Día 2 (tarde-noche). Ljubiana

¡Buenas noches a todos! Aprovecho un ratito que tengo libre en el hotel para terminar de contaros lo que hicimos en el segundo día de este magnífico viaje. Directos de la excursión al lago Bled nos fuimos a Ljubiana, la capital de Eslovenia y ciudad más grande del país.

Empezamos la visita en la plaza de la Universidad y la guía nos contó que la universidad de Ljubiana tiene más de cincuenta mil estudiantes, entre los propios eslovenoa y los internacionales.

Seguimos el paseo hasta llegar al parque Trivoli, que es famoso porque normalmente tiene exposiciones al aire libre donde los artistas exponen fotos de gran tamaño. Desgraciadamente, cuando yo estuve esto me lo contaron como simple curiosidad, ya que no había ninguna exposición para ver.

Seguimos andando hasta divisar el río de la ciudad, el Ljubljanica, que separa la cuidad en dos partes: el casco antiguo y la parte más moderna con toda la zona comercial.

Dando un paseo por las callecitas, que tienen tanto encanto, se pueden ver edificios de la época del art nouveau. Además, muchos edificios fueron diseñados por Joze Plečnick, uno del los arquitectos más importantes de la historia de Eslovenia. En concreto, el Puente Triple (Tromostovje) se encuentra sobre el río que os comentaba previamente y es espectacular.

Pudimos ver también una plaza en la que se encuentra la estatua más famosa de la ciudad. Esta es un dragón que domina la cuidad y es conocida por ser el símbolo de Ljubiana.

Segun íbamos caminando aprovechamos para probar unos chocolates que nos dieron en una tienda típica. De hecho, es común que las tiendecitas pongan a tú disposición distintas muestras de sus productos para que puedas probar. 

Desde abajo pudimos observar el castillo de Ljubiana, que está en una montaña y se conecta con el casco antiguo de la ciudad mediante un funicular.

Terminamos la visita en la plaza principal de la ciudad y algo curioso de esta plaza, además de ser bonita, es que tiene una zona (un círculo aproximadamente) en el que se supone que hay un “microclima”. Está señalizado con las señales correspondientes a lluvia intensa y parece que siempre llueve en esa zona. Sin embargo, tiene truco, y es que cuando llevas un rato mirando hacia arriba buscando respuesta a este fenómeno te das cuenta de que las gotas de agua caen de unos alambres puestos ahí especialmente para eso. 

Esta plaza me pareció tan bonita que os dejo una foto por aquí:

A modo de información, la ciudad de Ljubiana tiene un museo precioso que me hubiese encantado visitar pero no pude por falta de tiempo: el Museo Nacional de Eslovenia, que organiza exposiciones relacionadas con la historia del país. Además tambien está el Museo de Arte Moderno que debe ser interesante.

Tras la visita, volvimos al hotel para cenar. Teníamos buffet pero tuve que hacer una foto al postre ya que es un dulce típico de Eslovenia y estaba riquísimo, os recomiendo probarlo totalmente.

Después de la cena volvimos al centro de Ljubiana para el ambiente del por la noche. Espectacular. La ciudad gana muchísimo. Hay mucha gente joven por las calles, música en directo, gente bailando...

Finalmente, aunque me gustaron muchísimo las dos visita, tanto de día como de noche, recomiendo ir al casco para verlo nocturno. Está todo iluminado y el ambiente no tiene desperdicio. Dicho esto, espero que os haya parecido interesante todo lo que os he contado y... ¡hasta la próxima!

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