El inició de mi llegada a Firenze

Publicado por flag-pe Jesus en su tinta — hace 5 años

Blog: Mi vida en Firenze
Etiquetas: flag-it Blog Erasmus Florencia, Florencia, Italia

¡Hola a todos! Espero que cada uno de ustedes se encuentre muy bien, ha pasado mucho tiempo desde mis últimas publicaciones asi que visto que me encuentro ahora en mi querida ciudad de Lima tengo tantas cosas que contar y compartir en este blog.

Para empezar voy a crear primero este blog para contar sobre mi experiencia en una de las ciudades más bellas que he podido conocer hasta el momento, esta ciudad se llama Florencia o también es conocida como Florence o Firenze, es una de las ciudades más bellas que se pueden encontrar en Italia he vivido prácticamente unos 11 meses en esta ciudad a donde llegué sin conocer a nadie sin embargo con el paso del tiempo y de los días pude conocer a gente maravillosamente especial, que me dio la motivación de querer regresar a esta ciudad para seguir con mi vida y mi camino.

Básicamente quiero compartir en esta primera públicación los siguientes temas:

  • Cómo llegué a Firenze y las razones que me llevaron a ella.
  • La entrevista de trabajo y los procesos que tuve que pasar.
  • Mi recorrido por la ciudad de Firenze en mi primer día viviendo en ella
  • Las situaciones que tuve que pasar para poder encontrar un lugar para vivir.
  • Le Cure el lugar donde viví dentro de Firenze 

 En esta foto les quiero compartir una de las imagenes del duomo de Florencia, el cual es el corazón de la ciudad y donde se pueden encontrar muchos monumentos importantes alrededor de ella, Santa Maria dei Fiori, el corazón de la cuna del renacimiento italiano en la siguiente imagen:

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El inicio de la llegada a Firenze

Todo comenzó como sin querer queriendo, la verdad fue que no pensé  que Florencia llegase a convertirse en mi segunda casa ya que fue un momento en la que me encontraba en la búsqueda de donde empezar a vivir después de haberme graduado con una maestría de Administración de Turismo en la Universidad de Bologna en el campus de la ciudad de Rimini, la vida me dio una oportunidad que no podía dejar escapar.

Una vez que me gradué en la Universidad de Bologna comenzaba el tiempo de buscar un lugar donde pueda empezar a escribir una nueva historia, de hecho que estuve en más de una vez con la intención de querer escribir en el blog nuevamente pero el cansancio, el trabajo y mi vida de reencontrarme conmigo mismo me hizo hacer una pausa en esto por un largo periodo.

 

Recuerdo que mi graduación fue en marzo del 2018, y tuve mucha suerte que en menos de dos semanas  recibí un correo electrónico para poder recibir una entrevista de trabajo por una videollamada en Skype para la posición de Recepción en el Hotel Westin Florence que se encuentra en pleno centro de la ciudad de Firenze, la entrevista digamos que fue bien, tuve toda la entrevista en italiano y de allí empezó un tramite un poco largo y engorroso para tener el permiso que se llama en attesa di occupazione que se da a los que no son europeos como en mi caso y desean permanecer en Italia después de haberse graduado de la universidad, ese fue mi caso y para que les cuento que verdaderamente fue un parto pero lo obtuve y con ese permiso pude empezar a trabajar en dicho hotel, al inicio las cosas eran un poco complicadas por mi condición del permiso por lo que tuve que sacar un contrato de tiempo parcial para después pasar a un contrato de trabajo de tiempo completo.

 

Llegando a la ciudad de Firenze

Luego de haber tenido mi entrevista de trabajo me llamaron para poder acercarme a Firenze al hotel para poder tener una entrevista en persona, fue recuerdo perfectamente un día de lluvia un dia donde tenia que ir con mi paraguas para poder salir de la estación Santa Maria di Novella, apenas salí de la estación sentí todo ese movimiento de personas andando de un lugar a otro como si fuera un camino de muchas personas de diferentes partes del mundo, no lo podía creer me sentía en una ciudad después de haber estado en Rimini que no es tan grande y si bien tiene mucha vida en la temporada de verano, es un lugar que no tiene comparación con Florencia. Y ni que decir de Milano donde es una ciudad a mi parecer mucho más cosmopolita.

