De universidades y universitarios...

La universidad americana es otra cosa. Es decir, la cultura de la universidad americana no se parece a ninguna otra cultura universitaria. Las universidades más viejas pueden estar en Europa o Asia o donde sea, pero América las revolucionó, como muchas otras cosas.

Ya se los comentaba en alguna otra entrada, pero en Estados Unidos, muchas ciudades y pueblos son reconocidos únicamente por las universidades que los representan: Chapell Hill, en NC, por poner un ejemplo. El concepto de Ciudad Universitaria es distinto al de Europa. En Europa, una ciudad universitaria, como Oxford o Cambridge, se refiere a que la vida de la ciudad gira en torno a la universidad; la universidad es la principal fuente de empleos, de actividades, y todo lo demás. En Estados Unidos, las universidades son en sí mismas, las ciudades; los Campus son tan grandes y tan bien abastecidos, que son ellos mismos una especie de ciudad. Podrías pasar meses dentro del campus sin necesidad de salir.

Mi hermana acaba de empezar en Campbell University, queda a una media hora de Raleigh, la capital de NC.  El pueblo se llama Buies Creek, y queda tan lejos de todo, que al principio estaba muy preocupada de que tuviera una emergencia y, como no tiene carro, no pudiera resolver. Pero resulta que en la universidad hay Starbucks –por supuesto- hay farmacia, hay dos pequeños mercados, hay sitios de comida… y ofrecen un servicio de transporte los fines de semana para ir al Walmart que queda cerca, pero fuera del Campus. Y eta universidad es MUY pequeña comparada con otras más conocidas y caras. Ahora, las instalaciones son una cosa que no difiere mucho de universidades grandes en otros partes del mundo. Lo que de verdad caracteriza la cultura universitaria americana, para mí, es la liga deportiva universitaria.

Mi hermana consiguió una beca completa en tenis de campo, y puedo decirles con total seguridad, que es una locura lo que este país invierte en el deporte universitario. La beca completa cubre matrícula, alojamiento, comida, y la de mi hermana incluye unos “Cammel Bucks” que son como crédito en su tarjeta universitaria para que consuma en cualquiera de los establecimientos que están dentro del Campus. Además de eso, el equipo de tenis tiene presupuestado, por supuesto, cubrirles absolutamente todos los gastos en todos los torneos, y hay un torneo todas las semanas. Campbell University ofrece ocho becas completas para el tenis femenino… imaginen la cantidad de atletas que puede haber en esta universidad: soccer, futbol americano, lucha libre, golf, tenis, natación, volleyball, basketball… ¡femenino y masculino! ¿Cuántos dólares puede ser un año de temporada considerando todo eso? Y lo que es más increíble, es que la mayoría de estas becas se las llevan estudiantes internacionales. Es curioso también que es super difícil conseguir becas académicas, pero los deportistas, que a veces son los que menos quisieran estar en aulas sino pasar toso su tiempo en las canchas, son los que consiguen las mejores becas... sin pagar un centavo. Y, amigos, si no tienes una beca, estudiar aquí es casi imposible... la gente toma préstamos universitarios y terminan con deudas de más de 20 mil dólares! 

El equipo de mi hermana está casi totalmente formado por extranjeros, sólo hay una americana –que, por cierto, es la única que no tiene beca-. La mayoría de las niñas son europeas y, casi todas, quieren volver a sus países luego de terminar sus cuatro años de estudios. Esto es interesante, porque les encanta Estados Unidos, siempre y cuando estén dentro de la universidad, estudiando, compitiendo… y todo eso gratis, pero en el momento en el que se gradúan y se enfrentan a la perspectiva de formar una vida en Estados Unidos, salen huyendo de vuelta a Europa. Y es que muchos europeos no se ven viviendo en este país, igual que los americanos ven Europa como el paraíso vacacional, la tierra de encanto, muy bonita para verla un rato, pero no para vivir allí. Será que somos sólo los latinos los que vamos de país en país, adaptándonos y adaptándolos a nosotros. Curioso.

