma en que funciona este albergue es similar a la de Venecia (los detalles se encuentran en una entrada anterior del blog en 'Eurotrip').

Hay muchas áreas para que puedas sacar tu tienda de campaña y disfrutar de una hermosa noche en un ambiente aventurero. En mi caso, como no me gustaba arrastrar una tienda de campaña conmigo por toda Europa, decidí instalarme en una de las cabañas. Me las arreglé para conocer a dos estudiosos húngaros muy educados que estaban haciendo una escapada juntos en Florencia. Siempre me ha gustado conocer gente de todo el mundo, especialmente de lugares que nunca he visitado. Aprendí bastante de sus estudios y de cómo es Hungría.

Deshice mis maletas y los invité al evento que se celebraba esa noche, pensando que tal vez no habían oído hablar de él. Estaban ansiosos por ello. La función comenzaba en una hora, así que me di una larga ducha. Lamentablemente, hubo inconvenientes.

El campamento tuvo problemas con el agua justo antes de que me instalara y mucha gente estaba fuera envuelta en toallas. Fui a la zona de duchas y le pregunté al grupo de allí qué estaba pasando. Descubrí que eran un grupo de españoles, así que cambié al español y empezamos a hablar sobre el campamento y la situación de las duchas. Básicamente me dijeron que el campamento era genial, que la sala de estar pública ofrecía una vista preciosa, un restaurante y un bar para darse un capricho, y explicaron que el único problema eran las duchas. No eran muy limpias y, aparentemente, habían tenido problemas de agua más de una vez antes.

Afortunadamente, unos minutos más tarde, la amable recepcionista se acercó y nos dijo que la situación se había solucionado. Rápidamente me duché y empecé a prepararme para esa noche.

El tiempo estaba a nuestro favor y tuvimos una noche cálida con cielos despejados. Podrías ver algunas estrellas en el cielo nocturno de Florencia. Todos empezamos a agruparnos en una zona iluminada en una de las grandes zonas de césped donde se instaló una tienda improvisada.

El espectáculo

La actuación comenzó con música clásica italiana. Fue muy melódico, pero también muy rápido. Había cinco bailarines, tres chicas y dos chicos, que hacían claqué, saltaban y se movían al ritmo de la música. Bailaron en perfecta sincronía, era muy hipnótico mirarles. Mis compañeros húngaros y yo estábamos sentados juntos cerca de la primera fila y pudimos observar las expresiones de alegría y pasión en algunos de los rostros de los bailarines. Después de la primera canción, otra comenzó con un ritmo diferente.

Cuatro de los bailarines se emparejaron mientras que la tercera chica se puso a cantar una canción melódica lenta. Las dos parejas bailaron lentamente al ritmo de la música. De repente tenían una mirada de incertidumbre en sus rostros. El baile se volvió menos afinado y casi desastroso. La pareja se fue alejando poco a poco hasta que cambiaron de pareja. La música y el baile se retomaron con las nuevas parejas, pero no duró mucho tiempo, ya que poco a poco se fueron descordando.

La canción terminó con la pareja original volviendo juntos, pero bailando mucho más despacio, como si estuvieran interesados en continuar con lo que estaban haciendo, pero un poco más vacilantes y pacientes. Era una historia de amor interesante. Nunca me han contado una a través de la canción y el baile como lo hicieron ellos.

Siguieron bailando y cantando diferentes melodías y escenas durante unos treinta minutos antes de que todo terminara. Fue un poco efímero, pero muy agradable. Mis compañeros húngaros y yo decidimos descansar en el bar justo después de la actuación. Hablamos de Florencia e intercambiamos experiencias hasta ahora. Habían estado en Florencia un día más que yo, así que les quedaba mucho por explorar.

Esta experiencia me enseñó un par de cosas. En primer lugar, que deberías decir que sí a eventos más emocionantes, incluso con gente que acabas de conocer (asegurándote de que estás en un entorno seguro y de que la posibilidad de un escenario peligroso es mínima). También es importante tener una mente abierta sobre las diferentes ideas y actividades.

Definitivamente te recomiendo que visites el Camping Michelangelo para vivir experiencias únicas. La recepcionista está muy informada de los eventos que tienen lugar en la ciudad, y también puede recomendarte buenos lugares para comer y cosas que ver. El lugar también es bastante asequible. Así concluye mi primer día en Florencia, me acosté emocionado, pensando que mañana sería otro día de aventura. Excepto que ésta incluirá muchas más obras de arte, más comida y mucha más historia por descubrir.

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