Yo debo admitir que no tengo un buen sentido de orientación así que una de las cosas que tuve que hacer fue revisar más de una vez mi gps para saber donde me encontraba y que tan lejos me encontraba del hotel, llegué para mi buena suerte en cuestión de minutos a la puerta del hotel, esperé entonces unos minutos para poder secarme la cara y continuar después mi camino ingresando para poder anunciarme y tener la entrevista, esta sensación  era como si dentro de mí supiera que ya había sido admitido sentía la marca Westin entrar en este edificio que tiene más de 800 años obviamente para poder entrar aquí me tuve que leer toda la historia del hotel y de las facilidades y servicios que había dentro de ella.

En la siguiente imagen les quiero presentar una de las vistas que se tiene dentro del mercado de San Lorenzo en el centro de Firenze, subiendo las escaleras de dicho mercado pueden encontrar este espacio donde pueden comer muy rico para todos los bolsillos en su paso por la ciudad toscana de Florencia:

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La entrevista de Trabajo

La entrevista de trabajo fue algo grandioso, por primera vez me sentía libre de no depender de un permiso sino más bien de mis propias cualidades, una entrevista que puedo definir como humana, sencilla y con mucha química entre quienes se convertirían después en mis compañeros de trabajo de este bello hotel que guardo en mi memoria con mucho cariño. Siempre he pensado que en una entrevista de trabajo uno debe de mostrarse como es en persona para que se vea la clareza y la cualidad que puede tener cada uno, y así fue como yo me presenté como la persona que era verdaderamente, sin miedos, sonriendo.

 

De regreso a Rimini

Tomé mi tren de regreso a Rimini para ello tenia que tomar mi tren regional que hacia una parada en Faenza, y en aproximadamente unas tres horas y media ya me encontraba en Rimini, sentía y tenía la necesidad de vivir una nueva historia fuera de Rimini, tenía y sabía que era ya mi momento de empezar a preocuparme por otras cosas para poder desarrollarme y seguir adelante con mis sueños y metas, la vida de estudiante que tuve por estos dos años fueron inolvidables, un lugar donde conocí a muchos amigos de por vida con los cuales aún mantengo contacto pero que la vida me pedía a gritos que vuele, que busqué mi propio camino cómo lo hacia también cada uno de mis compañeros de la universidad.

Rimini siempre se ha convertido en esa casita a la que sin querer siempre hay motivos para regresar una y otra vez, la verdad es que a pesar de estar tanto tiempo en ella, no puedo decir que me la conozco como la palma de mi mano, a  veces cuando hablaba con amigos de la universidad y veía la conexión que ellos habían tenido con Rimini que era tan profunda y diferente a la que yo había tenido, quizás porque una parte de mí ya se quería ir y buscaba a gritos un nuevo destino, ya que mi intención de venir a Italia fue siempre la de establecerme en una ciudad que vaya más acorde a lo que quería, no quiero decir que Rimini no sea un lugar bello, todo lo contrario pero como que de alguna manera estaba agradecido con la ciudad pero que de todas maneras sabia que este camino tenia que terminar tarde o temprano y así sucedió.

En la siguiente imagen les quiero compartir una de las iglesias que se pueden encontrar en el centro de Florencia, esta es la iglesia de Santa Maria di Novella, exacto, tiene el mismo nombre de la estacion de trenes principal de Florencia por, en verdad ambos puntos se encuentran muy cerca:

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Y así fue como que mi tiempo en Rimini terminaba para empezar en un nuevo destino que se llamaba Florencia, un lugar que ahora me debo de sincerar mucho más un lugar al cual yo no pensaba vivir, la primera vez que fui a Florencia fue en el 2016 cuando fui en un viaje last minute con una de mis amigas de la universidad de San Marcos que vino a Italia de turismo y nos pudimos encontrar en Rimini para luego ir juntos a Florencia fuimos solo una noche y sentí que la ciudad era inmensamente bella pero no para mí, no era para mí tanta belleza, tantas cosas que pasan por la cabeza de uno cuando esta en un periodo de no conexión pero eso era lo que yo sentía y me gusta ser sincero con lo que escribo y con cada pequeña cosa que comparto ya que lo siento como una especia de catarsis y de encuentro con mis recuerdos y conmigo mismo.

Tenía que dejar Rimini, y deje muchas de mis cosas en casa de una de mis compañeros de piso, una peruana muy linda que se convirtió en mi amiga hasta ahora, y salí de Rimini recuerdo con un tren en la mañana cargando solo ello para poder irme a Florencia, haciendo la misma escala de parada en Faenza para después llegar a Florencia con un pasaje que costaba más o menos unos 14 euros solo de ida sin retorno.

