Laponia

Publicado por flag-es Angela Giménez — hace 4 años

Blog: Mi viaje a Laponia
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Una aventura que pude realizar cuando me encontraba haciendo mi Erasmus en Kuopio, Finlandia, fue visitar el famoso norte del país: Laponia. Lugar reinado por Santa Claus, enormes pinares de abetos, los renos, la nieve y las auroras boreales. Una experiencia inolvidable y un lugar al que tengo intención de volver en el futuro por todas las memorias inolvidables que me dio. Este viaje hizo de mi Erasmus una vivencia aun más especial ya que me hizo crear lazos aun más profundos y emotivos con todos mis compañeros.

 

ESN KISA

La asociación encargada del viaje fue Timetravels, la cual pudimos conocer gracias a ESN KISA, la asociación Erasmus para estudiantes en Kuopio que conseguía los mejores precios para los estudiantes y dejaba todo organizado para ellos: multitud de actividades a su disposición, alojamiento, transporte, etc.

Este viaje era uno de los que ofrecía la compañía junto con los fiordos noruegos, o el viaje a San Petersburgo y Tallin.

Acompañados por dos guías voluntarios de la asociación, pusimos rumbo a Laponia, un largo viaje de todo un día (por las paradas que hacíamos) en autobús junto con todos mis compañeros. Fue una autentica delicia poder ir de viaje con gente de tantos lugares diferentes.  

 

SANTA CLAUS VILLAGE

A mitad de camino hacia Levi, ciudad donde nos íbamos a quedar los próximos días, hicimos una parada imposible de olvidar: Rovaniemi, ciudad conocida por ser el lugar donde Santa Claus vive.

Lo primero que hicimos en este pueblo fue ir a conocer a Santa Claus, conocido por los finlandeses como “Joulupukki”. Se le visita en grupos de pocas personas y en una sala rodeada de regalos y con los elfos acompañándonos. Una vez dentro Santa Claus pregunta a todas las personas de donde somos e incluso se atreve a hablar en un idioma que no es el finlandés y recita ciudades muy conocidas del país de procedencia de cada uno de los Erasmus que estábamos ahí. Fue muy sobrecogedor ver esta persona que llena de ilusión a tantos niños todas las Navidades. En mi caso, la cara de asombro al contarle a mi prima pequeña que había conocido a Santa Claus no tiene precio.

A continuación fuimos a la entrada del círculo polar ártico, más simbólico que otra cosa pero que a través de la cual entras al resto del pueblo de Santa Claus. Está lleno de actividades sobretodo dirigidas para los niños, emocionados por estar ahí, encantados también por toda la nieve que nos rodeaba. Se podía andar en trineo tirado por renos, jugar con perros de raza Husky o visitar el taller de los elfos de Santa.

Artículos únicos que se pueden adquirir en este pueblo dirigido principalmente a los turistas es un certificado sellado indicando que has estado en el Polo Norte, una moneda de Santa Claus, jerséis, calcetines, etc. Había tiendas de recuerdos por todos lados.

El único aspecto negativo que puedo recalcar de este lugar son los precios, así que, si vas con idea de visitarlo: ahorra. Un ejemplo claro de esto fue cuando una amiga también española y yo quisimos comer algo: decidimos probar algo diferente a lo que estábamos acostumbradas como lo es la carne de reno en un restaurante del pueblo. Una hamburguesa sola de carne de reno costaba dieciocho euros… No son precios para todos los bolsillos.

Aun así, es quejarse por gusto ya que, aunque caro, es una experiencia imposible de vivir en ninguna otra parte del mundo y que no voy a olvidar en la vida. Esta parada en nuestro viaje a Laponia llego al corazón del niño que todos tenemos dentro y te llena de ilusión.

Laponia

 

“WINTER IS COMING”

Hicimos una última parada antes de llegar a Levi: Game of Thrones Ice Village, un paraíso para los amantes de la serie de televisión Juego de Tronos. Curiosamente, fuimos a principios de Marzo, mientras que la temporada final de dicha serie se estrenaba un mes después, por lo que nos hizo especial ilusión a los fans como yo visitar este lugar.

Estaba lleno de salas con los lugares típicos de la serie, como la sala del trono en la cual podías sentarte en un gran trono de hielo, habitaciones hechas una vez más de hielo dedicadas cada una de ellas a una familia de la serie: Stark, Targaryen, Tarly, Mormont, Lannister, y con el emblema de cada una, con su cama y mesillas de noche, como si de un hotel se tratara e incluso había un dragón gigante hecho de hielo, en honor a la madre de los dragones.

Eran una serie de pasadizos sin fin, todo hecho de hielo al cien por cien, incluso un bar donde tomar algo, diferente a todo lo que podías haber visto antes. Había oído hablar de este tipo de sitios, pero ver uno en la realidad supera las expectativas de cualquiera.

 

LA CABAÑA

Las cabañas donde nos hospedamos una vez en Levi eran dos cabañas amplias adosadas, cada una para un total de diez personas, repartidas en cinco habitaciones diferentes. La organización dejo en nuestras manos las personas con las que quisiéramos compartir la cabaña escribiéndonos una semana antes para organizar todo.

Constaba de dos baños, uno de los dos con ducha, una cocina grande totalmente equipada con utensilios de cocina como un lavaplatos que nos hizo especialmente ilusión ya que llevábamos meses de estar lavando los platos a mano en Kuopio.

El salón era muy amplio y cómodo, con una gran chimenea que encendimos en nuestra última noche allí e hicimos nubes con chocolate mientras nos calentábamos y charlábamos amenamente. Importante decir, que como buen hogar en Finlandia teníamos una sauna eléctrica privada a nuestra disposición.

