Dubái no es lo que tú te crees
Cuando piensas en los Emiratos Árabes, la primera cosa que te viene a la cabeza es un país árabe cerrado y adornado con rascacielos enormes, una modernidad solo exterior, pero no es así. La mentalidad de los árabes se ha ido abriendo junto con el desarrollo económico y la ampliación de la ciudad. La velocidad con la que este país ha construido todo aquello que hoy vemos con ojos incrédulos es la misma con la que la gente se ha adaptado y modernizado.
Es un país increíble porque logra que se encuentren la tradición y cultura árabe con la modernidad occidental, o por lo menos así es en la mayoría de sus emiratos más importantes. Entre las ciudades más grandes, Dubái destaca ya sea por tratarse del segundo emirato más grande del país, después de Abu Dhabi, que por su increíble estructura en constante desarrollo.
Dubái no es solo el destino más codiciado por sus rascacielos, las compras desenfrenadas y los hoteles de lujo, sino porque es antigua a la vez, sigue manteniendo sus usanzas y costumbres. Es justo esta la característica que la hace única en su especie, el ser una ciudad con dos caras: la moderna y cosmopolita, y la otra, la antigua y tradicional. Si me hubiese olvidado de sus raíces y orígenes, Dubái no sería tan sorprendente como lo es ahora o lo será en el futuro.
Veamos por qué este emirato merece ser visitado al menos una vez en la vida. Empecemos con sus lados más "árabes" hasta llegar a los que se suele pensar que lo sean, es decir, a sus lados "occidentales".
Dubái es tradicional...
Dubái es un destino excelente para descubrir el mundo árabe, con sus mezquitas, zocos, mercados, donde os quedaréis fascinados con los colores brillantes de los pashmina, los zapatos árabes, las lámparas, los narguile... y con los intensos olores de las especias, los inciensos y perfumes. Los zocos son imprescindibles de visitar cuando vamos a un país del Medio Oriente o del norte de África, porque allí se puede descubrir la verdadera esencia de la ciudad y de su pueblo. En los zocos se puede encontrar cualquier cosa a precios muy bajos, basta con saber regatear con el vendedor, algo muy común en lugares como este, así que no os avergoncéis por pedir que os reduzcan el precio porque es una cosa totalmente normal.
En Dubái hay diferentes zocos, como el Viejo Zoco, al que también se le llama el Zoco de Bur Dubai, situado en el homónimo Bur Dubai. Es el típico zoco árabe, aunque hay otro más modernos hechos aposta para turistas como yo, por ejemplo el Zoco Medinat Jumeirah. Son mercados sofisticados, no como los auténticos zocos antiguos. En Deria hay incluso zocos especializados en la venta de oro y joyas en general que se llama Zoco de Oro, allí se puede comprar oro a muy buen precio. No es una leyenda lo de que el oro es económico en Dubái, ¡es verdad! Además el gobierno hace controles para garantizar que las joyas sean auténticas.
Otro aspecto tradicional tiene relación con los "abra", los taxis fluviales, que se usan mucho los locales y los turistas más curiosos, para moverse de una parte a otra del Creek. Parece poco seguros pero os aseguro que son muy estables y eficientes, además ofrecen unas vistas preciosas que no podrás tener desde un taxi o el metro.
Dubái ha cambiado tan radicalmente que parece haber borrado toda huella de su pasado reciente, pero encantador. Afortunadamente no es así, de hecho, a pesar de haber tenido un desarrollo tan rápido, no ha olvidado su alma antigua y tradicional, visible en la zona más vieja de la ciudad, Bastikiya, un barrio que hace contraste con los impresionantes rascacielos de la ciudad. No parece tener nada que ver con el lujo y la exageración del emirato, y es una zona muy aconsejable si quieres sumergirte aún más en el alma tradicional de Dubái.
Pero también está a la vanguardia...
Hay una combinación interesante de lo tradicional y lo moderno en Dubái. Es una ciudad con dos realidades totalmente opuestas, pero que lograr convivir de manera armoniosa, interesante y casi surrealista. Lo más conocido de Dubái son, claramente, los rascacielos de los centros residenciales, los hoteles de lujo, los turistas (la mayoría iraníes), que no saben qué hacer con su dinero.
El enriquecimiento y el desarrollo de esta ciudad se debe, claramente, al petroleo, que está en constante crecimiento. Se la define incluso como una gran cantera al aire libre que nunca duerme, hay construcciones allá donde vayas y la estructura urbana parece no tener fin. Tiene edificios muy sorprendentes que con su majestuosidad parecen querer desafiar a la fuerza de la gravedad. Nombremos a los más conocidos y emblemáticos de la ciudad:
- El Burj Khalifa: con su gran número de plantas es el primero en el podio de rascacielos más grandes del mundo. Al comprar la entrada podrás subir hasta la planta 124 para disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad de las luces.