Llegando a vivir a Firenze

Mi llegada a Firenze fue extraña recuerdo que cuando salia con mi maleta y caminaba como decimos en Perú recién bajadito de la montaña un señor con rasgos de ser de la India me grito en medio de la calle para decirme que no pasará por allí ya que él debía de pasar con su bicicleta por esa dirección,  pues mi recibimiento no fue tan espectacular como hubiera podido ser no?  Pero eso es lo de menos, la verdad que muchas veces pienso que he tenido mucha suerte ya que en mi trabajo mi jefe pudo ayudarme para que pueda vivir por un máximo de dos meses en un cuarto de la empresa que debía de compartir con un señor que también trabajaba allí que se llamaba Moreno, esto para mí fue muy ventajoso ya que así tenia tiempo para poder buscar un lugar donde vivir en Florencia sin apuro y sin estar pensando que debía de conseguir algo rápido además que debía de esperar que llegase el momento justo para poder tener más dinero y pagar con ello la garantía de la casa.

El primer día en Firenze

Lo primero que hice luego de pasar por el hotel y ser recibido por mi jefe fue ir con él hasta la el garaje del hotel, sí el garaje del hotel ya que aunque ustedes no lo puedan creer en el segundo piso y también en el tercer piso del garaje del hotel que se encontraba en la calla pallazuolo habían varios cuartos para los trabajadores del hotel, cuarto a donde para mi buena suerte no tenía que pagar nada y con ello la verdad que ahorraba muchos euros hasta recibir el mes de mi primer pago en el trabajo.

 Como les estuve contando antes, por un tema del tramite del permiso de trabajo no podía trabajar tiempo completo entonces mi jefe hizo que trabajara solo tiempo parcial que eran unas 20 horas con 3 días de descanso a la semana, la verdad que yo quería estar más tiempo quería aprender más pero no podía, no sólo por ello sino también porque quería demostrarles a cada uno y demostrarme a mi mismo que yo podía ser un buen trabajador y ya el tiempo se encargaría de darme o no la razón.

La primera tarde en Florencia

Pase también claro está por el departamento de Recursos humanos para poder firmar mi contrato y para hacer dicho sea de paso un sinfín de firmas, la verdad que yo no entendía nada de lo que estaba firmando, bueno solo sabía que todo ello era parte de la burocracia italiana que ya después fui aprendiendo cuando recibí mi primera “busta paga” con mis detalles de lo que me estaban pagando.

El cuarto donde yo vivía era pequeño una cama sencilla, con una ropero donde podía dejar mis cosas y un velador con una lámpara que funcionaba con una luz tenue, allí fue donde empezaría a escribir mi primera tarde en Florencia, no quería irme sin antes alistar mi buena selección de música y ahora que lo pienso recuerdo muy claramente que la señal de internet no funcionaba para nada bien, así que para poder comunicarme con mi familia y amigos, tenía que salir del garaje y sentarme en una plaza para responder mis mensajes y de paso respirar un poco de aire de la ciudad ya que la ventana del cuarto miraba al garaje y no tenía iluminación natural.

Sali del garaje recuerdo que caminé por el rio Arno donde se encuentran algunos puentes y el más famoso de ellos claro está es el más antiguo de Europa, qué es el bello Puente Vecchio un puente con tanta historia que sirvió como conexión entre el centro y la casa de la familia más poderosa de Florencia que eran los Medicis.

Y de pronto sin que yo me lo esperaba recuerdo que me envolvió una tristeza algo extraño, debería de estar feliz, estoy en una ciudad bella, con una arquitectura única y en medio de tanta gente, no sé si a ustedes también les debe de haber pasado que a pesar de estar en medio de un tumulto de gente a pesar de ello igual ustedes llegan a sentirse solos, pues así me sentía en ese momento y recuerdo también que mientras esos sentimientos pasaban por mi cabeza empezaba a caminar por el centro y pasaba por los lugares más bellos de Florencia como los es el duomo di Santa Maria dei Fiori aquel lugar que me marcaría tanto el alma y que me dejaría un sinfín de recuerdos que aún conservo en mi corazón como si fuera ayer mismo, este sentimiento de Florencia tenía que pasar por algún motivo en especial sabía que todo sentimiento tiene una causa y un efecto.

