Cómo mudarse temporalmente a Estados Unidos
Me encanta viajar y no puedo estar en un solo lugar mucho tiempo (lo que tiene sus cosas buenas y malas, pero hablaré más de esto en los próximos blogs). En los últimos dos años o así, me había estado rondando la idea de trabajar en Estados Unidos. Mi razón principal para tomar esa decisión fue combinar trabajar con viajar y, al mismo tiempo, conocer una nueva cultura.
Primero tuve que terminar la universidad, algo que no fue demasiado duro, excepto por el hecho de que no podía viajar por las clases y exámenes, pero, una vez que me gradué en la carrera de Educación (con la mayor nota, evidentemente), di un paso de gigante y me mudé a los Estados Unidos de América.
Este es el camino hacia EE. UU... Bueno, hacia el aeropuerto desde el que volé hasta Estados Unidos.
Más exactamente, hasta la ciudad de Ohio de la que ya habréis oído hablar, llamada Dayton. Si sois fan de la aviación, ya la conoceréis porque es la ciudad donde está la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson.
Estoy segura de que sabéis quiénes eran los hermanos Wright. Si viajáis mucho, seguro que sí, ya que los hermanos Wright inventaron una cosa increíble que permite ir del punto A al B muy rápido. Ahora seguro que ya sabréis de lo que estoy hablando. El avión. Y la casa donde residían, está situada en el mismo barrio donde yo vivo. Aunque, ya me vale, pero, no he visto el interior de la casa (bueno, mansión). Prometo que lo haré antes de irme de Dayton. O eso me digo a mí misma.
Ah y el papeleo...
Volvamos a Dayton. Más exactamente al proceso de venir aquí (y de mis 40 kilos de equipaje). Evidentemente, necesitáis un visado si queréis trabajar en Estados Unidos y, si os digo la verdad, conseguir una es un proceso muy largo y difícil.
Desde que solicité trabajo en el ámbito de la educación, necesité acreditar que tenía al menos 200 horas de experiencia en el cuidado de niños. ¿Y cómo lo demostré? Tenía que conseguir tres referencias de mis antiguos jefes. Entonces, tenía que pasar una entrevista en la agencia y ellos llamaban a mis referencias para comprobar que no mentía, como inventándome algunas de ellas, por ejemplo.
Después de pasar la entrevista con mucho éxito y confirmar las referencias, tenía que encontrar empresa para la que trabajar mientras estuviera en Estados Unidos. Después de esto, tenía que concertar una cita en la embajada estadounidense de mi país, pagar las tasas del visado, pagar las tasas a la agencia, conseguir la entrevista y convencer a la mujer de la ventanilla de que yo era la persona ideal para ese trabajo, que de verdad quería trabajar en Estados Unidos y que pretendía regresar después del periodo de tiempo acordado, que son dos años como máximo. Y, ¡conseguí el visado! Por eso estoy escribiendo este post desde un cómodo sofá con vistas a uno de los barrios de Dayton.
Para llegar a Dayton, tuve que coger tres vuelos. La primera parada: Nueva York.
¿Parece un proceso interminable? Sí, lo es, hacedme caso. Pero merece la pena totalmente. No solo porque iba a conocer una nueva cultura y país sino porque, no quiero fardar, pero mis ingresos eran mayores que cuando me fui. Aquí gano al día lo que ganaría en una semana en mi país.
Y, adivinad qué, eso supone poder viajar más. Tres semanas de vacaciones pagadas al año son una de las ventanas de mi actual trabajo. Os animo a que si algo en vuestra cabeza os dice que tenéis que probar algo nuevo, como mudarse al extranjero, lo hagáis. Por supuesto, a veces, puede ser (y será) duro, pero para mí eso forma parte de viajar.
Vale, me he desviado un poco del tema, lo admito. Pero me encanta hablar de mis experiencias y animar a otros a salir de casa (o de donde vivan) y explorar. Sin darme cuenta, el día en que tenía que hacer la maleta había llegado. La cosa era, ¿qué meter en la maleta para estar un año o más fuera? Es más fácil de lo que creéis, es un poco de cada cosa sin exagerar demasiado. Si metes cosas de más, te arrepentirás, ya que seguro que compras muchas más durante el viaje.
Sí, este era el equipaje que llevaba. ¡Demasiadas cosas!
Llevar 40 kilos de equipaje por el aeropuerto no es nada divertido. Eso lo aprendí cuando viví en Barcelona. Me fui con una maleta y volví con dos. ¡Y solo estuve allí tres meses! Así que llevar 40 kilos de equipaje para un año entero no está mal del todo. Admiro a la gente que viaja casi sin equipaje, algunos de nosotros no estamos hechos para sobrevivir así.
¿Por qué Dayton?
"¿Cómo es Dayton? ¿Por qué te mudas allí? " eran las preguntas que siempre me hacían mi familia y amigos durante las primeras semanas en Estados Unidos. Aún hay gente que me lo sigue preguntando. Así que, aquí está la respuesta: no lo sé. Conseguí esta increíble oferta de trabajo y el sitio no es lo más importante para mí.
Pero, enseguida me dí cuenta que mudarme a Ohio fue una magnífica decisión. Mucha gente que viaja a los Estados Unidos solo quiere ver los sitios más turísticos, como Nueva York, Chicago o San Francisco, entre otros.
Y, al no vivir en una gran ciudad con mucha población, los costes de vida son más baratos que en otras ciudades más grandes. Fijaos en esto: la cerveza en Dayton cuesta 2 dólares, en Nueva York cuesta 5. De esta manera, puedo ahorrar dinero para viajar, que es una de mis grandes pasiones.
Al vivir en Ohio, he experimentado la vida americana del Medio Oeste, que, como ya he dicho, es una parte del país que ningún turista visita. Dayton puede ser un poco aburrido a veces, sobre todo en invierno, pero eso hace que viaje a lugares nuevos en mis vacaciones y que las disfrute mucho más. Creo que si viviera en San Francisco o Nueva York, no lo apreciaría tanto y no tendría tantas ganas de viajar a otros lugares de Estados Unidos.
La ciudad de Dayton no es la más segura (es considerada la capital de la sobredosis, ¡no se lo digáis a mis padres! ), no es muy grande (pero tiene sitios muy interesantes) y tiene los típicos barrios americanos con bonitas casas, como las de las pelis. Tengo mucha suerte de vivir en una de ellas. He hecho muchas fotos a estas casas, pero, sin duda, esta es mi favorita:
Parece alemana, lo que me recuerda a Europa, de donde yo soy, pero también es enorme, como todas las casas estadounidenses. Y una de las razones por las que esta casa es mi favorita es ¡porque yo vivo en ella!
Y así es como son las típicas calles de Dayton. Muy americanas, ¿verdad?
Os estaréis preguntando cuál es mi trabajo. Pero como no quiero revelarlo todo en mi primer blog, ¡estaos atentos al próximo!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: How to temporarily move to the USA
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