Mi tour por el Mar Báltico. Tercera parada: Estonia
La última parada de nuestro viaje por los países bálticos fue Estonia. En este país, solo visitamos la capital, Tallín, puesto que no nos salía muy rentable hacer ninguna excursión. Estábamos bastante cansadas, además, ya que realmente nos dimos una buena paliza. Fueron unos días muy intensos, de no parar, ya que recorrerse tres países en autobús durante una semana, es mucha tela. Os acostumbraréis a realizar este tipo de viajes, no os preocupéis.
¡Vamos con el post!
Dónde alojarse
Recomiendo totalmente los hostales de Tallin, pues ya un amigo me habló del Red Emperor Hostel, donde tuvo muy buena experiencia, pero no había disponibilidad en las fechas en las que nosotras fuimos. También me hablaron bien del Welcome Hostel, pero no hubo manera de reservar tampoco.
Reconozco que nosotras fuimos un poco a la locura, pues hasta el último momento no decidimos coger alojamiento (descartad esta opción, chicos). Por suerte, dimos con el mejor hostel en el que pudimos alojarnos, donde el propietario no pudo ser más amable. Me tiré mucho tiempo buscando el nombre del Hostal, pues no me acordaba y no lo encontraba por booking, ni por ninguna parte. Creo que finalmente he dado con él, el Hostel One (no hay muchas fotos, pero creedme, estaba genial). A nosotras nos sorprendió mucho, pues como os he dicho, lo cogimos a última hora, por eso no nos fijamos mucho en las fotos, pues era lo único que quedaba. Además, en la cocina, el señor iba dejando comida para sus huéspedes (pan, noodles, nocilla, mermelada, café, tés, etc.), lo cual era de agradecer.
Igualmente, os recomiendo mucho la experiencia en un Hostel, sobretodo si vais en grupo y podéis permanecer todos en la misma habitación. Al fin y al cabo, los hotels suelen ser la forma más económica de alojarse en una ciudad (quitando el couchsourfing, claro), y puedes conocer gente de otros lugares de forma sencilla.
Qué hacer
El centro histórico de Tallín posibilita un paseo lleno de colores y vida, empezando por la Plaza del Ayuntamiento de esta maravillosa ciudad medieval. En esta plaza recomiendo fijaros en las bonitas fachadas, y sentaros a tomar una cerveza (se admiten refrescos también), en una de sus terrazas. El Edificio del Ayuntamiento tiene origen en el siglo XV, y destaca por su alta torre, a la que es posible subir por un coste de 3€. Os llamará la atención los dragones que salen de su fachada, que se utilizan para que salga el agua en caso de que llueva, lo cual me parece muy original. Justo en frente del Ayuntamiento, podréis ver la farmacia conocida por ser una de las más antiguas del mundo.
Realizamos un free tour en inglés que comenzaba en esta plaza. Creo que no voy a ser capaz de reconstruir el tour tal cual lo hicimos, pues la verdad es que el centro histórico de Tallin es bastante grande, tiene muchas calles que recorrer, bastante parecidas y estrechas, lo que ahora mismo me resulta algo lioso (pero vosotros no os preocupéis, que una vez que estéis allí, está todo muy bien indicado, os hacéis con un buen mapa que señale los sitios más importantes de la ciudad, y listo).
Al centro histórico se accede por la Puerta Viru, constituida por dos enormes torres medievales, que se conservan de la muralla más antigua que se conserva en Tallin. El centro de la ciudad está rodeado por enormes torres y restos de murallas, lo cual le da un toque muy especial. Al entrar por esta puerta, llegaremos directos a la Calle Viru, donde se concentra parte del ambiente de la ciudad. Esta calle nos adentra en el pleno centro histórico de Tallín, llevándonos a la famosa plaza del ayuntamiento mencionada anteriormente.
Ya en la plaza, tenemos muchas opciones. Nosotras la rodeamos, contemplando sus murallas, y subimos sus pequeñas calles, pasando por sus figuras de monjes (algo siniestras), y admirando ese carácter especial que tiene esta ciudad. De las mejores cosas que podéis hacer en esta ciudad es daros una vuelta por la muralla, desde la Nunna Torn o Torre de la Monja hasta la Sauna Torn o Torre de la Sauna, no os arrepentiréis.
Por supuesto, nos paramos al llegar a la Catedral de Alejandro Nevski, la catedral ortodoxa de la ciudad, de estilo ruso que, en mi opinión, es uno de los puntos más bonitos de la ciudad (es Patrimonio de la Humanidad, y bien merecido). Desde la colina situada antes de subir al complejo, podéis contemplar la ciudad, y aprovechar para descansar en el parque.