Durante mis primeros días en Florencia aprendí a reconocer las calles de la ciudad pero sobre a todo a caminar cerca del rio Arno que es uno de los rio más bellos que pude ver en Italia, debido a que encaja perfectamente con la arquitectura de la ciudad de Florencia, aquí en la siguiente imagen les comparto parte de la vista del rio Arno en una de esas tantas salidas que tuve en el centro de la ciudad que me acogió por nueve meses 

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Quería seguir caminando, quería seguir caminando más y a pesar de sentir este sentimiento quería descubrir las cosas que habían para mí en Florencia, sentía que la vida es mágica en Florencia, así pues entonces iba caminando hasta llegar a la plazita de Michel Angelo, aquel lugar desde donde uno puede tener una de las más bellas vistas de Florencia desde donde uno se siente un puntito y puede ver una vista inigualable de Florencia, tengo que admitir que Florencia es un lugar romántico y ese lugar mágicamente crea ese clima de parejas, de amigos que se sientan en las gradas para mirar el atardecer con una botella de cerveza en mano para poder conversar de tantas cosas y para disfrutar de la vida, y lo mejor de todo es que para llegar a la plaza no se debe de pagar nada es gratis, y te llevas una de las mejores energias que te puede dar Florencia, la verdad que sí.

Allí mientras estaba contemplando la ciudad que me iba a acoger por lo siguientes meses, sentía una necesidad loca de irme, tantas ideas locas que pueden pasar por la cabeza de uno cuando se encuentra lejos de su casa y de su cultura, familia, amigos o costumbres, será que soy el único que tiene esos sentimientos extraños ¿? No creo!

Los primeros lugares de la tarde

Basicamente los primeros sitios que empecé a recorrer eran los que se encontraban cerca del garaje, muy cerca de este lugar se encuentra por ejemplo una pequeña plaza con un par de sillas donde pasaba algunos minutos escuchando música y respondiendo mensajes a mis amigos, otros de los lugares que frecuentaba prácticamente solo en las mañanas era el rio Arno, pero no aquel que se encuentra en dirección a Piazzale Michel Angelo sino aque que se encuentra en sentido contrario donde podía encontrar una pequeña rampa para poder bajarme y así tomar diferentes fotos con el fondo de la ciudad de Florencia.

Cerca del garaje también se encuentra la plaza Santa Maria de Novella, donde hay dos museos y algunos hoteles alrededor que también llaman la atención su movimiento, en el centro de la plaza hay unas bancas donde uno podía sentarse para ver y escuchar algunas presentaciones gratuitas de música callejera, allí al frente también se encontraba una de las estaciones del bus para poder ir a diferentes partes de la ciudad de Firenze.

Viendo todo esto uno se puede dar cuenta que Firenze es una ciudad que se debe de recorrer a pie, es una ciudad que te invita a que la puedas recorrer de esa manera sobre todo en la parte del centro, mis primeros 10 días fueron entonces de esa manera andando de un lado a otro, perdiéndome entre las calles, sin conocer ninguna persona aún más que solo gente de mi trabajo para poder guiarme cada vez en esta ciudad que me iba a acoger en los siguientes meses.

En la misma calle donde se encontraba el hotel hay un supermercado que se llama Conad donde usualmente iba a comprar mis alimentos, tenía que comprar cosas sencillas para comer ya que el lugar donde vivía no tenía cocina y solamente contaba con una refrigeradora que compartía con el señor que también trabajaba en el hotel conmigo sin embargo el trabajaba en otra área del hotel.

Ubicarme en Firenze sabiendo que mi sentido de orientación no es la mejor de todas fue un poco difícil, para ello antes de partir de Rimini recuerdo que saqué un libro de la biblioteca de la universidad que te hablaba solo de Firenze y de sus diferentes quartiere que se encuentran en la ciudad, así que para mi era una gran oportunidad para ver cada una de esas maravillas además de perderme sin miedo, sin necesidad de pensar en el mañana más que solo en ir a trabajar que dicho sea de paso eran solo cinco horas al día con tres días de descanso a la semana, como se pueden dar cuenta entonces tenía mucha libertad para poder hacer lo que yo quisiera en estos primeros meses y vaya que si le saqué provecho en aquellos días, cada vez paraba menos tiempo en mi cuarto y solo seguía allí para irme a dormir y descansar un poco, Firenze me ayudo a reencontrarme a mi mismo a descubrir hábitos que ya había perdido en muchos años de mi vida pero eso ya lo iré explicando en otras publicaciones.

