La carrera por la Söders

Ahora tocaba llegar a tiempo. Aterrizamos como a las 3 de la tarde y sin saber cómo teníamos que llegar a la universidad antes de las 5 con todas las maletas para conseguir las llaves del alojamiento. Como “Qué apostamos” en sus mejores tiempos nos pusimos manos a la obra y… CONSEGUIDO! Antes de que el edificio de atención a estudiantes internacionales (Kompassen, ) cerrase estábamos allí. ¿Cómo lo hicimos? Lo primero optamos por la opción más rápida para salir del aeropuerto, coger el Arlanda Express. No es la forma más económica pero sí la más rápida, ya os hablaré de cómo llegar a Estocolmo por poco dinero, e incluso gratis. Después no nos entendíamos con la gente. Nuestro destino era la estación de cercanías de Fleminsgberg station y allí nadie entendía nuestra pronunciación. Gracias a un venezolano que nos ayudó y conseguimos saber qué línea tomar. Al fina, como os he dicho, llegamos. Un largo y duro camino, pero lo hicimos. Son momentos que vale la pena recordar, seguro que todos los erasmus han vivido algo parecido en sus inicios.