Posteriormente visitamos la Catedral de Santa María, anteriormente cristiana, hoy en día luterana. Se trata de una iglesia mucho más sencilla, pero que os sorprenderá por su interior, repleto de escudos de las familias nobles, con una decoración bastante bonita de ver.
Otra de las iglesias interesantes para ver, y que destaca por su alta torre, es la Iglesia de San Olaf. La altura de su torre tenía el fin de atraer comerciantes y mercancías. Los nobles de la ciudad querían crear la iglesia más alta del mundo. Alberga una gran leyenda sobre la cual os recomiendo leer.
Anduvimos por el Paseo de Catalina, gran enclave medieval que forma parte del muro del antiguo convento dominico. Este paseo está muy cerquita del Patio de los Maestros, un lugar precioso, decorado con un montón de plantas, al que sin duda, debéis ir.
Nos paramos en la Catedral de San Pedro y San Pablo, una catedral católica de la ciudad pequeñita a la que también podéis acceder y es bastante recomendable, aunque la fachada no os llame mucho la atención. Como siempre digo, muchas veces las apariencias engañan.
Aparte del free tour, nosotras volvimos a recorrer el centro un par de veces, pues de verdad, tiene unas calles que no te querrías perder por nada del mundo. Contemplamos la ciudad desde los diferentes miradores de la colina Toompea, que domina casi todo el centro. Uno de los miradores más increíbles es el Mirador Patkuli, desde el que podréis ver toda la ciudad desde una de sus mejores caras. Subiendo a lo alto, pudimos encontrar la famosa pared con las letras "The Times we Had.". (Tenéis la foto más abajo). He de decir que nos costó un poco encontrarlo, ya que la ciudad, como he dicho más arriba, resulta algo liosa. Pero confío en vosotros. Realmente está lleno de turistas haciéndose fotos, así que acabaréis por encontrarla. (Si no recuerdo mal había que subir las escaleras a la colina desde la Plaza de la Libertad, y enseguida la encontrabas).
También fuimos a una de las playas cercanas, en concreto, a la Playa Pirita, donde pudimos contemplar el Mar Báltico, y nos encontramos, sin comerlo ni beberlo, con los restos de un barco abandonado.
Por un vídeo que había visto una de mis amigas, cerca de la Playa, nos acercamos al Barrio Hipster de la ciudad, Kalamaja, aunque al final tampoco era para tanto. Supongo que dependiendo de la época del año (o a lo mejor lo que vio del vídeo se encontraba en otra parte que no vimos), se realizarán ciertas actividades que le darán un rollo más personal al barrio en cuestión, pero además de un par de pintadas, y puestos de comida en la calle, no había mucho más. Igualmente, yo os lo comento.
Posibles excursiones
Aunque nosotras ya no tuvimos tiempo para visitar nada más fuera de la capital, Estonia tiene mucho más que ver. Por amigos y conocidos, os nombraré algunos de los sitios a los que la gente suele ir más cuando visitan Tallín.
Una posible excursión sería el Parque Nacional de Lahemaa, localizado aproximadamente a una hora de Tallín, donde podréis disfrutar de muchos enclaves natuarales muy bonitos.
Pero las excursiones más populares requieren más de un día, como la excursión de la Isla de Saarema, la isla más grande del país, situada al oeste del mismo. Otro lugar muy recurrente al que ir desde Tallín es Helsinki, capital de Finlandia, ya que desde el puerto salen barcos que te llevan directamente.
Recomendaciones
Sin duda en Tallín es donde más frío pasamos. Estonia es el país que más al norte de los tres que visitamos en este tour, y su capital, además, se encuentra pegada al mar, por lo que se notaba mucho la diferencia de temperatura. Así que no dudéis en llevaros ropa de abrigo. Lo mejor es vestir a capas, pues en los sitios cerrados hacía bastante calor.
En cuanto al calzado, es importante llevar algo que os sea cómodo de utilizar, ya que gran parte de las calles están hechas a base de piedras desiguales, por lo que la caminata puede resultar algo tedioso si lleváis algo incómodo.
Hay un bar llamado Olde Hansa, situado al final de la calle Viru, antes de llegar a la Plaza del Ayuntamiento. Este bar está ambientado en el medievo, y recomiendo muchísimo ir, aunque sea, a probar sus originales cervezas. El precio no era muy elevado para ser un bar tan original, y realmente es curioso de visitar. La ambientación abarca la decoración del local, iluminado únicamente por velas; el vestuario de los camareros; la carta y la vajilla; y hasta los baños.
Espero que os hayan gustado mis posts sobre mi tour por el Mar Báltico, pues aquí finaliza esta serie. ¡Hasta el próximo post!
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