Después de recorrer diferentes parte de Firenze, me acuerdo que empecé entonces a irme cada vez un poquito más lejos del centro además que tenía buscar una de las cosas que se iba a convertir en un pequeño dolor de cabeza, encontrar un alojamiento para vivir ya que en donde me encontraba solo podía estar dos meses como máximo, tiempo suficiente para poder buscar con calma un lugar perfecto para mi estadía en esta ciudad de la toscana.

Buscando un lugar para vivir en Florencia 

Ya tenia experiencia buscando alojamiento cuando llegué a Rímini y sabía que las cosas no iban a ser fáciles, claro depende del presupuesto y de la situación en la que cada uno de nosotros se encuentre, en mi caso por ejemplo una de las cosas que me complicaba era que yo ya no era más un estudiante, entonces la mayoría de los anuncios que se publican de alojamiento son para estudiantes además que mayoritariamente son para las mujeres,  si eres hombre y vas para trabajar vas a tener que pagar un poco el derecho de piso en Firenze, como quizás en mucha de las ciudades italianas ya que se tiene la percepción que un hombre ensucia, hace más bulla que una mujer, cuestión de preferencias de poder encontrar un compañero de piso en una nueva casa, bueno en esta búsqueda todos los días entraba a la pagina del Facebook donde había un grupo de gente que ofrece alojamiento además que podía encontrar anuncios de diferentes partes de la ciudad de Firenze.

Lo primero que hacia era mirar que tan distante se encontraba el lugar de mi trabajo, el promedio era unos dos kilómetros, aunque claro también las había los que se encontraban en pleno centro con un precio que valía prácticamente el doble y la verdad que no, no me podía dar ese gustito de vivir en el corazón de Firenze, si bien es cierto yo ya lo vivía cuando estaba en pleno centro pero sabia que mi periodo allí terminaría tarde o temprano.

Las cosas se volvían un poco complicados para poder encontrar un alojamiento en Firenze en por ello que prácticamente conforme iban pasando los días me daba cuenta que me tomaba cada vez más y más tiempo  para poder encontrar el lugar perfecto para poder vivir en Firenze, no importa la vida me estaba dando esto por algún motivo en especial  motivo que yo iba a descubrir.

Los días iban pasando, mensajes de diferentes ofertas de alojamiento que no se acomodaban a lo que yo buscaba iban apareciendo pero para mi buena suerte encontré una que se podía acomodar un poco a mis exigencias esta se encontraba en zona de novoli, ya me había comentado mi compañero de piso que esa zona era como la más moderna de Firenze, para ello tuve que tomar un bus que me llevará a conocer el piso, llegué y la verdad que hice conexión inmediata con las dos chicas que se encontraban allí, la casa o mejor dicho el apartamento se encontraba en un piso alto de un edificio donde a lo lejos se podía ver inclusive el duomo, era un lugar tranquilo como una zona residencial, allí  me quedé conversando con las chicas pero me dijeron que igual tenían que se seguir viendo a los demás “candidatos” y que en una semana aproximadamente me iba a dar una respuesta, la segunda casa que llegué a ver después de muchos días fue en la zona de Firenze Sud esta se encontraba un poco más lejos del centro como a unos 5km de la ciudad para poder llegar a esta zona de Firenze tuve que tomar una de las líneas del tren para después caminar un par de minutos y llegar así a la casa, la verdad que esa casa me gusto mucho si bien estaba lejos del centro tenia una bonita decoración y eran solo dos personas las que vivían allí, tenía un jardín interno con un árbol y un lugar donde se podía hacer una parrillada, el costo de esta casa de unos 400 euros incluido todo.

Esa casa quizás hubiera sido la ganadora para mí, pero el único problema era que se encontraba lejos del centro y visto que yo tenía horarios rotativos en el trabajo algunas veces tenía que salir a la medianoche del trabajo para regresar a casa e iba a ser difícil poder encontrar el tren o bus adecuado para regresar a casa, lo que hice fue de todas maneras decirle a chico que si estaba interesado en dicha oferta y que iba a ser lo posible para poder confirmarle a los siguientes días, la zona era una zona bastante tranquila aunque al frente como me pude dar cuenta por Google maps se encontraba una discoteca que seguramente iba a ser bastante concurrida durante los fines de semana, el nombre ya no lo recuerdo y ya les voy adelantando que no me llegué a quedar en ese lugar ya que la casa, el cuarto que iba a ser para mí se encontraría en otra zona de Firenze, un lugar que es conocido como Le Cure.

