Visita a la Isla de Gorea, la isla de los esclavos

Pasé un fin de semana en Gorea, también llamada la isla de los esclavos. Está situada cerca de Dakar (Senegal). Se puede ir a la isla en barco desde la costa. Cuando hice el viaje de ida y vuelta, costaba siete euros para los turistas. Para los senegaleses era mucho más barato... El viaje dura unos veinte minutos. El barco que cogimos era seguro, grande y blanco, como los barcos turísticos, como se suele ver cuando se visita una costa.

La ciudad es magnífica. Las casas están pintadas de colores, todas de un color diferente pero, a la vez, cálido y unificado. Hay casas de color púrpura, azul oscuro, amarillo, pero no llamativo. La isla es Patrimonio de la Humanidad, por lo que fue clasificada por la UNESCO.

Pasamos la noche en la isla. Fue muy relajante, ¡sobre todo porque el agua de la ducha estaba caliente! También había muchos restaurantes que nos llamaron la atención. Comimos en un restaurante frente al mar, pescado y arroz. No recuerdo la calidad de la comida, pero creo que estaba muy bien de contenido porque estábamos en un sitio muy turístico. Tuvimos la oportunidad de ver un desfile de moda grupal. Las mujeres venían en grupos para desfilar, y cada grupo vestía con caftanes de un solo color pero diferentes entre los grupos. Fue muy bonito. Y todo esto acompañado, por supuesto, de yembés (instrumento de percusión). Los precios de las cosas de la isla no me parecieron exagerados en comparación con Saly, una ciudad costera. Era un poco más caro que en Dakar, pero el regateo funcionó igual que en la ciudad.

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Un poco de historia...

La isla se descubrió en el siglo XV por un portugués que viajaba por el océano. Después le siguieron los neerlandeses y los franceses. La isla va a ser un punto clave con el trato de negros y, por tanto, con la comercialización de esclavos. Recordad el famoso comercio triangular (compra de esclavos, o mejor dicho, robo de personas, en África, venta en América del Norte de estas personas, y vuelta a Europa con productos alimenticios de América que también se revendían). La isla de Gorea ha sido un lugar clave para este tipo de comercio.

Hoy en día se puede visitar la casa de los antiguos esclavos que vivían allí. Es un lugar importante para los habitantes de la isla porque les recuerda todo este triste período de esclavitud. El guía, además, destacaba todo el sufrimiento que se había aguantado entre esas paredes. Incluso hasta el guía daba un poco de miedo, ¡era un poco excéntrico! Pero bueno, explicó muy bien y si visitáis la isla es obligatorio que vengáis a visitar este museo del que os he hablado, esta casa. Al final no hubo tantos esclavos que estuvieron entre estas paredes, pero, para la isla y para África en general, es importante recordarlos.

Para recordarlos, hay una foto en la puerta muy importante. Cuando entráis en la casa, hay dos escaleras que van hacia la derecha y hacia la izquierda para llegar hasta la primera planta.

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En la parte inferior de estas dos escaleras, entre ellas, está la famosa puerta que he mencionado anteriormente. Esta imagen se quedó grabada en mi memoria, fue impresionante. Las paredes están pintadas de rojo y solo te da que pensar en el sufrimiento del pasado.

La isla hoy en día

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Había muchos habitantes en la isla a principios de siglo, una quinta parte de los habitantes de la capital vivía en la isla de Gorea. Pero ahora hay centenares. Es un hecho.

Hoy en día se celebran muchos eventos culturales en la isla. Exposiciones, desfiles como el que pude ver, conciertos y todo tipo de acontecimientos culturales.

También visité el museo de la mujer durante mi viaje por la isla. Se encuentra en una edificación de un anciano rico. El estado lo recuperó y lo transformó en un museo. Estamos hablando de la vida diaria de las mujeres, pero también de las mujeres conocidas de Senegal y de todas las mujeres en general que vivieron allí.

Además, hay un museo del mar pero no lo visité.

Así que lo que más hicimos fue caminar, disfrutamos de las playas y vimos algunos museos. Hay algunos cuadros preciosos en la isla de Gorea, sin duda los más bonitos que he visto en Senegal, así que si tenéis que llevaros algo como recuerdo, os aconsejo que lo compréis en la isla, regateando, por supuesto. Creo que por un cuadro muy grande pagué unos cinco euros, en el momento en que yo fui. Muy barato. También hacen pinturas en relieve con collages, ¡es extraordinario!.

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