- El Burj Al Arab, también conocido como La Vela, es uno de los hoteles más lujosos que han existido jamás en el planeta. Tiene 7 estrellas y se ubica en una de las islas artificiales de Dubái. Ya es bonito por fuera, pero el interior os dejará boquiabiertos.
- El Mall of the Emirates es otro gran centro comercial que ofrece la posibilidad a sus habitantes disfrutar de un día al frío, tiene una estación de esquí cubierta (Ski Dubai), y de nieve artificial.
- Las Palm Islands y The World son los últimos ejemplos en vías de desarrollo, desafían a la naturaleza y a la capacidad del hombre de imaginar y crear. Son islas artificiales sobre las que construirán locales, hoteles, residencias y otras estructuras de ocio. The World en particular, dará pie a una nueva forma de ganar dinero. En cuanto al conjunto de islas, los turistas más ricos del planeta podrán comprarlas.
El Dubai Mall es uno de los centros comerciales más grandes del mundo, en su interior hay alrededor de 600 tiendas, aunque se le conoce principalmente por hospedar el Dubai Acquarium, un enorme acuario en el que conviven muchos ejemplares marinos diferentes. Junto al centro comercial y al Centro de Dubái, está la Fuente de Dubái, que cada noche entretiene a sus visitantes con espectáculos de agua coreografiados sorprendentes.
Dubái es religiosa, histórica y está llena de cultura...
Por lo poco que se conoce de Dubái, nadie se imagina que esta ciudad de lujo tiene una cultura e historia. Es una gran equivocación porque aunque haya nacido y crecido a una velocidad impresionante, esto no significa que no tenga una historia y cultura base. Para conocer mejor el pasado de esta ciudad, se recomienda visitar el Museo de Dubái, en el que se exponen el testimonio de la antigua Dubái, tradicional, con sus usanzas y costumbres.
La gente de allí sigue celebrando a día de hoy sus tradiciones, se puede ver, sobre todo, en la forma de vestirse y la actitud que tienen en los lugares públicos. Las mujeres son la prioridad, se les protege y respeta en cualquier rincón de la ciudad.
Además de ser tradicional, Dubái también es muy religiosa, lo que no significa que no tolere otras religiones. Es más, al ser un país árabe islámico, es costumbre sentir el "azan", la llamada al rezo, y ver a personas inclinarse a rezar en cualquier sitio. Desde mi punto de vista, la devoción que tienen es fascinante y sea lo que sea que estén haciendo, no resulta un obstáculo en el momento de la llamada.
De hecho, menos del 20% de la gente es de allí, el resto son básicamente pakistaníes, indios, filipinos, italianos, alemanes... lo que significa que el resto de la población sigue religiones diferentes al Islam. Hay una mezcla de religiones que no crea problema alguno, cada una de ellas es respetada y reconocida. Es interesante ver como toda la población celebra y respeta tanto las fiestas del Islam como las de otras religiones.
Pero también es moderna y occidental...
Se respira la diversidad en el ambiente en cuanto pones pie en la ciudad, ya no solo por el clima, sino por la sociedad en sí. Es una sociedad cosmopolita, moderna y rica, de diferentes colores y olores. No es moderna solo por tener una estructura urbanística espectacular, también lo es por la adaptación de su gente, por como han conseguido abrazar la modernidad y mantener sus raíces conservadoras vivas al mismo tiempo. Un ejemplo son las mujeres, las jóvenes sobre todo, que visten trajes tradicionales árabes que cubren todo el cuerpo, excepto las manos, los pies, los ojos y en ocasiones, el rostro. Estas jóvenes, que aún y manteniendo sus propias tradiciones, dan un toque especial a su estilo de vestir para parecer más modernas y menos conservadoras: velos de colores, tacones altísimos, bolsos de colores llamativos, y ojos y labios pintados.
Los hombres no son menos, de hecho muchos parecen auténticos occidentales, con sus carísimos trajes y la "gutra" en la cabeza. La normalidad es que conduzcan cochazos de los que a menudo vemos en las películas.
Parece absurdo ver el contraste entre tradición y modernidad, pero es todo esto lo que hace de Dubái un lugar tan único e interesante.
¡Descubrid esta tierra sin prejuicios! La amaréis por todo lo que ofrece, desde el increíble panorama al sabor de la comida local. Merece la pena visitarla al menos una vez en la vida, seguro que os dejará boquiabiertos y con unos recuerdos que jamás olvidaréis.
Galería de fotos
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- Italiano: Dubai non è come la pensi tu
- Deutsch: Dubai ist anders, als du denkst!
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