Portuondo: un restaurante con vistas
¡Buenas tardes! Hoy os vengo a recomendar y a hablar sobre un restaurante muy conocido muy solicitado por los turistas en la Reserva Natural de Urdaibai, en Bizkaia: Portuondo.
Este negocio se reparte en tres partes: el bar, el restaurante y el asador-cervecería. Está situado entre los municipios de Sukarrieta y Mundaka, en una ladera con vistas a la ría de Oka y a la playa de Laida, arenal del cual ya hablé en otra entrada. Si os interesa leerlo, tenéis el enlace aquí.
Cómo llegar
Para llegar hasta el restaurante, tenéis dos opciones muy cómodas: la primera es ir en autobús, ya que el tren deja un poquito lejos, pero si no os importa caminar un poquito de más, unos veinte minutos aproximadamente, también es una buena opción. Tanto con el autobús que con el tren, debéis bajaros en Sukarrieta/Busturia Itsasbegi y caminar hacia Mundaka, es decir, hacia la desembocadura de la ría. No hay ninguna dificultad en llegar al restaurante, ya que se ubica al lado de la carretera, aunque no es del todo visible y solo las banderas y las carteleras os ayudarán a encontrarlo.
Si disponéis de un coche, esta es vuestra opción. Lo malo del restaurante es que no tiene un aparcamiento muy grande, así que mi consejo es aparcar en Sukarrieta o en Mundaka y desde ahí caminar hasta vuestro destino. Si aparcáis en Mundaka, dirigíos a Sukarrieta, es decir, al sur.
El restaurante
Portuondo, que significa "Al lado del puerto" en euskera, es un buen lugar para disfrutar de la naturaleza vizcaína mientras se degusta un buen plato de pollo asado o de codillo en el asador. Si preferís una comida no muy cara pero con buenos platos para llenar a uno la barriga, yo os recomiendo reservar una mesa en el asador en lugar del restaurante, ya que éste puede resultar un poco cara, aunque es muy elegante.
Otro punto a favor del asador es que tiene una terraza llena de mesas y con las vistas completas al mar, a diferencia del restaurante o del bar, pues en su lado se encuentra el camping de Portuondo y los bungalós dificultad la visión completa a la reserva. Sin embargo, cualquier punto de Portuondo es un agradable sitio para estar y tomar algo.
Pero no todo es de colores. Desgraciadamente, el asador suele estar hasta arriba de clientela debido a la alta demanda, así que es normal que al principio no encontréis mesas libres. Es lo que nos pasó a nosotros, pero por suerte y con un poco de paciencia, tuvimos nuestra propia mesa al cabo de diez minutos.
En cuanto al menú, no es muy variado ni mucho menos amplio. Los platos principales son las típicas: pollo, codillo, lomo, alitas de pollo y poco más, mientras que en los entrantes están los chipirones, la ensalada, las patatas fritas y otro par más de platos. Finalmente, el menú se completa con los postres (tartas variadas, cuajada, queso, valenciano…) y con las bebidas (crianza, sangría, vino blanco, kalimotxo…). Sin embargo, no hay que mirar a la cantidad, pero a la calidad.
Nosotros pedimos un poco de todo: un plato de patatas fritas, pollo, codillo, ensalada y tarta. Todo estaba riquísimo, y nos quedamos muy satisfechos. Además, la cuenta no nos salió muy cara.
Las vistas
Pero para mí, la comida no fue lo mejor del sitio, sino las vistas y la humilde terraza. Es verdad que el asador tiene un gran ventanal para no perderse la maravilla de Urdaibai, pero no había nada mejor que la terraza. Por las cinco de la tarde, el exterior del asador se había vaciado en su mayor parte. Por lo tanto, aprovechamos la situación y nos sentamos afuera para poder tomarnos la copa con tranquilidad y sin ventanal.
Además, justo debajo de la terraza os toparéis con un parque de juegos para los más pequeños. Una de las características principales del parque es que está inclinado ya que, al igual que el restaurante y el asador, está colocado en una ladera. Pero no os asustéis, el parque es muy seguro y no hay riesgo de caída ni de accidente. No tenéis porqué preocuparos. He llevado toda la vida jugando en ese parque mientras que mis padres se mantenían sentados en la terraza y nunca se han tenido que levantar de sus sitios para ayudarme a levantar o para curarme alguna herida.
En conclusión, he de decir que Portuondo es un lugar muy especial y único, pero no por su carta y por sus platos, sino por sus vistas a la gran joya que conservamos en Bizkaia: La reserva de Urdaibai. Desde el asador, se pueden ver perfectamente las corrientes del mar, los surfistas, la playa de Laida, el monte San Pedro de Atxarre (característico por su ermita), la playa de Sukarrieta junto a la isla de Txatxarramendi, el barrio de Kanala y mucha, mucha naturaleza.
El verde y el azul son los que más destacan.
Urdaibai es un lugar maravilloso y Portuondo es testigo de ello. Portuondo es quien demuestra la belleza de la reserva natural, y os invito a comprobarlo, merecerá la pena hacerlo.
Posdata: probad con visitarlo a la noche, puede que os llevéis una mayor sorpresa de la que os llevaríais estando de día.
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