¿Somos racistas los españoles?

¿Cómo es posible que me pueda llegar a preguntar si somos racistas los españoles?

A estas alturas, en 2014 que estamos, y uno incluso se cuestiona si somos o no racistas los que hemos nacido en este país llamado España. Pero lejos de prejuicios y confusiones estúpidas, si uno se lo pregunta es porque quizás haya alguien dispuesto a viajar a España y preguntárselo también; por lo que es mi deber solucionar esta duda por si cualquiera que se venga no está muy informado o simplemente quiere aumentar sus conocimientos de la materia.

Lo primero de todo sería definir la palabra racismo como suelo hacer habitualmente, para que quede claro desde primer término de qué estoy hablando. Así, la RAE dice que racismo es: “Exacerbación del sentido racial de un grupo étnico, especialmente cuando convive con otro u otros.”

¿Qué nos quiere decir la RAE?

Pues si lo completamos con la acepción número 2: “Doctrina antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior”; ya nos damos cuenta de que se viene a referir con la palabra racismo, a todo aquel comportamiento que de naturaleza exagerada (de ahí saco lo de exacerbado que significa exagerado), siente por un su grupo étnico un sentimiento fuera de lo normal, tendiendo debido a ello a creer en inferiores a las demás etnias y culturas.

Cuando hablamos de racismo hablamos solo de este sentimiento por el hecho de tener alguien una raza que es distinta a la nuestra, sin meternos en religión, apariencia o cualesquiera otras características del ser humano en cuestión; del que podamos discriminar o ser discriminados.

¿Qué razas podemos llegar a encontrar en España?

Pues lógico que todas, desde la aria como podemos llamar a la nuestra a pesar de que no nos parezcamos en mucho a los alemanes, suecos, finlandeses y todos ello con ellos sí, una verdadera razia aria; los negros, los musulmanes, los “chinos” donde meteríamos a todos los asiáticos con la cosa común de el rasgado de ojos y por supuesto los sudamericanos que no son del todo negros, pero que sí son una mezcla entre blancos y sus antiguas etnias negras.

Podemos encontrar de todo en España, pero claramente con una diferencia en número que hace que el grupo en sí no es que sea muy homogéneo; de hecho no es nada homogéneo para ser más exactos. No yéndome la cabeza, y averiguando los datos de las principales referencias del país, podría anticipar que en torno al 80% de los que viven en España son de etnia blanca; teniendo un 10% de rumanos o gitanos (metiendo a ambos en el mismo saco por sus parecidos notables e incluso procedencia a veces) y luego en torno a un 7% a musulmanes sobre todo marroquíes y ya el otro 3% serían negros con asiáticos, si bien ganarían a día de hoy los negros por un poco (poco a poco con eso del capitalismo chino, cada día son más los que vienen).

¿Qué se puede sacar en conclusión de todos esos números proporcionados?

Pues que España sigue en ese estado temporal en el que la nacionalidad está muy marcada con el color blanco de sus principales ciudadanos y por ello es normal que haya un sentimiento de racismo en la profundidad más o menos interiorizado (si bien unido a un gran respeto por las partes). Porque que nadie se imagine lo contrario, España tiene una sociedad totalmente respetuosa en este sentido; y cuando digo totalmente, vengo a comunicar que no hay ningún problema por el hecho de ser de una raza u otra en cuanto a los principales derechos que tenemos los seres humanos, como es la vida, la libertad, la igualdad y demás, relacionados todos ello con el de poseer una vivienda, educación, sanidad, etc y que por supuesto pueden gozar sin mayores problemas ni críticas.

Pero claro, todo ello cambia cuando uno habla de cierto porcentaje de población, que lejos de ser mayoría, siemrpe será una minoría sonora que no nos gusta al conjunto de los españoles y que debería ser silenciada por todos los que respetamos y queremos que España sea un país global y libre, con una gran tolerancia por todas las personas del mundo.

Y es que no tiene sentido lo contrario cuando siempre hemos sido nosotros de los países que hemos estado a la cabeza en cuando a emigración, llámese a Argentina hace unas décadas o ahora incluso a Alemania y otros tantos. En los tiempos malos, nunca nos hemos replanteado el quedarnos si podíamos tener una vida mejor, y debemos alegrarnos de que esa via mejor haya llegado a nuestro país y no estemos sufriendo tanto como otros países del globo terráqueo.

España, para bien o para mal es ahora mismo la decimotercera potencia económica y ello debería significar una lógica mayor inmigración que emigración; es decir, que cada año fueran más los que vienen que los que se van; cosa que había ido pasando desde los 80, solo parado por esta crisis que en los últimos años ha ido bajando el número de extranjeros en España de algo más de seis millones, a poco más de cinco.

Como esto se va desarrollando con buen ritmo y puedo hablar mucho más del tema, dejaremos que no se alargue la cosa y sigamos en el siguiente artículo.

Continuará.....

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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