Si te encuentras de visita por Normandía, en Étretat debes hacer parada obligatoria.
Étretat es un pequeño pueblo, pero muy visitado y turístico por el atractivo principal que tiene, ‘Les Falaises d’Étretat’, incluyendo un arco natural muy famoso, que algunos lo llaman ‘El ojo de la aguja’. Son un conjunto de acantilados desde los que puedes tener unas vistas simplemente espectaculares y muy fuera de lo común. Si tienes suerte y hace un día soleado, las vistas serán aun mejores.
Hay dos partes en las que puedes subir, el acantilado de la izquierda y el de la derecha. Para subir al lado izquierdo hay un caminito un poco costoso, pero a mitad de la subida hay un mirador con un par de bancos si necesitas reposar un rato. Además hay una explanada enorme convertida en un campo de golf, por si eres aficionado a este deporte. Y si no, también es un buen sitio para hacer un picnic y estar de relax.
Si prefieres subir al lado derecho, en vez de un caminito hay muchas escaleras (pero hacer un poco de deporte nunca viene mal). En esta parte hay también una pequeña iglesia.
Vale la pena subir a los dos, ya que las vistas cambian de perspectiva, pero debes ir con zapato cómodo ya que hay tierra y puede cansar un poco la subida. Es un sitio ideal para hacerse bonitas fotos, y pasar un domingo turístico en familia o amigos.
Entre los dos acantilados, está la playa en la que en verano muchos aprovechan para refrescarse. La playa es toda de piedras y no hay arena, pero es un buen lugar para hacer deportes acuáticos derivados del surf ya que el viento acompaña (Pero ten cuidado con llevarte alguna piedra de típico recuerdo, que la multa es de 90€!!)
Se pueden ver también restos de bunkers de la Guerra Mundial, el famoso desembarco de Normandía. Un lugar con mucha historia para los más curiosos.
Las calles del pueblo son muy al estilo francés, encantadoras para pasear por ellas y con muchos restaurantes también para poder comer por allí.