La vuelta al mundo en 59 días. Séptima parte: Lo último de Sevilla

La vuelta al mundo en 59 días. Séptima parte: Lo último de Sevilla

¡Hola a todas y todos! Yo de Sevilla  podría hablarles toda la vida, pero por razones prácticas me parece más prudente terminarlo todo aquí, para seguir contándoles sobre mi aventura alrededor del mundo en las siguientes entradas. Ya en las entradas anteriores les hablé sobre el sueño que me llevó a visitar Sevilla y sobre los primeros lugares que visité en Sevilla,  por lo que ahora, para terminar de contar esta aventura y poder continuar con el viaje intercontinental, les hablaré sobre lo último de Sevilla que recorrí y que cualquiera que visite la ciudad debería recorrer también.

Comencemos...

Otros lugares sevillanos

Sevilla es una ciudad con tanta historia, tanta cultura, tantos monumentos y tantas atracciones que ningún turista podría recorrerlo todo en un día, y ni siquiera en dos. En esta sección les hablaré rápidamente de los lugares que hay que visitar además de los que ya mencioné en otras entradas. Mis descripciones serán bastante breves, pero irán acompañadas de fotografías para que no tengan que imaginar demasiado y más bien se den una idea de cómo es cada lugar según lo que vean en la foto.

La torre del oro es una de las torres de vigilancia establecidas a orillas del Río Guadalquivir para la protección de las navieras comerciales que se dirigían desde el océano a la ciudad. Es un lugar con mucha historia, pero para no explayarme mucho en esto, simplemente les cuento que fue construida por los árabes que habitaban la ciudad en el siglo XIII. Se puede subir a la torre, yo no lo hice, así que no sé cuánto cueste ni qué tanto se pueda ver desde ahí, pero me imagino que la vista del río y de los monumentos cercanos es muy bonita desde ahí. Aquí está la foto:

Puente del Triana (también lo pueden encontrar en los mapas con su nombre oficial de Puente de Isabel II) es uno de los puentes más importantes que atraviesan el Guadalquivir y conectan un lado de la ciudad con el otro. Me dijeron que ver los atardeceres desde este puente es una de las cosas que se deben hacer en esta ciudad, pero desafortunadamente lo supe cuando era mi última noche y ya no me quedaba ningún atardecer que ver en Sevilla. Si ustedes tienen la oportunidad, vayan a admirar el atardecer desde ahí y me cuentan qué tal está. Lamentablemente me estoy dando cuenta de que no le tomé foto al puente, que es muy bonito, pero si tomé unas cuantas fotos desde el puente, así que es lo que les comparto:

Lo que hay del otro lado del río es el barrio de Triana, por el cual el puente recibe ese nombre popularmente. Es uno de los barrios más famosos de la ciudad, según leí en blogs esto se debe a que es una zona de mucha tradición y también a que cuenta con muchos lugares para ir a “tapear”. Lo poco que pude recorrer de este barrio no me pareció muy típico, porque solo vi negocios, precisamente para tapear y tomarse una cerveza, pero seguramente hubiera encontrado más cosas si me hubiera adentrado más en el barrio. Como sea, les dejo una de las fotos que tomé:

Desde luego que otro lugar muy importante de la ciudad es la catedral y si no les he hablado mucho de ella es porque no entré (porque siempre me ha parecido muy absurdo tener que pagar para entrar a una iglesia, y la Catedral de Sevilla no fue la excepción a mi desacuerdo) y tampoco subí a su torre conocida como la Giralda. Lo que sé de la catedral, para quienes tengan curiosidad sobre si entrar o no, es que dentro contiene los restos del descubridor de América, así es, nadie más y nadie menos que Cristóbal Colón está enterrado ahí. Otro dato que les puedo dar es que la Catedral en realidad no es un edificio que haya sido construido como templo cristiano, sino que inicialmente era una mezquita que los católicos después se apropiaron para volverlo templo de su religión. De cualquier manera, les dejo una foto de la famosa Giralda:

¡Lo olvidaba! Les tengo otro dato curioso de la catedral, y es este: en su fachada conserva graffitis de hace muchos muchos años, de cuando los estudiantes de la universidad grababan sus nombres en las paredes de la catedral para anunciar que se habían graduado. Al menos esa es la historia que un guía me contó a mí. Y aquí está la prueba de que en verdad había unos graffitis en la catedral:

También deben de visitar la Universidad de Sevilla, yo visité la Facultad de Letras, ubicada cerca de la Plaza de España, y me llevé una grata sorpresa, pues el edificio es muy muy bonito. Creo que también lleva el nombre de Casa del Tabaco, o algo similar, y pueden encontrarla en el mapa con cualquiera de los dos nombres. Aquí les dejo una foto de su patio:

La judería es el barrio que rodea al Real Alcázar, y es uno de los más bonitos y agradables para pasear. Tiene casas y hoteles cuyas construcciones son muy lindas, y también hay varios restaurantes y tiendas de souvenirs, sin mencionar las bellas placitas que tiene medio escondidas entre sus laberínticas calles. Aquí hay una foto para ustedes:

Finalmente, otro de los monumentos históricos más importantes de la ciudad es el Archivo General de Indias, el cual se puede visitar sin necesidad de ser investigador o investigadora y sin ningún costo. Dentro, en la planta baja, hay una exposición de la historia del archivo, y en la planta alta está ya el archivo con los muchos importantes documentos relacionados con la conquista de América y los sucesos y transacciones más importantes del periodo colonial. Aquí les comparto una foto del archivo:

Otro lugar que suele estar en las listas de lugares por visitar en Sevilla es la plaza de toros (ni siquiera se la pongo en negritas porque no me parece importante), pero yo ni fui ni pienso ir nunca por motivos más que nada ideológicos. Solo se los menciono por si es de su interés.

Ir de fiesta en Sevilla

Finalmente, lo último que les quiero contar un poco sobre mi aventura en Sevilla es sobre mi última noche en esta ciudad, en la cual me fui a bailar con unos amigos y una amiga que hice en mi hostal. Pues bien, a estas personas las conocí un día antes de dejar Sevilla en la terraza del hostal, y fue ahí que empezamos a platicar, a llevarnos bien, y a decidir irnos de fiesta y así conocer la vida nocturna de la ciudad. La chica de la recepción del hostal nos sugirió que fuéramos a los bares que hay junto al río, cerca de la torre del Oro. Nos dijo que ahí la entrada era gratuita, no había código de vestimenta requerido y había buen ambiente.

Después de probar las bebidas típicas de la ciudad (vino de naranja y vino de pasa) en un bar muy agradable afuera del hostal, nos fuimos al lugar que nos indicó la señorita y fue así como confirmamos todo lo que nos dijo. Era verdad que había mucho ambiente, pues los españoles y las españolas son unos verdaderos expertos y expertas en eso de echar fiesta. Bailamos y nos divertimos mucho toda la noche, y fue así como acompañada de otro mexicano, dos marroquíes, una francesa, un austriaco, un gringo y un argentino, pasé mi última noche en Sevilla y me despedí de una gran manera de esta belleza de ciudad.

Despedida de Madrid

Y hablando de despedidas, también tuve que despedirme de Madrid, y de mis queridas amigas madrileñas, y el  lugar adonde fuimos en mi última tarde en el continente fue un monumento que yo no había podido conocer en mi primera visita a Madrid y que realmente es de los más bonitos de la ciudad: el templo de Debod. Les recomiendo, si pueden, ir a ver el atardecer ahí. Y aquí está la última foto que tomé en Madrid:

Despedida de Europa

Aquí acaba la parte europea de mi viaje, que duró mes y medio y fue por tanto la mayoría del viaje. Después de tantas experiencias increíbles repartidas entre Galicia, Portugal, Sevilla y Madrid, emprendí la siguiente etapa del viaje, la que me llevaba de Europa a mi siguiente continente: Asia, y más particularmente al país de Vietnam.

Salí de Madrid en la madrugada, y después de unas cuantas horas de escala en Frankfurt, tomé mi vuelo intercontinental de diez horas que me llevaría a la ciudad de la que les hablaré en la próxima entrada. Quédense al pendiente si quieren saber de qué se trata.

¡Gracias por su atención y hasta la próxima!

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