Estrasblog Primera parte: Mi primera semana en Alsacia

¡Hola! Mi nombre es Peter. Soy un estudiante de historia en la Universidad de Leicester que ha decidido formar parte por tercer año del programa Erasmus en la Universidad de Estrasburgo, Francia. En realidad he estado escribiendo este blog durante un par de semanas en otra web, y si estás intrigado por saber mis anteriores reflexiones sobre mi aventura, ¿por qué no te pasas ahora por http://peterstrasblog.tumblr.com/ para saber más? Vamos... ¡sabes que quieres hacerlo!

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Bueno, pensé que podía publicar los artículos pendientes que había escrito mientras que estaba en Estrasburgo aquí... ¡disfruta la Primera parte!

Tras semanas de planificación, preparación y organización mi año Erasmus en el extranjero en la Universidad de Estrasburgo finalmente ha comenzado, y déjame decirte que ¡no ha sido un comienzo fácil!

Puse una alarma a las 4:45 para asegurarme de estar levantado y listo para coger mi tren en Peterborough a las 6:10. Tras una llorosa despedida con la familia mi viaje comenzaba, aún no sabía que las siguientes ocho horas serían de las peores de mi vida.

El sufrimiento empezó principalmente en los escalones de la Gare Du Nord en París. Está claro que el Eurostar saliendo tarde fue un poco irritante, pero eso no era nada comparado con el sentimiento de soledad que tenía aquel día en una de las ciudades más grandes del mundo. Estaba cansado, completamente agobiado, no estaba seguro de a dónde tenía que ir y en general era una presa fácil para que alguien se aprovechara de mi pésima situación. Increíblemente, la cosa empeoró. Después de encontrar la Gare de l'Est al final, descubrí que mis tres enormes maletas no cabían en el compartimento para equipajes, con el resultado de numerosos señores franceses irritados según arrastraba mis cosas a través del vagón. Para todos los que lean esto y estén pensando en ir al extranjero por mucho tiempo, por favor no vayáis solos, no mola nada.

Realmente cuando llegué aquí no fue muy mal: el martes y el miércoles fueron días largos y ajetreados en los que me registré, rellené y descubrí mi horario. En mi opinión, lo más destacable de esos dos días es mi propia metedura de pata. Primero, mientras que me matriculaba en la universidad accidentalmente acabé con la amable señora orientándome con los documentos convencida de que yo era un atleta Olímpico, en vez de solo un deportista ocasional. No me preguntes cómo. En segundo lugar, tuve un colapso absoluto mientras apuntaba mi horario en el departamento de historia, era tanto que a veces, honestamente, no tenía ni idea de lo que la mujer estaba diciendo. Al final acabó todo en orden, pero un trabajo que tal vez en un buen día habría llevado 10 minutos debió tomar cerca de una hora. Fue una tortura peor a que te metan la cabeza en el váter.

El jueves tuve mis primeras clases, las cuales se conformaban por dos horas más de las que tendría normalmente en Leicester durante la semana (seis horas para los que no lo sepan). Divididas en dos módulos de cinco y tres horas, uno relativo a los jesuitas y el otro a la historia de Alsacia, ¡fue un día agotador!

Así que mi primera semana aquí casi ha terminado, y me siento como si hubiera hecho una cantidad razonable de cosas. No solo he hecho lo que pone arriba, también he abierto una cuenta bancaria, ido a tomar algo con estudiantes Erasmus y ¡poco después de escribir esto voy a un viaje en barco! Hasta ahora muy bien, ¡esperemos que mi segunda semana me traiga más emociones!

¡Hasta luego amigos!

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