Segunda receta: filloas... ¡Con los mejores toppings!
¡Hola a todos un día más! En la entrada de hoy os voy a enseñar la receta de un postre típico de Galicia, las filloas. Esta receta es la segunda que publico en el blog, ¡aplausos!
Aprovecho la entrada de hoy para comentaros que me está alegrando la buena acogida que está teniendo todo lo que comparto… El post sobre los diferentes restaurantes en Bueu ha alcanzado las 1300 visitas, impensable para mí. Esto me anima a seguir escribiendo para vosotros sobre lugares interesantes o como hoy: recetas de cocina. ¡Empezamos!
Si de mi mano estuviera elaborar un ranking de postres gallegos, sin dudarlo las filloas en el puesto número uno. Es el mejor postre que uno/a puede probar en Galicia, sobre todo en época de carnaval, “entroido” en gallego. Ni orejas, ni chulas (postres de los que quizá hablaré más adelante), ni nada, las filloas. Me he estado informando y por lo visto, la palabra filloa viene de la palabra “phyllon”, del griego, y esta significa “lámina”. Tiene sentido, ya que la filloa es como una “plancha” donde se pueden untar diferentes ingredientes.
Una filloa no es lo mismo que una crêpe.
A ver, no es lo mismo pero es parecido. La crêpe, de origen francés, es muchísimo más gorda que la filloa. Si te tomas dos crêpes, estás llenísimo. En cambio, tendrías que tomarte unas diez filloas para alcanzar el mismo nivel de saciedad. Además de esta diferencia, las filloas suelen tomarse solas (en teoría, yo me salto esta norma) y las crêpes son una masa ya hecha para envolver diferentes ingredientes (quizá por esto son tan gruesas, ¿no?).
Pero bueno, al lío. Cuando yo era pequeña y era carnaval, siempre teníamos que llevar un postre al colegio para celebrar esta fiesta de disfraces. En aquel entonces, mi madre las cocinaba para mí y ahora, soy yo quien las prepara para mi hermana pequeña. Receta que pasa de generación en generación. Aquí os dejo la receta tan sencilla: cómo preparar filloas.
Lo primero a tener en cuenta son los ingredientes (aquí, descubriendo la pólvora):
- 500 de leche.
- 2 huevos.
- 400gr de harina.
- Y un pellizco de sal.
Así de sencillo.
El primer paso (yo cocino con Thermomix porque me parece ultra fácil), es verter todos los ingredientes en vuestro bol (Thermomix, en mi caso) y batir todo con fuerza hasta que no quede ningún grumito, tiene que quedar una masa completamente homogénea. Si es así, seguid batiendo hasta el final de los tiempos. Los grumos hacen que la filloa no quede del todo bien en la sartén.
¡Vaya! No hay segundo paso. Ahora solo nos queda esperar porque tenemos que dejar reposar la masa que hemos batido. Yo la dejo reposar una media hora, a ojo.
Cuando ya la tenemos, ponemos la sartén a calentar y con un chorrito de aceite (o mantequilla para engrasar), echamos la primera filloa. Es cierto lo que dicen que la primera siempre sale mal. Yo lo corroboro. Recordad que cuando echéis la masa en la sartén, tenéis que esparcirla bien porque una filloa es fina y no queremos que se convierta en una crêpe. Por lo general, la filloa no tarda en hacerse, un minuto es suficiente para que se ponga coloradita. Después, le damos la vuelta y solo tenemos que esperar un minuto más. Y así hasta que se acabe la masa… Ahora ya podéis servir las filloas en la mesa y hacer disfrutar al paladar.
Por si a alguien le interesa hacer unas “filloas” healthy, más sanas, siempre se puede intercambiar la harina por avena. Es decir, trituráis la avena hasta que quede como la apariencia de la harina y la sustituís por la harina. Es el mismo proceso pero con este ingrediente diferente. Los fines de semana, cuando tengo tiempo, suelo hacerlas para desayunar al más estilo estadounidense, en plan tortitas.
Este postre me gusta tanto que en Aberystwyth lo preparé unas cuantas veces. Lydia y yo nos poníamos manos a la obra. Fue ella quien me enseñó que en alemán se dice “Pfannkuchen”, aunque se refiere más a la crêpe o a los míticos pancakes que a las filloas en sí. Como se dice en Galicia “mesma merda con distinto cheiro”.
Ahora viene la mejor parte, la más divertida: ¿qué toppings añadirle a las filloas?
Un topping es un condimento que se le echa al plato principal, por decirlo de alguna forma. Como cuando le echas cereales al yogur o cuando vas al “Smöoy” y pides galleta holandesa con fresas. Pues así.
Mis toppings preferidos son sin duda alguna la fruta. Me encanta la fruta, ya lo sabéis. Para mí, las frutas que mejor le van son las típicas frutas del bosque como frambuesa, arándanos o fresas.Sobre todo las fresas. Hubo una vez que las probé con kiwi y no me gustaron mucho, no pegan bien los sabores. Después, también las he probado con plátano pero solo me convencían si también le añadía miel. No sé, yo os doy idea. En otro intento de poner a prueba a mi paladar, espolvoreé con canela la filloa y bf, ¡NO! Error total. Amo la canela, pero desentonaba totalmente con este postre. Lo que también podéis echarle es el jugo de la naranja. Partís una naranja a la mitad y la exprimís con la mano mientras la esparcís por encima de las filloas. Puntazo.
Después de la fruta, vienen los toppings como el chocolate. Lo primero que probé fue a espolvorear con Nesquik y me encantó, pero sin duda el topping estrella de esta sección es la nutella. Se derretía cuando la filloa todavía estaba caliente y bf, de lujo. Manjar de los dioses. También las he probado con crema pastelera o nata y están muy ricas, pero no es lo que prefiero. Para mí la combinación perfecta era fresas con nutella. Perfecta combinación de sabores.
Ah, también hay una receta llamada "tarta de filloas". Se colocan todas las filloas, unas encima de otras, y entre capa y capa se añade chocolate o crema pastelera. Por si un día andáis escasos de calorías.
Y ya para terminar, como curiosidad, existen las llamadas filloas de sangre. Sí, sangre. Las filloas no solo son típicas en la época de carnaval, sino también en la temporada de matanzas. Así que, ya os imagináis, se recoge la sangre y... ¡voilá! Nunca las he probado, pero creo que su sabor no me llama la atención.
¡Y esto ha sido todo por hoy! Espero que os haya gustado esta sencillísima receta (propia de un estudiante Erasmus para desayunar, por ejemplo). A mí me ha entrado el hambre, no sé a vosotros. Compartid, dadle a ‘me gusta’ y un largo etcétera. Mañana nos vemos otra vez, ya lo sabéis.
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Comentarios (3 comentarios)
José Albino López Cuesta hace 8 años
Riquísimas las filloas. Todo un arte hacerlas bien, lástima que yo no lo tenga.
José Ramón Núñez Iraola hace 8 años
A mi me gustan las filloas tal cual, sin toppings. Aunque tal y como las presenta Claudia, a lo mejor cambio de oipinión.
Fátima chamadoira hace 8 años
A mí finas y secas, con un poquito de azúcar. Ricas, ricas, ricas.