El naninglis

Como os he contado, he tenido visita este fin de semana y ha sido un noparar de reir. Pero el tema más tratado y de lo que más se han quejado ha sido, sin duda, del frío. No han parado de decir que en Estocolmo hacía un frío insoportable, que si lo hubieran sabido se hubieran traido la ropa de nieve. y es que entono el mea culpa, a los pobres les mandé un correo diciéndoles que esto no era el polo norte. Y dicen que efectivamente no lo era, pero que son primos hermanos. Lo cierto es que me confié la semana pasada que vi el sol y claro, aquí ya se sabe como es el famoso deshielo. Pero otra anécdota que contar es el naninglis. Tengo que felicitar a mi amigo Peluso, que si no es por él no salen del aeropuerto. No maneja muy bien el inglés pero sabe a la perfección el naninglis. Él fue el que preguntó a unos guardias cómo coger el autobús a Estocolmo. Eso sí, como bien dice él, no podía estar a las dos cosas, a la pregunta y a la respuesta. Con esto quiero decir que teniendo alguna noción básica de naninglis, no hay fronteras.