Como primer post me gustaría ser breve pero compartir una vaga experiencia de algo que me apasiona: viajar solo.

Diría que la primera vez experimenté esto de viajar, la carga de las maletas, las prisas para llegar a la puerta de embarque... todo ese rollo, fue cuando a mis padres se les ocurrió la genial idea de que un niño de 13 años viajara solo a su país de origen. En este caso, mi pais de origen es Ecuador, y mi destino desde Madrid era Quito.

Como algunos pueden suponer no es un viaje corto, y tampoco diría que largo. Más bien yo lo calificaria de horrible. Sinceramente lectores no recuerdo bien la experiencia al completo, no recuerdo bien si tuve un asistente de vuelo, ni si dormi algunas de las 12 horas del vuelo.

Lo que si recuerdo son pequeños flashes de aquel viaje.

Lo primero que se me viene a la cabeza es a un niño no muy alto que cargaba con 2 maletas más grandes que él mismo. La cara de la gente al verme arrastrar semejantes bultos era un tanto... cómica.

Lo segundo que recuerdo es una escala en Bogotá, donde mis padres de antemano me advirtieron que tuviera mucho mucho pero muchisimo cuidado. Y bueno, creo que lo tuve, me lo tome en serio, pensé que sería una de esas situaciones que te hacen sacar lo mejor de ti... tus cualidades y potenial al fin y al cabo. Creo que esa fue la primera vez que me busque literalmente la vida, y no iba a ser la última en mis futuros viajes en solitario.

Sí es verdad que yo era un crio, y que por aquel entonces no tenía esa gran ventaja de la tecnología punta que tenemos ahora, sino, tranquilamente podría haber esperado las 5 horas que tenía en Bogotá para embarcar en el siguiente avión en un rincon viendo series. Sin embargo, ese no fue el caso, pero a mi puber mente se le ocurrió ser social, hacer un compañero de viaje que me hiciera sentir más seguro en un aropuerto enorme lejos de mi casa y sin ayuda. Pensandolo bien, no sé qué se les pasó por la mente a mis padres para que viajara así.

El caso es que ya desde el avión de Madrid a Bogotá me senté entre un hombre bastante agradable y una mujer y su hijo. De alguna forma que no recuerdo se empezaron a compadecer de mi, y claro... que podría decir yo, yo también me daba pena a mi mismo!!!

Uno de los mayores tips cuando viajéis solos es no estar solo. Puede sonar raro pero es verdad. Buscarse compañí­a en momentos importantes como moverte en un aeropuerto con fama de ser grande y peligroso hace que te busques a alguien que te acompañe, te de mayor seguridad y te haga amena la espera.

Desenlazando un poco esta azaáa mia de sobrevivir aquellas 5 horas, la verdad es que no se me hicieron muy pesadas, estuve en compañía de una madre y su hijo muy agradable de los cuales nunca volví a saber nada, lo cual me entristece, pero siempre lo recordaré.

Como ya he dicho, recuerdo poco de mi primera experiencia como solo traveler, pero lo poco que recuerdo me hace sentir que me gusta, que lo disfruto, que no dejaría de hacerlo y que realmente me dan demasiadas anecdotas que contar.

No hay muchos momentos inmortalizados, solo puedo recordar que estaba muy asustado, pero en el momento de salir por esas puertas con dos maletones sudando a chorros donde las familias y conocidos reciben a los reciendo llegados, me sentí­ capaz de cualquier cosa. Fue mi primer vuelo solo pero ahí estaba mi familia con los brazos abiertos y aplaudiendo que yo solito lo había logrado (aunque como podéis observar tuve mi ayuda ;)


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