Puedo decir sin lugar a dudas que se trato de un lugar muy agradable para pasar todas las noches que estuvimos en Levi, aunque debo añadir que la compañía también hizo de esta estancia inolvidable.

 

ACTIVIDADES

A la hora de hacer la reserva del viaje nos ofrecieron incluir una serie de actividades (de las cuales hablare a continuación) a un precio determinado aunque en el caso de no querer hacerlas podías disfrutar de la ciudad de Levi, que en esta época del año estaba llena de gente ya que era la temporada alta para los amantes del esquí.

 

-          PASEO CON RENOS

La primera actividad que realice fue justo a la mañana siguiente de llegar y fue algo obligatorio al estar en Laponia: ver renos y pasear en trineo tirado por ellos por el bosque mientras se disfrutaba de las vistas.

Eran enormes, y aunque se nos dijo que no nos podíamos acercar demasiado a tocarles, resultaron ser unos animales mansos y esplendidos. Tuvimos hasta la oportunidad de practicar con un reno hecho de madera el lanzar con un lazo al estilo del oeste como en las películas de vaqueros.

Aquel día tuvimos mucha suerte ya que el sol nos acompañaba, cosa muy rara en este país, y pudimos ver a todos los renos muy bien en su hábitat natural. Se nos hizo también una pequeña charla en la que se nos conto todo sobre los renos y como los cuidaban, en nuestro caso se trataba de una familia que generación tras generación se dedicaba a ello. Después de darnos unos bollos para comer y un chocolate caliente nos dieron un poco de pienso a cada uno del grupo y pudimos dar de comer a renos pequeños que zampaban encantados la comida que les dábamos con la mano. Fue una mañana preciosa.

Laponia

-          AVENTURA CON LOS HUSKIES

A la mañana siguiente nos dieron la oportunidad a la gente de ir a jugar y pasear en trineo con perros de raza Husky. Yo no pude asistir, pero puedo decir sin duda alguna que fue una experiencia de la cual todos mis compañeros volvieron con sonrisas en sus caras.

 

-          NIGHT SKII CROSSING

En mitad de la noche, subimos en autobús a la cumbre de una montaña con la idea de bajarla en plena oscuridad. Al llegar al pico, se nos entregaron unas raquetas, que los profesionales nos ayudaron a poner ya que es difícil si no se tiene experiencia previa.

A lo largo del paseo que duro unas dos horas, bajamos por la ladera de la montaña que tenía más de un metro de nieve por lo que había que tener muchísimo cuidado y por un bosque de pinos por donde sorprendentemente era más fácil caminar. Al final del trayecto, llegamos a una pequeña cabaña muy acogedora donde nos invitaron a galletas y a zumo caliente (muy típico de la zona).

La idea principal de dicha actividad era la de observar sin contaminación lumínica las auroras boreales en su máximo esplendor. Desafortunadamente, esa noche no pudimos verlas, pero si la noche anterior e incluso más al sur de Laponia, en Kuopio.

Personalmente fue la actividad que menos disfrute. Es una actividad para deportistas y gente con buenos reflejos, y yo siendo tan torpe y teniendo dos pies izquierdos me caía todo el rato, tropezaba con las raquetas e incluso llegue a caerme por la ladera de la montaña que estaba muy escurridiza. Todo esto, más una oscuridad absoluta me puso muy nerviosa, razón por la que no disfrute de la experiencia. Por el contrario, todos mis compañeros la disfrutaron de sobremanera, por lo tanto, aunque no fuera de mi agrado, debo decir que si es algo que se tiene que probar al menos una vez, te invito a probarlo.

-          NORUEGA

En esta excursión de un día completo se nos llevo en autobús hasta el norte de Noruega pasando por la frontera de Suecia, y disfrutando de los paisajes. Esta excusión también incluía la comida de tipo buffet en un restaurante en la carretera donde comimos hambrientos mis compañeros y yo.

Cuando llegamos a las orillas del océano Ártico, las vistas nos dejaron mudos… eran de cuento de hadas. Todas las montañas nevadas, el cielo y el agua de color azul brillante. Toda una preciosidad.

Allí, nos dispusimos a cambiarnos y a adentrarnos en la sauna durante un rato, para después correr como locos y tirarnos al agua congelada. Decir que el agua esta fresquita es quedarme corta. Repetimos el proceso un par más de ocasiones y después de volver a vestirnos y obviamente hacer muchas fotos, pudimos disfrutar una vez más de un chocolate caliente y galletas.

Antes de pisar Finlandia, yo no había entrado en una sauna en mi vida, mientras que mis compañeros de Alemania u Holanda estaban muy acostumbrados. Lo que más disfrutaba yo después de la sauna no era tirarme a la nieve, o ir al agua, si no quedarme quieta sin sentir frio ni calor disfrutando del paisaje y de ver a la gente hacer el loco. Es, con mucha diferencia, uno de los paisajes más bellos que he visto en toda mi vida.

Laponia

 

-          EL ÚLTIMO DÍA

El último día antes de embarcarnos una vez más al autobús y poner camino a Kuopio, se nos ofreció una actividad de visitar el Spa de Levi para relajarnos.

En mi caso, junto con otras cuatro compañeras decidimos ir a tirarnos en trineo por la montaña. Estos trineos los pudimos coger prestados de las cabañas en las que habíamos estado todos estos días. Fue una mañana muy divertida, junto al hotel principal de Levi y las pistas de esquí.

 

Desgraciadamente el viaje se acabo, llegamos a Kuopio de madrugada y fuimos a dormir tranquilamente teniendo en nuestra cabeza uno de los viajes más memorables que todos habíamos vivido. Fue un viaje en el que nuestras amistades se reforzaron, aprendimos a convivir con mucha gente y aprendimos un poquito más sobre este precioso país que se había convertido en nuestro hogar temporal.

 


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