No es más rico el que menos tiene, sino el que menos necesita

Este lema es el que se está oyendo en los anuncios de Ikea de España, la marca de muebles sueca basada en su fórmula ahorro con precios baratos. Y yo creo que esta frase podría resumir perfectamente mi Erasmus en Suecia. No necesitas ser millonario para disfrutar de los placeres de la vida, esos pequeños placeres que tanto gustaban a la parisina Amelie. Y digo esto porque no hay mejores cenas que las que llenan tu cocina de amigos Erasmus, mejores fiestas que las de un pasillo de una residencia de Estudiantes, mejor abrigo cálido que el del abrazo de un amigo...

Es cierto que necesitas algo de dinero para irte de Erasmus, pero esta experiencia también me ha hecho sobrevivir días con menos de un euro. Porque al fin y al cabo esto es una gran comunidad, como la de este blog, un gran grupo de gente que siente como tú y que no va a permitir que lo pases mal. Esto sí que es una verdadera República Independiente.