Al encuentro del lugar donde me iba a quedar a vivir: Le Cure

En uno de esos tantos anuncios que se encontraba en Facebook para los grupos de alojamiento, pude encontrar el anuncio de una chica que no había publicado ninguna foto de la habitación pero estaba buscando un compañero de piso y que sea un trabajador y no un estudiante, como que el perfil concordaba a lo que yo era así que no lo dude e inmediatamente le envié un mensaje para poder quedar en una cita e ir a conocer la casa y el cuarto que se estaba alquilando a 380 euros  todo incluido, la casa se encontraba como a unos tres kilómetros de distancia de mi trabajo así que me quedaba perfecto para que pueda entonces aplicar en ir a conocer ese lugar.

Recuerdo que mis compañeros de mi trabajo se estaban dando ya cuenta que se me hacia difícil poder encontrar un lugar para vivir y tanto fue asi que una de ella se ofreció a poder alquilarme uno de los cuartos que tenía en su casa, pero en ese caso le dije que tenía este encuentro y que dependiendo de eso iba a tomar una decisión  y miren las cosas suceden por algo ya que de todas maneras entonces iba a poder buscar una nueva y ultima oferta de casa para poder tomar una decisión.

Esta vez lo hice caminando desde el garaje hasta la casa para poder saber cuando me podría ir demorando yendo a pie, fueron aproximadamente unos 50 minutos caminando a un ritmo regular, la “via” o calle donde se encontraría la casa se llama “via Faentina” es una via larga donde usualmente bajan los carros que vienen desde la zona de Fiesole es una de las zona que les aconsejo visitar ya que desde allí también pueden encontrar un aire puro de la Toscana y se encuentra unos pasos de Firenze además que se puede ir con buses públicos.

Llegué con unos minutos tarde a la casa ya que en verdad yo había pensando que la cita era las 15:30 cuando en verdad eran a las 15:00 de todas maneras allí estaban dos chicos que estaban esperando de los cuales uno era el que se iba a ir de la casa mientras que la otra era quien se encargaría de seleccionar a la persona que iba a vivir en la casa con ella y con otra chica más que era de Napoles.

Mientras estaba en la casa podía sentir esa energía positiva de querer vivir allí, la chica creo que también llego a sentir lo mismo y me dijo sin dudar que esta casa era para mí, mejor dicho el cuarto así que sin dudar yo también acepté pero tenía que esperar unas dos semanas a que se desocupara para poder llegar yo con mis cosas mientras eso sucediera, también tenia que ir a buscar otro día a la dueña de la casa que se llamaba para Carolina quien fue una señora muy amable y tenía un gato y un perro ella vivía en la misma casa en el primer piso, bueno las cosas iban marchando poco a poco bien y era entonces el momento de empezar a alistar mi nueva vida en Florencia además de compartir esta buena noticia con mis compañeros de trabajo por fin tenia un lugar al cual podía llamar casa.

Tuve que avisar al departamento de recursos humanos sobre la buena noticia de que ya había encontrado un lugar para vivir por ende para mi buena suerte, tenía entonces un par de momentos más para poder relajarme viviendo en el centro y conociendo los ambientes que se encuentran en ella, Firenze con solo pensar en la ciudad me llena de alegría 

La vida en Florencia iba entonces pasando por ver que cosas podía hacer en mis tiempos libres y fue en eso que Firenze esa ciudad que tenía tanto que ofrecerme me tomó de la mano y me enseño muchos lugares, personas, experiencias y vivencias que iba a empezar a atesorar como grandes reliquias en mi vida, la verdad que ninguna ciudad en el mundo con excepción de Lima me ha podido  dar esta misma sensación de paz de amor y de tranquilidad conmigo mismo como lo hizo Firenze, un lugar al que hoy puedo llamar casa.

Y eso fue todo para empezar el primer post de mi nuevo blog para esta nueva temporada, solo me queda agradecer a quienes se hayan tomado el tiempo en leerlo, les mando un abrazo fuerte a cada uno de ustedes y nos vemos más adelante ¡Gracias infinitas! Y disfruten este viernes que recién esta comenzando.

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