Alemania: Dusseldorf
Después de casi 10 horas durmiendo me levanté como nueva comenzando nuestro día por Dusseldorf con un té con leche y algunas galletas que habíamos comprado el día anterior. Una vez me mentalicé de que tenía que volver a colocarme kilos y kilos de ropa decidimos prepararnos y salir. La verdad es que hacía mejor día que el anterior y el hecho que no hubiese gente bebiendo o haciendo sus necesidades en cada esquina ayudaba a darle un poquito de más encanto a la ciudad . Queríamos comer en el apartamento que habíamos alquilado y por tanto no nos alejamos mucho de los alrededores. Simplemente paseando de un lado al otro sin saber tampoco muy bien lo que estábamos viendo (principiante) llegamos a un pequeño parque con algunos juegos para los niños y un estanque precioso.
Cuando el hambre comenzó a aparecer de nuevo volvimos y comimos disponiendonos después para dar otro paseo por la rivera del rio Rin. He de decir que esta zona me gustó bastante ya que paseando por este lugar llegamos a una placita donde había varios bares para pararse a tomar algo. Entre ellos unos puestecitos donde vendían vino caliente y algunos tipos de comida como patatas fritas o salchichas. Fuimos allí de cabeza. Tomamos una taza de vino caliente que para mi gusto estaba bastante bueno y me sentó genial para calentar un poquito el cuerpo. Esta bebida se bebe sobre todo en los mercados de Navidad, y aunque es típico de alemania yo he visto también en otros lugares como por ejemplo aqui en Ferrara. Además tiene un sabor particular ya que no solo está compuesta por el vino caliente sino que también le suelen añadir especias como la canela o incluso frutas.
Una vez acabada decidimos montar en una noria que había allí instalada y la verdad es que fue un acierto por que desde arriba (aunque no fuese muy alta) había unas vistas bastante bonitas del alrededor de esta plaza y del rio que estaba justo al lado.
Seguimos nuestro paseo por las calles vecinas y, aunque no había mucha gente (no se si por el frio o por que era lunes) se veía movimiento en los diferentes bares y restaurantes.
Y algo que me hizo mucha gracia y de lo que siempre me acuerdo cuando hablo de este viaje es algo que nos pasó y que a mi, por lo menos, me sorprendió porque hacía tiempo que no me pasaba. Y es que realmente todos teníamos más de 21 años de edad, es decir, somos mayores de edad pero se ve que esa tarde no lo parecía porque estabamos pensando sentarnos en un bar a tomar alguna cerveza antes de volver a casa de nuevo y una de las chicas, camarera, se acercó a nosotros prácticamente para echarnos de allí ¡porque creía que eramos menores de edad! Cuando le enseñamos a la chica los DNIs no se podía creer que tuviesemos la edad que teníamos. Pero bueno, finalmente tras unas cervezas debajo de una de las estufas que tienen los bares en las calles y terrazas nos fuimos a casa.
Galería de fotos
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)