Acostumbrarse a la forma de comer de los estadounidenses
Seguramente, el estereotipo más famoso que siempre se dice de los estadounidenses es que todos están gordos, obesos o tienen sobrepeso y que consumen comida rápida todos los días. Estos estereotipos no son del todo ciertos, ya que depende del estado en el que viváis y de si vivís en la parte rica o la parte pobre de la ciudad. Así que, en este post, voy a describiros lo que he notado en la forma de comer que tienen los estadounidenses.
Los estadounidenses comen muchos dulces. Este tipo de helado nunca lo había visto en Europa. Se llama MiniMelts o Dipping Dots.
No parece un helado como tal, pero lo es y está buenísimo.
Las raciones son más grandes que en cualquier otro sitio
Una ración en Estados Unidos puede alimentar a dos o más personas de Europa. Aquí, siempre hay una excusa para compartir comida con un amigo o con quien sea. Y aún mejor, cuando decidáis ir a comer fuera, id con mucha gente, así podéis pedir varios platos y probarlos todos. Es guay porque podéis probar varios tipos de comida en lugar de comer mucha cantidad de una sola.
La comida llena mucho más
En Europa, podía comerme una pizza pequeña o mediana yo sola. En Estados Unidos, me lleno con solo una porción de pizza. Bueno, llena no. Atiborrada. No sé cómo llevaré volver a acostumbrarme a la forma de comer en Europa cuando vuelva a casa el próximo verano.
Todo contiene mucho azúcar
Lo bueno es que la cantidad de azúcar, así como todo lo demás que lleve la comida, tiene que ir claramente especificado en la etiqueta del producto. Lo malo es que utilizan diferentes nombres para referirse al azúcar y ya no se sabe lo que se está comiendo. Yo intenté dejar de comer alimentos con azúcar durante una semana, pero tengo que deciros que fracasé estrepitosamente cuando solo llevaba dos días con este experimento. Que esto no os desanime, claro que se puede conseguir, lo único que tenéis que hacer es intentarlo más de lo que lo haríais en otros países.
Es posible comer sano, pero cuesta más
Los dulces y otros tipos de comida poco saludable os costará mucho menos dinero que la comida saludable. Todos tenemos esos momentos en los que no nos apetece preparar comida sana y elegimos la opción más rápida, barata y menos saludable.
Salir a comer al menos una vez a la semana es muy común, sobre todo los viernes por la noche
Ya conocéis ese sentimiento de ser el último día de trabajo de la semana (para mucha gente al menos) y no tenéis ninguna gana de prepararos la cena, así que salís a cenar fuera. Y, volvemos a lo mismo, os ponen enormes raciones, lo que significa que comeréis mucho más de lo que lo haríais si os prepararais vosotros la cena.
No todos los estadounidenses comen en McDonald's todos los días
La comida que consumáis depende enormemente de dónde viváis. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla. Si vivís en un barrio humilde y trabajáis en un lugar donde os pagan poco, ¿qué elegiríais: una hamburguesa de McDonald's que cuesta un dólar o una ensalada que cuesta cinco dólares? Creo que la respuesta es bastante obvia, la ensalada solo es para días especiales. Es la triste realidad. Pero, eso no quiere decir que todo el mundo aquí sea consumidor habitual de los restaurantes de comida rápida.
O sois fanáticos de la comida sana o no os importa lo más mínimo lo que coméis
No hay término medio. La gente que conozco, o ven todo lo que comen, cuentan todas las calorías y preparan sus comidas con antelación para estar sanos o comen lo primero que les apetezca.
Sobras. Sob... ¿qué?
Hasta ahora, he mencionado varias veces lo grandes que son aquí las porciones de comida. Por eso, si no os podéis comer todo, lo guardáis para otro día. Incluso en los restaurantes, es muy común llevarse la comida que no os hayáis comido. En muchos casos, no hace falta ni que le pidáis un tupper a los camareros. Si cuando hayáis terminado, ven que todavía os queda comida en el plato, os preguntarán si os la queréis llevar a casa y os darán un tupper. Esta costumbre solo la he visto un par de veces en Europa. Y he vivido allí 22 años.
Unas reflexiones para terminar
Cuando me mudé a Estados Unidos el verano pasado, la gente me decía: "te vas a poner muy gorda allí". Y gané unos kilos durante mis primeros meses. Mi aumento de peso se debió a diferentes factores:
Quería probar otro tipo de comida. En mi país, solo tenemos dos sabores de Oreo. En los supermercados de Estados Unidos, he contado más de diez. Están las Oreo normales, las de chocolate, las de moca, las de coco, las de limón, canela, las rojas de Red Velvet, las Mint (¡puaj! ), las de doble chocolate, las Oreo Thins y las Oreo Mystery de sabor misterioso. Aunque a mí me saben como los famosos cereales de Kellogg's: Froot Loops. Y huelen súper bien. Pero, dos galletas Oreo llevan 160 calorías y no me quiero imaginar la cantidad de azúcar. Además de las diferentes clases de Oreo, también quería probar otro tipo de comida. Sé que no parece mucho, pero una Oreo por aquí, un donut por allá y enseguida salen unos kilitos de más.
¿Quién puede resistirse a esto?
¿Y a esto?
¡O a esto! Si alguna vez habéis probado el chocolate Hershey's y os ha encantado, os lo vais a pasar genial aquí. Hay chocolate Hershey's por todas partes. O, como mi amigo lo llama, placer líquido.
Como ya he dicho, las porciones son muy grandes y mis padres siempre nos han dicho a mí y a mis hermanas que la comida no se puede tirar. Esa es la razón por la que siempre intentaba terminarme las enormes porciones yo sola. Después, me di cuenta que una porción estadounidense podía alimentar a dos personas. Así que, empecé a compartir la comida con mis amigos. De esa manera, también ahorro dinero, ya que pagamos la cuenta a medias.
Me encantan los dulces y el azúcar que contiene toda la comida estadounidense, lo cual no es de gran ayuda. Así que, empecé a ir al gimnasio para aprovechar esa energía extra y para poder comerme una Oreo después de entrenar sin sentirme tan culpable.
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