Rodrigo Díaz de Vivar: El Cid, defendiendo a los moros

Como iba comentando en el anterior artículo sobre el Cid, tras haberse pasado durante unos años al bando de los taifas de Zaragoza; el destino lo pondría de nuevo junto con los cristianos gracias al jefe de los almorávides, Yusuuf y a su valiente propuesta en pos de la victoria sobre las inmediaciones religiosas de sus alrededores.

La clave estaba en que Alnfonso VI, sabiendo que el Cid se encontraba lejos de las tierras en esos momentos; se acercaría por allí a conquistarla, pero cuando llega Yusuuf y le hace retroceder; termina muriendo el actual rey de zaragoza que se encontraba en esos momentos y es entonces cuando Alfonso VI gracias a su convencimiento y poder económico, convence a el Cid para volver a sus órdenes.

Tras ello y un ataque a Valencia asombroso que ya conté en el último artículo, el Cid, listo como nadie pero también con un amor al dinero que nadie puede saber con certeza hasta donde podía llegar; hizo cobrar más impuestos de la cuenta a los reinos de taifas que se encontraban a su alrededor, y por ello, Alfonso VI no se terminaba de fiar de él.

El Cid había dispuesto de numerosos guerreros a sus espaldas que le cubrirían hasta la muerte y con ello, en sus maravillosas fortalezas; el Cid aguantaría hasta que pudiera. Tarde o temprano tenía que pasar, y vinieron muchas veces los moros en búsqueda del Cid para recuperar el territorio perdido; pero siempre sería el campeador el vencedor y con ello daba tranquilidad al reino de los cristianos.

La duda que siempre quedaba era si el Cid luchaba porque verdaderamente tenía sentimientos claros hacia sus territorios aunque fuesen cristianos, moros o del país que fueran; o simplemente luchaba por luchar, porque era lo que se le daba bien y se tenía que ganar la vida de alguna manera. Son los llamados mercenarios y lo cierto es que nadie se pone de acuerdo con ello. Los autores extranjeros se quedan con esta última variante; si bien los más españoles defienden también la gran nacionalidad del Cid en pos de defender los reinos cristianos hasta último término, aunque tuviera épocas no tan español junto con el rey de Zaragoza. Ese tema lo tocaré como conclusuión en el último artículo que suba del Cid. Así que con todo ello, ahora me preguntaba mientras hacía este artículo:

¿Seguiría ampliando territorios o simplemente defendiendo lo que ya disponía?

Pues lo cierto es que el Cid tenía una ambición muy lejos de lo normal y por ello no tardó en replantearse el conquistar otras tierras. Se bajó hacia Murcia, conquistando la localidad de Aledo, y con ello quería cobrar mayores impuestos a las zonas de Murcia (ciudad), Granada y Sevilla, con la amenaza de que las saquearía si no se cumple lo que pide. Pero era un llamamiento claro para que de nuevo el lider de los almorávides, Yusuuf, se enfadara y viniera con todos sus hombres fuertes africanos de nuevo a parar ese ataque del este de España. Sitió esa localidad de Aledo en el verano de 1088, y rápidamente fue Alfonso VI el que vino con sus guerreros a rescaatr la fortaleza, ordenando a Rodrigo que le ayudara por otro frente, por el oeste.

Pero no se sabe con seguridad qué pasaría más adelante con aquella batalla, porque en lugar de reunirse ambos en la batalla y apoyarse mutuamente, el Cid tiraría de ataque hacia la ciudad de Murcia y fue el rey de los cristianos Alfonso VI, el que solo con el apoyo de las fuerzas de Rodrigo defendiera Aledo de manera infructuosa. Ello conllevó el de nuevo destierro del Cid, aplicando una expropiación de bienes que solo se llevaba a cabo con traidores. Desde entonces el Cid dejói de escuchar a Alfonso VI, creando su propio estado independiente definitivo en Valencia y yendo hacia el sur por todo la parte este del levante español para aumentar su fama, poder, dinero y temeridad.

¿Qué haría desde entonces el Cid como nuevo autodidacta?

Y como ahora se pone la cosa realmente interesante con la anterior pregunta, es momento de que aquellos que siguen la historia tengan un poco de paciencia y continúen con la apasionante historia en el siguiente capítulo.

Continuará....

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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