El punto es que estos atletas universitarios europeos me dijeron que dejaron su querida Francia, o su lejana Suecia, porque querían seguir jugando tenis, y no sólo jugando sino jugándolo a un alto nivel competitivo, y además, querían que les pagaran la universidad, por supuesto. Mientras que en la mayoría de los países del mundo, los jóvenes atletas se enfrentan ante la decisión de seguir compitiendo y arriesgar una carrera y un sustento seguro, o entrar a la universidad y abandonar sus sueños de convertirse en el próximo Roger Federer, mientras que en la mayoría de los países es así… En Estados Unidos, entrar a competir en una división I es un trampolín, una manera de seguir jugando a un alto nivel, cuando todavía no tienes la capacidad –o el dinero- para empezar a jugar en los circuitos pro.

El deporte universitario es televisado. Cada estado tiene un canal donde pasan os juegos de basket, baseball, fútbol americano… los deportes más importantes. Es tan seria esta cuestión que tienen toda una institución para regularlo y se llama –ta, ta, tan!- NCAA. Conseguir la aprobación de la NCAA es más difícil que conseguir la visa para entrar a Estados Unidos para un venezolano o un turco. Primero, la NCAA tiene que verificarte en cuanto al aspecto académico y en cuanto al aspecto deportivo: tienen que comprobar que de verdad eres un estudiante recién graduado y que nunca has jugado a nivel profesional –porque si no hicieran eso, las universidades de Estados Unidos estarían contratando profesionales de poco nivel para ganar las conferencias y los nacionales-. En el caso de mi hermana, que ha recibido muchos patrocinios –sin los cuales nunca habría podido jugar tenis, porque mi familia no podía permitírselo- fue un proceso muy difícil comprobar que las ayudas que había recibido no la hacían profesional. Fue un proceso de envío de papeles, entrevistas, contestas emails, que duró aproximadamente nueve meses. De hecho, mi hermana ya tenía una semana estudiando en la universidad, y la NCAA no la había certificado, y sin esa certificación, no puedes empezar a disfrutar los beneficios de la beca deportiva, así que pueden imaginarse la preocupación de todos los involucrados.

Y la NCAA tiene que ser así, porque están literalmente cubriendo cuatro años de la vida de muchísimos jóvenes, es una industria que maneja mucho dinero.

Por otro lado, la manera en que se viven los juegos universitarios es parecido a como los hinchas viven los juegos de sus equipos. Banderas, camisas, trompetas… los estudiantes se van armados para apoyar a su universidad. De hecho, los juegos de soccer y fútbol americano son muchas veces la actividad social de los fines de semana, debido a que muchas de las universidades están muy aisladas de las ciudades como para salir de fiesta.

Otra cuestión que es interesante, es que las mejores universidades para los atletas, pocas veces son las más reconocidas o las mejores académicamente hablando. Por ejemplo, la NYU es una universidad división III, es decir, ni siquiera ofrecen becas deportivas a los atletas. Entrar a una universidad de la Ivy League basado puramente en tu destreza deportiva sería imposible. Entonces es muy fácil reconocer una marcada división en los estilos de vidas universitarias: mientras que las universidades del noreste de los estados unidos son todas las famosas que conocemos: Yale, Harvard, NYU, Princeton… no son realmente famosas por sus atletas –aunque Blake es egresado de Harvard y logró estar en el top ten del tenis masculino profesional-, estas universidades son elitistas, cultas… y se encuentran normalmente en ciudades grandes, donde el arte y la cultura juegan un papel importante en la vida universitaria: los estudiantes tienen vida social más allá del campus, de hecho, normalmente la ciudad –NY, Boston, LA- es un factor determinante en la estructuración de cada Campus. Por otro lado, tenemos estas universidades de las que nunca has oído, casi todas en pueblos desconocidos de Florida o Texas, o en ciudades no tan famosas ni desarrolladas… estas universidades son famosísimas aquí por los atletas que han salido de sus campus y el nivel deportivo es altísimo, casi profesional; además, como la ciudad, en sí misma, no es protagonista, la vida social se desarrolla, como les dije, en el terreno universitario.

Sea como sea, estudies en Harvard y seas parte del club de periodismo… o que vayas a la University of Florida, y seas la estrellas del equipo de Fútbol Americano… es una experiencia incomparable –tal vez por eso son tan, tan caras las universidades en este país-. Por más minúscula que se ala universidad, probablemente tiene un campus y una organización de ensueño. Al César lo que es del César, debo decirlo, en cuanto a cultura universitaria, es difícil ganarle a la tierra de las oportunidades.

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